Internacional

Hija de “Mel” narra la noche de la expulsión

Un comando del Ejército de Honduras reventó la puerta de la casa del presidente Manuel Zelaya y, a punta de fusil, lo secuestró para sacarlo del país

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hace poco más de tres meses, un comando del Ejército de Honduras reventó la puerta de la casa del presidente Manuel “Mel” Zelaya y, a punta de fusil, lo secuestró para sacarlo del país. La única persona de la familia que en ese momento se encontraba en la casa era su hija menor, Xiomara, de 24 años.

El lunes pasado, la hija del presidente Zelaya pasó la mañana junto al perímetro de seguridad instalado por el Gobierno golpista de Roberto Micheletti en torno a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde continúan refugiados su padre, su madre y un grupo de leales.

Xiomara intentaba el lunes pasado que los militares la dejaran pasar con un cargamento de ropa y víveres.

¿Cuál es la situación de su familia?

Las medidas de represión, el hostigamiento, el terror mediático... Todo eso incentiva el temor. Pero tener un presidente que se mantiene firme en sus convicciones, que no va a defraudar al pueblo hondureño hasta lograr la restitución del sistema democrático... El tener un presidente así nos da fuerza...

Pero usted está hablando como una militante, no como la hija del presidente Zelaya... Como hija, ¿qué es lo que siente?

Mire, es un poco difícil expresarle mis sentimientos como hija, porque yo, para poder superar todo esto, para poder sentirme espiritualmente fuerte, he tenido que desligarme del sentimiento paternal. Si lo siento como padre, me dolerían un poco más las cosas que están sucediendo ahora. Me he desligado.

Y me ha dolido desligarme. Pero he conseguido convertirme en una más, en una ciudadana más que está reclamando sus derechos, que está reclamando justicia para el país. Así que yo no lo veo ahora como mi padre, sino como un líder.

¿Usted también siente el acoso del Gobierno de Micheletti?

Desde el primer día. Nos congelaron cuentas bancarias sin orden fiscal, tarjetas de crédito sin orden fiscal. A nosotros y a toda la familia. Nos hicieron creer que había órdenes de captura en contra de mi mamá, de mí, de mis tíos... Me sentía hostigada. Pero lo más terrible fue cuando nosotros quisimos ir a El Paraíso para seguir hacia la frontera entre Nicaragua y Honduras a ver a mi papá.

Diferentes empresarios se reunieron y en horas de la madrugada dispararon hacia el hotel donde estábamos. Nos dijeron que si a las seis de la mañana no nos íbamos de allí, iba a haber sangre. Era una persecución salvaje.

Usted estaba la madrugada del 28 de junio, cuando los militares asaltaron su casa...

Sí, yo estaba aquella noche allí. Era el único familiar que estaba con él y cada día, y más hoy, siento que se reviven esos momentos. Cuando se suspenden las garantías, porque también se suspendieron en aquel momento. Cuando se cierran los medios de comunicación... Cuando se impone el toque de queda. Cada día lo revivo.

¿Temió por su vida?

Más que por mi vida, temí por la de mi papá. Yo sabía que entraban a la casa no a buscarme a mí, sino a mi papá. Y cuando escuché las ráfagas de disparos, temí por su vida. Ése fue el momento más crítico para mí. No estaba preparada para vivir aquel momento. Ahora ya sabemos lo que son capaces de hacer, y estamos preparados.

Frases:

Nos hicieron creer que había órdenes de captura en contra de mi mamá, de mí, de mis tíos

Yo no lo veo ahora como mi padre (Manuel Zelaya), sino como un líder

Xiomara Zelaya, hija del presidente de Honduras.
 
Vida cotidiana

Los Zelaya trasladan su rutina a la embajada


De acuerdo con la periodista hondureña Vilma Perdomo la familia del presidente depuesto, Manuel “Mel” Zelaya, se ha mantenido cerca de él en todo momento, desde que regresó al país el 21 de septiembre.

La periodista aseguró que cuando Zelaya se encontraba fuera del país, su esposa, Xiomara Castro de Zelaya se reunía con los manifestantes, y mantenía contacto telefónico y electrónico con “Mel”.

“Hasta el momento la señora Xiomara se encuentra con el señor Manuel Zelaya en la embajada de Brasil, su hija mantiene mucho contacto con ellos”.

¿Cómo es la vida de la familia, tienen alguna seguridad especial, se muestran en público?

Sí, ellos no han tenido ningún tipo de cuidados especiales por parte de ninguna autoridad ni de las Fuerzas Armadas, en su momento fueron bloqueados, como en el caso que Zelaya quería entrar por la frontera, pero nunca recibieron ningún tipo de agresión ni amenaza”.

