Internacional
Histórica reforma de salud pasa primer obstáculo en Senado de EU
La iniciativa de ley busca extender la cobertura médica a unos 31 millones de estadounidenses que carecen de ella
Senado de Estados Unidos tendrá un debate acalorado sobre el futuro de la
salud pública después del día de Acción de Gracias, luego que un plan histórico para reformar el sistema pasara su primer obstáculo clave en el Senado el sábado por la noche con la cantidad justa de votos, por encima de la oposición republicana.
La iniciativa de ley busca extender la cobertura médica a unos 31 millones de estadounidenses que carecen de ella, combatir ciertas prácticas de las compañías de seguros que niegan o diluyen las prestaciones y frenar la escalada nacional de gastos médicos.
El proyecto busca extender la cobertura médica a unos 31 millones de estadounidenses que no la tienen, combatir algunas prácticas de las empresas aseguradoras como el negarse a aceptar como clientes a quienes ya padecen una enfermedad y en todo el país.
Entre menciones a la memoria del difunto senador Edward M. Kennedy, defensor de políticas de salud progresistas durante décadas, los demócratas cerraron filas el sábado por la noche para que el histórico proyecto pasara a debate en el pleno del Senado por 60 votos contra 39, en el cuerpo de 100 miembros.
La vehemente oposición de los republicanos, que quisieran infligirle una derrota severa al presidente Barack Obama, determinó que no sobrara ni un voto.
La votación allanó el camino para un debate histórico después del feriado nacional del Día de Acción de Gracias, que este año se celebra el jueves 26 de noviembre.
La votación se realizó en una inusitada sesión sabatina en el Senado, en la que las galerías de espectadores estuvieron llenas. Cuando se anunció el resultado, hubo breves aplausos. Los senadores se mantuvieron silenciosos en sus bancas y sólo se pusieron de pie cuando cada uno debía emitir su voto.
En los minutos finales de una sesión que duró todo el día, el líder de la mayoría demócrata Harry Reid acusó a la oposición de intentar suprimir un debate histórico que el país necesita.
``Imagínense si, en lugar de debatir si había que abolir la esclavitud, en lugar de debatir si se les daba a las mujeres y las minorías el derecho al voto, aquellos que estaban en desacuerdo hubieran silenciado la discusión y matado la votación'', dijo.
El líder de la minoría republicana Mitch McConnell dijo que el voto no era sólo un trámite y lo definió como un referéndum sobre el proyecto de ley en sí, el que según dijo elevaría los impuestos, reduciría los servicios de salud para ancianos del programa Medicare y crearía una ``deuda masiva e insostenible''.
El resultado había quedado sellado algunas horas antes cuando las dos últimas senadoras demócratas cuyo apoyo no estaba garantizado, Mary Landrieu de Luisiana y Blanche Lincoln de Arkansas, anunciaron que votarían a favor de mandar el proyecto a debate en el pleno.
"Me queda claro que no hacer nada no es una opción'', dijo Landrieu, que consiguió que se incluyeran en el proyecto 100 millones de dólares para gastos de salud de su estado.
Lincoln, que se enfrenta a una dura lucha para ser reelegida el año próximo, dijo que el voto del sábado era el ``inicio de la evaluación del proyecto por parte del Senado, no el final''.
Ambas senadoras aclararon que no comprometían su voto final para aprobar el proyecto.
Según el proyecto de ley de Reid, casi todos los habitantes estarían obligados a comprar seguros médicos y se cobrarían miles de millones de dólares en nuevos impuestos a las aseguradoras y los estadounidenses de mayores ingresos para ayudar a ampliar la cobertura a los 30 millones de personas no aseguradas. Además, las compañías de seguros ya no le podrán negar sus servicios a las personas con ciertos problemas médicos ni abandonar a sus clientes cuando se enferman.
La votación en el senado surge dos semanas después de que la Cámara de Representantes aprobara su propia iniciativa de ley para la reforma con 220 votos a favor y 215 en contra.
Después de la votación el sábado los senadores tendrán el receso del Día de Acción de Gracias y a su regreso continuará el debate con posibles enmiendas y otros aprietos por tratar de conseguir la mayoría de los votos.
