Internacional
Indemnizan a familia de japonesa que se suicidó por exceso de trabajo
Una empresa hostelera japonesa se vio obligada a pagar cerca de un millón de euros tras aceptar que sus condiciones de empleo eran infrahumanas
La empresa Watami, que opera una cadena de "izakaya" (tabernas de estilo japonés), ha aceptado resolver fuera de los tribunales la demanda planteada por los padres de Mina Mori e indemnizarles con 130 millones de yenes (unos 970 mil euros o 1.5 millones de dólares), informa hoy el diario Japan Times.
Mori se suicidó en junio de 2008, cuanto contaba 26 años y llevaba sólo dos meses trabajando en un establecimiento de la empresa en Yokosuka (al sur de Tokio).
De acuerdo a un peritaje llevado a cabo por las autoridades niponas a instancias de la familia de Mori, durante dicho periodo la mujer trabajó 140 horas extra al mes, 95 horas más respecto al máximo recomendado por el Ministerio de Trabajo nipón.
Su familia llegó a detallar que Mori tenía que trabajar durante 12 horas cada día, de 3 de la tarde a 3 de la madrugada, y esperar además dos horas en el local tras acabar la jornada para poder tomar así el primer tren de vuelta a casa.
Los fines de semana las jornadas aumentaban hasta las 14 horas e incluso en sus días libres la mujer se veía obligada a acudir al local para participar en reuniones de equipo, según sus allegados.
Watami acabó admitiendo, no sólo que sometió a la mujer y a otros empleados a estos extenuantes horarios de trabajo, sino que fueron estas condiciones las que la empujaron al suicidio, algo que afectó a su imagen pública, ya que fue calificada dos años seguidos en una encuesta en Internet como "la empresa más malvada" del país.
El caso de Mori puso el foco sobre las compañías niponas que exponen a sus trabajadores a condiciones de explotación y en la laxitud de la regulaciones laborales de Japón, país famoso por el escasa influencia de los sindicatos o el fenómeno del "karoshi", que se refiere a las muertes derivadas del exceso de trabajo.
Aunque Watami se comprometió a mejorar las condiciones de sus trabajadores y a evitar que se repitan casos similares, los expertos consideran que las normativas en materia laboral apenas se han modificado en Japón desde entonces y que trabajar en este tipo de condiciones seguirá siendo habitual en el país asiático.
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