En entrevista telefónica, la periodista del diario hondureño “La Tribuna”, aseguró que la esposa se encuentra con él, todos los días salen a la terraza de la embajada de Brasil y sólo Zelaya formula declaraciones periodísticas o ambos saludan a los seguidores que se encuentren en el lugar.

El hijo mayor del presidente depuesto no se encuentra en contacto con ellos, como sí lo están la hija y la esposa.

“Estuvo con Zelaya cuando estuvo fuera del país, pero ahora que se encuentra en la embajada el hijo no ha ido a visitarlo y la verdad desconocemos la razón, lo más seguro es que estén en contacto telefónicamente”.

Xiomara, en cambio, ha evitado el contacto con la prensa. Lo último que ha declarado, según la reportera hondureña, es que siente incómoda en el edificio de la embajada, porque no puede realizar su vida de antes, también se ha quejado por problemas de salud, pero nada de gravedad.

De acuerdo con Vilma Perdomo la familia sigue su vida normal, dentro de lo que cabe, y apoya en todo momento al presidente depuesto. (Fernanda Rangel)

Revista brasileña

Micheletti admite que fue error la forma del golpe

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.-
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, admitió que la forma en que los militares sacaron de Honduras al gobernante depuesto, Manuel Zelaya, el 28 de junio pasado “fue un error”, en una entrevista a la revista brasileña “Veja”.

“Sí, fue un error. Los militares deberían haberlo llevado a los tribunales, pero decidieron sacarlo del país para evitar un derramamiento de sangre. Por eso decidieron llevarlo a Costa Rica. (En Honduras) No habría una prisión segura para él”.

El gobernante de facto recalcó que él no tuvo responsabilidad por esa acción, reiteró que ocupa la presidencia “obedeciendo a la Constitución” y que dejará el cargo el 27 de enero, después de ceder los poderes a quien salga elegido en las urnas.

Micheletti también aprovechó para criticar a Zelaya, de quien dijo que es un “muñeco” del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien “le insufló ideas de grandeza y también le dio dinero”.

A Chávez lo acusó de ser “ególatra y megalómano” y de tener ilusiones de construir un imperio personalista, para lo que “ha vertido el dinero del pueblo venezolano en todos lugares, para comprar apoyo y consciencias”.
El presidente de facto también criticó al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por permitir que “Zelaya convocase a la insurrección y a la violencia desde el balcón de su embajada”.

Además, negó que el Ejército hondureño haya lanzado gases dentro de la legación diplomática brasileña para forzar la salida del gobernante depuesto. “Ésa es una acusación patética, un teatro más de Zelaya. Mandamos peritos y médicos allá y no hubo nada”.

Zelaya permanece refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa en calidad de huésped, desde el 21 de septiembre, después de que ingresara clandestinamente al país.

A 100 días del golpe

Incertidumbre e indiferencia se respira por Tegucigalpa

TEGUCIGALPA.-
A 100 días del golpe de Estado que sacó del poder al presidente Manuel Zelaya, la población vive entre la incertidumbre y el escepticismo un conflicto que mantiene sumida a la nación centroamericana en su peor crisis política en décadas.

En las deterioradas calles del centro de Tegucigalpa hay una vida ajena a lo que ocurre en la casa presidencial, enclavada en un exclusivo barrio y que alberga al presidente de facto Roberto Micheletti, o en la sitiada embajada de Brasil, que aloja al destituido Zelaya.

Entre militares con fusiles en ristre, los hondureños se sientan en el Parque Central, la principal plaza capitalina, para opinar sin temor a represalias y criticar a toda una clase política a la que culpan por el difícil momento actual.

Los mensajes equívocos de ambos líderes, que por un lado llaman al diálogo y por el otro desprecian a su respectivo adversario, se repiten en las murallas de barrios lujosos y humildes, plagadas de leyendas del estilo “Pinocheletti asesino” o “Muera el chavista comunista Zelaya”.

La dividida Honduras se mantiene en una severa crisis tras el derrocamiento el 28 de junio de Zelaya.
Micheletti, empresario, presidente del Congreso y correligionario del también hombre de negocios Zelaya en el Partido Liberal, asumió como presidente de facto.

El enfrentamiento entre ambos políticos y hombres de negocios hace pensar a los hondureños que lo que se disputa es más que el poder político en el tercer país más pobre de América, después de Haití y Nicaragua.

A pesar del escepticismo, la campaña electoral inició el primero de septiembre, pero la prohibición de concentraciones masivas terminó por convencer a los partidos de  la necesidad de apoyar una negociación
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