Internacional
Hollande y Monti piden a Israel renuncie a nuevos asentamientos
Hollande opinó sobre el conflicto Israel-Palestina durante la rueda de prensa final de la cumbre franco-italiana en Lyon
PARÍS, FRANCIA (03/DIC/2012).- El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, pidieron a Israel que renuncie al proyecto de construir nuevos asentamientos en los territorios palestinos ocupados, al considerar que es contrario a la solución del conflicto.
"Estamos preocupados por las decisiones que, espero, no serán aplicadas, de instalar tres mil viviendas en las zonas que no están previstas para este tipo de instalaciones y que ponen en entredicho la posición de la comunidad internacional sobre los dos Estados", afirmó Hollande durante la rueda de prensa final de la cumbre franco-italiana en Lyon (sur).
Ante Monti, el presidente galo reiteró que el proyecto de Tel Aviv "es contrario al diálogo y por tanto tiene que ser retirado".
Al tiempo, Hollande pidió que las dos partes vuelvan al terreno de las negociaciones "cuanto antes mejor".
El presidente francés, que confirmó que el embajador israelí en Francia fue convocado por su Ministerio de Exteriores para tratar este asunto, señaló que, por el momento, Francia no tiene previsto adoptar otras medidas contra Tel Aviv.
"No estamos en una lógica de sanciones. Estamos en un trabajo de convicción. Hacemos un llamamiento a la responsabilidad. Sé que hay elecciones en enero en Israel y espero que se desarrollen en las mejores condiciones", indicó el presidente francés.
El embajador israelí en París acudió al Ministerio de Exteriores francés, donde le mostraron la "viva preocupación" de París por el proyecto de construir tres mil viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania, lo que puede comprometer la continuidad territorial de un futuro Estado palestino.
"La colonización es ilegal en todas sus formas a la vista del derecho internacional y perjudica la confianza necesaria para retomar el diálogo y constituye un obstáculo a una paz justa fundada en la solución con dos Estados", señaló.
La decisión israelí de autorizar los nuevos asentamientos fue tomada un día después de que el pasado jueves la Asamblea General de la ONU admitiera a Palestina como Estado observador, una decisión que Francia votó favorablemente.
"Estamos preocupados por las decisiones que, espero, no serán aplicadas, de instalar tres mil viviendas en las zonas que no están previstas para este tipo de instalaciones y que ponen en entredicho la posición de la comunidad internacional sobre los dos Estados", afirmó Hollande durante la rueda de prensa final de la cumbre franco-italiana en Lyon (sur).
Ante Monti, el presidente galo reiteró que el proyecto de Tel Aviv "es contrario al diálogo y por tanto tiene que ser retirado".
Al tiempo, Hollande pidió que las dos partes vuelvan al terreno de las negociaciones "cuanto antes mejor".
El presidente francés, que confirmó que el embajador israelí en Francia fue convocado por su Ministerio de Exteriores para tratar este asunto, señaló que, por el momento, Francia no tiene previsto adoptar otras medidas contra Tel Aviv.
"No estamos en una lógica de sanciones. Estamos en un trabajo de convicción. Hacemos un llamamiento a la responsabilidad. Sé que hay elecciones en enero en Israel y espero que se desarrollen en las mejores condiciones", indicó el presidente francés.
El embajador israelí en París acudió al Ministerio de Exteriores francés, donde le mostraron la "viva preocupación" de París por el proyecto de construir tres mil viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania, lo que puede comprometer la continuidad territorial de un futuro Estado palestino.
"La colonización es ilegal en todas sus formas a la vista del derecho internacional y perjudica la confianza necesaria para retomar el diálogo y constituye un obstáculo a una paz justa fundada en la solución con dos Estados", señaló.
La decisión israelí de autorizar los nuevos asentamientos fue tomada un día después de que el pasado jueves la Asamblea General de la ONU admitiera a Palestina como Estado observador, una decisión que Francia votó favorablemente.
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