Internacional

Haití eleva a 316 mil la cifra de muertos por sismo

En el primer aniversario del desastre, también reportan 350 mil heridos y más de 1.5 millones de damnificados

- La OEA augura retos enormes
en la reconstrucción de Haití
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PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ (12/ENE/2010).- El primer ministro de Haití, Jean-Max  Bellerive, dijo el miércoles que el sismo que devastó el país hace un año dejó  hasta ahora 316 mil muertos, 350 mil heridos y más de 1.5 millones de  damnificados.

Haití lloró el miércoles a lasvíctimas de su devastador terremoto del 2010, en un sombrío primer aniversario marcado por el pesimismo sobre la lenta reconstrucción y la incertidumbre política.

Modificando al alza las estimaciones previas del presidente René Preval del pasado 1 de enero, de 300 mil muertes provocadas por el terremoto del 12 de enero, el primer ministro Jean-Max Bellerive dijo que la recuperación de cadáveres adicionales durante el año dejaba la cifra total en 316 mil personas.

La ONU estima que más de 220 mil personas murieron y que 1.2 millones de personas quedaron en la calle.  

Bellerive dijo, por el contrario, que el número de personas que siguen  viviendo en campos de refugiados estaba más cerca de 400 mil que de 800 mil,  como afirmó recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El primer ministro haitiano también dijo en una conferencia de prensa que  el desastre había causado daños estimados en 7 mil 800 millones de dólares y que  casi el 17% de los funcionarios del país había perecido.

Por último, aseguró que se habían removido más de tres millones de metros  cúbicos de escombros, pero que aún quedan por retirar 10 millones más.  

El funcionario habló en rueda de prensa junto al ex presidente de Estados Unidos y enviado especial de la ONU en Haití Bill Clinton, luego de que miles de haitianos, muchos vestidos de blanco, asistieron a conmovedoras misas en memoria de los fallecidos en diversas zonas de la capital del golpeado país caribeño.

En una ceremonia en las ruinas de la catedral nacional en la devastada capital Puerto Príncipe, a la que asistió el enviado papal a Haití, muchos dolientes extendían sus brazos, gritando los nombres de los seres queridos que perdieron e implorando la ayuda de Dios.

Pero una señal de la frustración popular por el lento ritmo de los esfuerzos de reconstrucción respaldados por la comunidad internacional, unos 60 manifestantes mostraron letreros en el centro de la ciudad criticando a las fuerzas de paz de la ONU y a las ONG de ayuda.

Un letrero condenaba la "ocupación" de Haití, mientras otros decían "Las ONG están botando dinero".

Pero en general el ánimo era tranquilo y sombrío en la devastada ciudad litoral, que permanece cubierta de escoibros tras el gran terremoto que azotó a la empobrecida nación caribeña a las 16.53 horas un año atrás.

Pese a una abundante solidaridad para Haití desde todo el mundo, miles de millones de dólares en promesas de ayuda y una operación humanitaria en curso, los locales dicen que siguen esperando ver un impacto positivo en el Estado más pobre del hemisferio occidental.

"Si la reconstrucción fuera seria, la misa habría sido dentro de la iglesia reconstruida", dijo Carla Fleuriven, que a sus 19 años tiene tres hijos e iba vestida con una falda y blusa blancas.

El 12 de enero del año pasado, la joven vio cómo colapsaba la catedral, junto a su casa, y ahora vive en un albergue improvisado. Ella es una de los más de 800 mil sobrevivientes del terremoto que no tienen hogar y siguen acampando en tiendas 12 meses después del desastre.

Haití, uno de los países más pobres del mundo, ya se encontraba en problemas antes del terremoto. Pero las promesas de la comunidad internacional de "construir un Haití mejor" son sólo palabras vacías para los más vulnerables del país.

"Despertamos todas las mañanas en el polvo (...) Necesitamos personas que puedan entender el país, que puedan cambiar el país", dijo Fleuriven.

El trabajo de reconstrucción apenas ha comenzado, debido a la especulación de la pequeña y corrupta elite haitiana que ha alcanzado proporciones épicas y una epidemia nacional de cólera se sumó a la miserable situación del país.

Música solemne

Las normalmente locuaces estaciones radiales del país transmitieron música solemne y las tiendas, comercios, bancos, escuelas y oficinas gubernamentales estuvieron cerradas durante el día de conmemoración nacional declarado por el Gobierno del presidente René Preval.

El ex presidente estadounidense Bill Clinton asistía a las misas junto a otros dignatarios y celebridades, contando al cantante haitiano-estadounidense de hip-hop Wyclef Jean.

Pero en Campos de Marte, la plaza central de la capital donde miles de familias que se quedaron sin hogar por el sismo viven en un sofocante campamento, los residentes dijeron que las ceremonias oficiales y las renovadas promesas de ayuda de las autoridades extranjeras parecían algo de otro mundo.

Cientos de miles de personas siguen viviendo en esos campamentos y están cayendo víctimas del cólera, la enfermedad que ya ha causado 3.750 muertos desde mediados de octubre.

Con información de AFP y Reuters
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