Internacional
Hu Jintao evalúa el desastre por el terremoto en China
Los sobrevivientes del sismo de 7.1 grados reciben atención médica y alimentaria en albergues instalados por las autoridades de Beijing
Hu aterrizó en el aeropuerto de Batang en la provincia de Qinghai, en una zona poblada principalmente por tibetanos, y se dirigió directamente a la aldea de Zhaxi Datong, en el municipio de Yiegu, donde inspeccionó la situación y consoló a las víctimas.
Yiegu, situada a unos cuatro mil metros de altitud, es la urbe más afectada por el terremoto, ya que 85% de las casas, en su mayoría construidas de adobe y madera, quedaron destruidas.
A continuación, Hu visitó a los heridos que reciben tratamiento médico en el estadio de la prefectura de Yushu.
Hu llegó ayer por la tarde a Beijing tras suspender en Brasil su visita a Venezuela y Chile.
El presidente chino decidió cancelar el pasado jueves en Brasilia su gira latinoamericana, donde participó en una reunión con los líderes de Brasil, Rusia e India tras la cumbre de seguridad nuclear de Washington.
Según el Ministerio de Asuntos Civiles, la mayoría de los supervivientes ya están instalados en tiendas de campaña y se les ha proporcionado alimento, agua potable y otras necesidades básicas.
“Un total de 25 mil tiendas de campaña, 52 mil mantas, 16 mil abrigos y 850 toneladas de comida preparada y agua potable han llegado ya a la zona de terremoto”, dijo el director del Departamento de Operaciones de Rescate de dicha cartera, Zou Ming, en una rueda de prensa para informar de las consecuencias del sismo, celebrada en Beijing.
Desde el pasado miércoles, muchas personas se han visto obligadas a dormir a la intemperie bajo unas temperaturas mínimas, ya que la ayuda humanitaria tarda mucho en llegar, debido al mal estado de las carreteras de acceso a la zona.
A pesar de las malas condiciones meteorológicas y de que las esperanzas de encontrar supervivientes cada vez son menores, los equipos de salvamento trabajan sin descanso y hoy han rescatado a un hombre de 68 años de edad que llevaba 100 horas sepultado entre las ruinas de los edificios.
Noventa por ciento de la población en esta zona es tibetana, por lo que los servicios médicos se han visto con grandes dificultades para comunicarse con sus pacientes.
Por ello, un gran número de estudiantes tibetanos se ofrecieron como voluntarios para hacer de intérpretes a los doctores y apoyar a los heridos.
Ayer, cientos de fallecidos fueron incinerados para evitar posibles brotes de enfermedades, mientras los monjes budistas rezaban por las víctimas.
Las cifras del terremoto
Mil 706 son los muertos reportados por las autoridades.
12 mil 128 personas heridas reciben atención médica.
Mil 424 de éstas se encuentran en condición grave.
17 mil personas han sido rescatadas de entre escombros.
7.1 grados en la escala de Richter registró el sismo del día 14.
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