Internacional
Habrá monarquía 'renovada': Felipe VI
Busca potenciar el papel internacional del España y mantener la unidad territorial
MADRID, ESPAÑA (20/JUN/2014).- En su discurso de proclamación, Felipe VI se comprometió a ganarse la confianza de los ciudadanos —la cual se desvaneció ante los casos de corrupción en los que estuvieron implicados miembros de la familia real—; encarnar “una monarquía renovada para un tiempo nuevo”; y a potenciar el papel internacional de España, que dijo, puede mantener la unidad territorial dentro de su diversidad.
Vestido con uniforme militar y luciendo el fajín de capitán general de los ejércitos que poco antes le había traspasado su padre Juan Carlos I, Felipe VI, de 46 años, juró “guardar y hacer guardar la Constitución” que en 1978 devolvió la democracia a España.
El nuevo rey abogó por una España en la que los ciudadanos “recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones” y en la que “no se rompan nunca los puentes del entendimiento”.
En este contexto, se comprometió a buscar la cercanía de los ciudadanos, a “saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza”, para lo que, según destacó, la Corona debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.
A la ceremonia, a la que no fueron invitados jefes de Estado extranjeros ni representantes de otras familias reales, no asistieron la hermana menor del nuevo rey, la infanta Cristina, ni el esposo de ésta, Iñaki Urdangarin, ambos imputados en un caso de presunta corrupción.
Felipe VI y su país enfrentan una multitud de problemas. España apenas está saliendo de una doble recesión, con una tasa de desempleo de 26%. Los escándalos han manchado a la familia real y alentado las campañas para abolir la monarquía, mientras poderosos grupos de las regiones abogan por una mayor autonomía, cuando no directamente la secesión.
“Quiero afirmar como rey mi fe en la unidad de España, de la que la Corona es símbolo”, afirmó, en referencia al desafío de Cataluña, región determinada a celebrar un referéndum de independencia el 9 de noviembre.
“En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos”.
Las ceremonias fueron estrictamente laicas, un gesto considerado como prueba de modernización de una institución identificada durante siglos con la fe católica.
“Es una ruptura muy inteligente con una tradición larguísima”, afirmó el analista y ex director del diario ABC, José Antonio Zarzalejos. “Es un mensaje de que la corona es neutral”, en una sociedad “aconfesional y multirreligiosa”.
RECEPCIÓN EN EL PALACIO REAL
Los nuevos reyes de España, Felipe VI y Letizia, ofrecieron una recepción para más de dos mil personas en el Palacio Real con motivo de la proclamación del monarca. La pareja saludó uno a uno a los invitados, una muestra de la sociedad española: máximos dirigentes políticos e institucionales, líderes sindicales, cúpula militar, de la Iglesia católica y directores de medios de comunicación.
En la recepción se podían ver rostros de todos los niveles. Desde un taxista que este jueves se convirtió en abuelo de la primera Reina de España de clase media, hasta los banqueros y empresarios más poderosos del país como Emilio Botín, del Banco Santander; Francisco González, de BBVA; Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, entre otros. Así como diversos cantantes entre ellos David Bisbal y Alejandro Sanz.
Entre los dirigentes políticos se encontraban el presidente de España, Mariano Rajoy, así como los presidentes de todas las comunidades autónomas, menos el del País Vasco, Iñigo Urkullu, que sí asistió a la ceremonia de proclamación en el Congreso de los Diputados.
También estuvieron presentes los ex presidentes del Gobierno español Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
La recepción, que incluía un vino español para los invitados, es el acto con que se cierran las actividades por la proclamación del nuevo rey Felipe VI.
VOCES
Apoyo para el nuevo rey
“En nombre de Estados Unidos felicito a su majestad Felipe VI con ocasión de su investidura como rey de España. También me siento agradecido con el rey Juan Carlos I por su amistad y liderazgo al guiar la democracia de España”.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos.
“Felicito a Felipe VI por su coronación, estoy encantado con sus planes de visitar Nueva York en septiembre para asistir a la Asamblea General. Espero poder seguir trabajando con él igual como con su padre el rey Juan Carlos I”.
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
“Deseo a Felipe VI éxitos en su servicios por el bien del pueblo de España. Espero que las relaciones bilaterales continúen en desarrollo a tenor de la amistad y respeto mutuo generados durante el mandato de Juan Carlos I”.