Los líderes del Senado esperan tener una iniciativa final para antes de que termine el año, si eso sucede se podrían unificar las versiones de ambas cámaras para que Obama finalmente tenga un proyecto listo para promulgar.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El
La iniciativa de ley busca extender la cobertura médica a unos 31 millones de estadounidenses que carecen de ella, combatir ciertas prácticas de las compañías de seguros que niegan o diluyen las prestaciones y frenar la escalada nacional de gastos médicos.
El proyecto busca extender la cobertura médica a unos 31 millones de estadounidenses que no la tienen, combatir algunas prácticas de las empresas aseguradoras como el negarse a aceptar como clientes a quienes ya padecen una enfermedad y en todo el país.
Entre menciones a la memoria del difunto senador Edward M. Kennedy, defensor de políticas de salud progresistas durante décadas, los demócratas cerraron filas el sábado por la noche para que el histórico proyecto pasara a debate en el pleno del Senado por 60 votos contra 39, en el cuerpo de 100 miembros.
La vehemente oposición de los republicanos, que quisieran infligirle una derrota severa al presidente Barack Obama, determinó que no sobrara ni un voto.
La votación allanó el camino para un debate histórico después del feriado nacional del Día de Acción de Gracias, que este año se celebra el jueves 26 de noviembre.
La votación se realizó en una inusitada sesión sabatina en el Senado, en la que las galerías de espectadores estuvieron llenas. Cuando se anunció el resultado, hubo breves aplausos. Los senadores se mantuvieron silenciosos en sus bancas y sólo se pusieron de pie cuando cada uno debía emitir su voto.
En los minutos finales de una sesión que duró todo el día, el líder de la mayoría demócrata Harry Reid acusó a la oposición de intentar suprimir un debate histórico que el país necesita.
``Imagínense si, en lugar de debatir si había que abolir la esclavitud, en lugar de debatir si se les daba a las mujeres y las minorías el derecho al voto, aquellos que estaban en desacuerdo hubieran silenciado la discusión y matado la votación'', dijo.
El líder de la minoría republicana Mitch McConnell dijo que el voto no era sólo un trámite y lo definió como un referéndum sobre el proyecto de ley en sí, el que según dijo elevaría los impuestos, reduciría los servicios de salud para ancianos del programa Medicare y crearía una ``deuda masiva e insostenible''.
El resultado había quedado sellado algunas horas antes cuando las dos últimas senadoras demócratas cuyo apoyo no estaba garantizado, Mary Landrieu de Luisiana y Blanche Lincoln de Arkansas, anunciaron que votarían a favor de mandar el proyecto a debate en el pleno.
"Me queda claro que no hacer nada no es una opción'', dijo Landrieu, que consiguió que se incluyeran en el proyecto 100 millones de dólares para gastos de salud de su estado.
Lincoln, que se enfrenta a una dura lucha para ser reelegida el año próximo, dijo que el voto del sábado era el ``inicio de la evaluación del proyecto por parte del Senado, no el final''.
Ambas senadoras aclararon que no comprometían su voto final para aprobar el proyecto.
Según el proyecto de ley de Reid, casi todos los habitantes estarían obligados a comprar seguros médicos y se cobrarían miles de millones de dólares en nuevos impuestos a las aseguradoras y los estadounidenses de mayores ingresos para ayudar a ampliar la cobertura a los 30 millones de personas no aseguradas. Además, las compañías de seguros ya no le podrán negar sus servicios a las personas con ciertos problemas médicos ni abandonar a sus clientes cuando se enferman.
La votación en el senado surge dos semanas después de que la Cámara de Representantes aprobara su propia iniciativa de ley para la reforma con 220 votos a favor y 215 en contra.
Después de la votación el sábado los senadores tendrán el receso del Día de Acción de Gracias y a su regreso continuará el debate con posibles enmiendas y otros aprietos por tratar de conseguir la mayoría de los votos.
Los líderes del Senado esperan tener una iniciativa final para antes de que termine el año, si eso sucede se podrían unificar las versiones de ambas cámaras para que Obama finalmente tenga un proyecto listo para promulgar.
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