Internacional
Hondureños acuden a las urnas en polémicas elecciones
Muchos ven a estas elecciones como la solución para la crisis política del país
TEGUCIGALPA, HONDURAS.-
Los hondureños comenzaron a votar el domingo por la mañana en una elección que es vista por muchos como la solución a la crisis política en que está sumido el país, luego que el depuesto mandatario instó a los electores a no sufragar en un proceso que él considera ilegal.
"Creo que las elecciones son la salida más viable a esta crisis, tenemos que tener un gobierno democrático'', dijo el domingo a la AP Julia de Jesús Tercero, una hondureña de 71 años que ha votado en todas las elecciones de este país desde que cumplió la mayoría de edad.
Las elecciones comenzaron oficialmente a las siete de la mañana, cuando el presidente del Tribunal Supremo Electoral, José Saúl Escobar Andrade, recibió el juramento de parte de los presidentes de las mesas de votación de un centro de votación y se emitió el primer voto del proceso electoral.
Más de 4.6 millones de hondureños están convocados a participar en estas polémicas votaciones en que se elegirá a un presidente para encabezar un gobierno que reemplazará la administración de facto surgida tras el golpe militar del 28 de junio pasado.
El presidente de facto, Roberto Micheletti, llamó a la población a acudir de forma masiva a las urnas instaladas en cinco mil 370 centros de votación.
``Pido que vayamos a ejercer el sufragio que no tengamos miedo porque hay garantías de las fuerzas armadas, los reservistas y los policías. Protección para todos'', dijo Micheletti momentos después de votar para referirse a que los 16 mil militares, 14 mil policías y un contingente de 5.000 reservistas están a cargo de la seguridad en los comicios.
Mientras, el depuesto mandatario Manuel Zelaya instó a los hondureños a no ejercer el sufragio en una elección que él considera ilegal.
Zelaya está recluido en la embajada de Brasil desde que volvió al país el 21 de septiembre de forma intempestiva.
Desde allí vaticinó en una entrevista el domingo con Radio Globo que "el abstencionismo en las elecciones será mayor al 50%. El abstencionismo derrotará a la dictadura (de Micheletti)''.
El Tribunal Supremo Electoral ha confirmado la participación de más de 300 observadores internacionales pero estarán ausentes las misiones de observación de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, que tradicionalmente verifican los procesos electorales en al región.
Estados Unidos y Costa Rica, que habían asegurado que no reconocerían las elecciones tras el golpe de estado, anunciaron esta semana que reconocerán al próximo gobierno si las votaciones se llevan a cabo de una forma transparente y creíble.
Durante toda la semana, estallaron pequeñas bombas por toda Tegucigalpa hechos que el gobierno atribuye al Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado y los simpatizantes de Zelaya achacan al gobierno.
La víspera, la policía encontró dos granadas propulsadas por cohete en una casa cercana al palacio de gobierno y en otro allanamiento decomisó explosivos.
Los dos candidatos con mayor porcentaje de intención de voto, según una encuesta publicada a finales de octubre, son Porfirio Lobo, del Partido Nacional y Elvin Santos, del Partido Liberal. Ambos son acaudalados empresarios.
Los candidatos, el gobierno de facto e incluso Estados Unidos han dicho que la elección es la salida a la crisis desatada por el golpe de estado.
Zelaya por su parte sostiene que ``las elecciones no resolverán el complot en mi contra... serán un fracaso y Estados Unidos tendrá que rectificar su postura''.
Además dijo que no es cierto que haya pedido asilo a Brasil u otro país.
"Creo que las elecciones son la salida más viable a esta crisis, tenemos que tener un gobierno democrático'', dijo el domingo a la AP Julia de Jesús Tercero, una hondureña de 71 años que ha votado en todas las elecciones de este país desde que cumplió la mayoría de edad.
Las elecciones comenzaron oficialmente a las siete de la mañana, cuando el presidente del Tribunal Supremo Electoral, José Saúl Escobar Andrade, recibió el juramento de parte de los presidentes de las mesas de votación de un centro de votación y se emitió el primer voto del proceso electoral.
Más de 4.6 millones de hondureños están convocados a participar en estas polémicas votaciones en que se elegirá a un presidente para encabezar un gobierno que reemplazará la administración de facto surgida tras el golpe militar del 28 de junio pasado.
El presidente de facto, Roberto Micheletti, llamó a la población a acudir de forma masiva a las urnas instaladas en cinco mil 370 centros de votación.
``Pido que vayamos a ejercer el sufragio que no tengamos miedo porque hay garantías de las fuerzas armadas, los reservistas y los policías. Protección para todos'', dijo Micheletti momentos después de votar para referirse a que los 16 mil militares, 14 mil policías y un contingente de 5.000 reservistas están a cargo de la seguridad en los comicios.
Mientras, el depuesto mandatario Manuel Zelaya instó a los hondureños a no ejercer el sufragio en una elección que él considera ilegal.
Zelaya está recluido en la embajada de Brasil desde que volvió al país el 21 de septiembre de forma intempestiva.
Desde allí vaticinó en una entrevista el domingo con Radio Globo que "el abstencionismo en las elecciones será mayor al 50%. El abstencionismo derrotará a la dictadura (de Micheletti)''.
El Tribunal Supremo Electoral ha confirmado la participación de más de 300 observadores internacionales pero estarán ausentes las misiones de observación de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, que tradicionalmente verifican los procesos electorales en al región.
Estados Unidos y Costa Rica, que habían asegurado que no reconocerían las elecciones tras el golpe de estado, anunciaron esta semana que reconocerán al próximo gobierno si las votaciones se llevan a cabo de una forma transparente y creíble.
Durante toda la semana, estallaron pequeñas bombas por toda Tegucigalpa hechos que el gobierno atribuye al Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado y los simpatizantes de Zelaya achacan al gobierno.
La víspera, la policía encontró dos granadas propulsadas por cohete en una casa cercana al palacio de gobierno y en otro allanamiento decomisó explosivos.
Los dos candidatos con mayor porcentaje de intención de voto, según una encuesta publicada a finales de octubre, son Porfirio Lobo, del Partido Nacional y Elvin Santos, del Partido Liberal. Ambos son acaudalados empresarios.
Los candidatos, el gobierno de facto e incluso Estados Unidos han dicho que la elección es la salida a la crisis desatada por el golpe de estado.
Zelaya por su parte sostiene que ``las elecciones no resolverán el complot en mi contra... serán un fracaso y Estados Unidos tendrá que rectificar su postura''.
Además dijo que no es cierto que haya pedido asilo a Brasil u otro país.
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