Vladimir Putin, presidente de Rusia.
“Felipe VI llega en un momento de importantes retos para España y para la Unión Europea, retos que el nuevo rey, por su personalidad y su preparación sabrá sin duda afrontar”.
José Manuel Durao Barroso, dirigente de la Comisión Europea.
Vestido con uniforme militar y luciendo el fajín de capitán general de los ejércitos que poco antes le había traspasado su padre Juan Carlos I, Felipe VI, de 46 años, juró “guardar y hacer guardar la Constitución” que en 1978 devolvió la democracia a España.
El nuevo rey abogó por una España en la que los ciudadanos “recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones” y en la que “no se rompan nunca los puentes del entendimiento”.
En este contexto, se comprometió a buscar la cercanía de los ciudadanos, a “saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza”, para lo que, según destacó, la Corona debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.
A la ceremonia, a la que no fueron invitados jefes de Estado extranjeros ni representantes de otras familias reales, no asistieron la hermana menor del nuevo rey, la infanta Cristina, ni el esposo de ésta, Iñaki Urdangarin, ambos imputados en un caso de presunta corrupción.
Felipe VI y su país enfrentan una multitud de problemas. España apenas está saliendo de una doble recesión, con una tasa de desempleo de 26%. Los escándalos han manchado a la familia real y alentado las campañas para abolir la monarquía, mientras poderosos grupos de las regiones abogan por una mayor autonomía, cuando no directamente la secesión.
“Quiero afirmar como rey mi fe en la unidad de España, de la que la Corona es símbolo”, afirmó, en referencia al desafío de Cataluña, región determinada a celebrar un referéndum de independencia el 9 de noviembre.
“En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos”.
Las ceremonias fueron estrictamente laicas, un gesto considerado como prueba de modernización de una institución identificada durante siglos con la fe católica.
“Es una ruptura muy inteligente con una tradición larguísima”, afirmó el analista y ex director del diario ABC, José Antonio Zarzalejos. “Es un mensaje de que la corona es neutral”, en una sociedad “aconfesional y multirreligiosa”.
RECEPCIÓN EN EL PALACIO REAL
Los nuevos reyes de España, Felipe VI y Letizia, ofrecieron una recepción para más de dos mil personas en el Palacio Real con motivo de la proclamación del monarca. La pareja saludó uno a uno a los invitados, una muestra de la sociedad española: máximos dirigentes políticos e institucionales, líderes sindicales, cúpula militar, de la Iglesia católica y directores de medios de comunicación.
En la recepción se podían ver rostros de todos los niveles. Desde un taxista que este jueves se convirtió en abuelo de la primera Reina de España de clase media, hasta los banqueros y empresarios más poderosos del país como Emilio Botín, del Banco Santander; Francisco González, de BBVA; Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, entre otros. Así como diversos cantantes entre ellos David Bisbal y Alejandro Sanz.
Entre los dirigentes políticos se encontraban el presidente de España, Mariano Rajoy, así como los presidentes de todas las comunidades autónomas, menos el del País Vasco, Iñigo Urkullu, que sí asistió a la ceremonia de proclamación en el Congreso de los Diputados.
También estuvieron presentes los ex presidentes del Gobierno español Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
La recepción, que incluía un vino español para los invitados, es el acto con que se cierran las actividades por la proclamación del nuevo rey Felipe VI.
VOCES
Apoyo para el nuevo rey
“En nombre de Estados Unidos felicito a su majestad Felipe VI con ocasión de su investidura como rey de España. También me siento agradecido con el rey Juan Carlos I por su amistad y liderazgo al guiar la democracia de España”.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos.
“Felicito a Felipe VI por su coronación, estoy encantado con sus planes de visitar Nueva York en septiembre para asistir a la Asamblea General. Espero poder seguir trabajando con él igual como con su padre el rey Juan Carlos I”.
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
“Deseo a Felipe VI éxitos en su servicios por el bien del pueblo de España. Espero que las relaciones bilaterales continúen en desarrollo a tenor de la amistad y respeto mutuo generados durante el mandato de Juan Carlos I”.
Vladimir Putin, presidente de Rusia.
“Felipe VI llega en un momento de importantes retos para España y para la Unión Europea, retos que el nuevo rey, por su personalidad y su preparación sabrá sin duda afrontar”.
José Manuel Durao Barroso, dirigente de la Comisión Europea.
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