Internacional

Investigan números rojos del laborismo

Los conservadores revelan que han encontrado “gastos disparatados” de la administración de Gordon Brown y ajustes inusuales en cuentas públicas

LONDRES, INGLATERRA (19/MAY/2010).- Los primeros “cadáveres contables” en los armarios del laborismo británico fueron expuestos el martes por Jonathan Baume, secretario general de FDA, un sindicato de funcionarios que agrupa a más de 18 mil altos cargos de la administración.

Baume reveló que varios “mandarines”, como se conoce a los funcionarios más poderoso, exigieron a sus superiores políticos instrucciones escritas sobre determinados gastos que consideraban injustificados. Se trata de una protesta formal nada habitual y significa que el funcionario cree que ese gasto tiene un objetivo político y no de gestión de Gobierno.

“Cuando un secretario permanente (máximo funcionario de carrera al frente de cada ministerio) pide una carta de orientación a su ministro es porque cree que es una decisión grave que cree que no está bien”, declaró Baume a la BBC. “Es tan poco habitual que algunos la comparan al botón nuclear. Cuando se da el caso tiende a ser por una decisión de un gasto elevado”.

El primer ministro conservador, David Cameron, ha asegurado que sus ministros han encontrado algunos ejemplos de gastos “disparatados” y el secretario-jefe del Tesoro, el liberal-demócrata David Laws, declaró: “Estamos muy preocupados porque en los últimos meses ha habido muchos compromisos de gasto que algunos creen que no eran rentables”. Sobre todo en estos tiempos de crisis y ajuste de las cuentas públicas.

La denuncia se produce cuando aún no hace una semana que los laboristas abandonaron el Gobierno. El antecesor de Laws, Liam Byrne, le dejó una nota de despedida que pretendía ser graciosa en la que le decía: “Me temo que no ha quedado ningún dinero en la caja”.

La actividad parlamentaria tras las elecciones arrancó el martes con la reelección del conservador John Bercow como speaker o presidente de la Cámara.

Tras unas delicadas negociaciones entre los dos partidos que integran la coalición, David Cameron apareció por primera vez en el banco del Gobierno flanqueado por el viceprimer ministro y líder de los liberal-demócratas, Nick Clegg, y por el jefe del Foreign Office, William Hague. Junto a Clegg se ha sentado el canciller del Exchequer y ministro del Tesoro, George Osborne.

En sus primeras palabras desde el banco del Gobierno, Cameron arrancó risas al subrayar que, con tantas caras nuevas, “muchos de nosotros estamos sentados junto a gente con la que nunca nos habíamos sentado antes”, dijo, sin darse cuenta de que parecía que se refería a su compañero de coalición, Nick Clegg. (El País)
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