Internacional

Gobierno de facto avanza sobre la débil resistencia

Zelaya recuerda en su discurso el aislamiento internacional y asegura que no reconocerá las elecciones del 29 de noviembre

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A casi cuatro meses de asumir el poder, el Gobierno hondureño de facto de Roberto Micheletti avanza sobre una resistencia cada vez más débil, aunque para ganarle el pulso a su antecesor busca que el mundo afloje la presión y legitime las elecciones del 29 de noviembre.

El miércoles se cumplen cuatro meses desde cuando unos 200 militares sacaron por la fuerza al presidente Manuel “Mel” Zelaya, lo pusieron en un avión con destino a Costa Rica y ungieron a Micheletti.

Las movilizaciones populares de miles de personas indignadas estallaron frente a la Casa Presidencial, dando paso luego a la conformación del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado del 26 de junio.

Por cerca de 100 días los manifestantes estuvieron en las calles.

“La lucha se ha puesto más difícil ahora, al no haber diálogo ya no se ven posibilidades de la restitución” de Zelaya, admitió el coordinador del Frente, Juan Barahona.
Los domingos, los activistas del Frente se reúnen en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Bebida y Similares (Cervecería Hondureña) para planificar sus actividades de la semana, en cita cada vez menos concurridas.

En las paredes de los edificios aún quedan las huellas de las manifestaciones con grafitis de la Resistencia: “Fuera golpista”, “Fuera Goriletti (Micheletti)”, “Viene Mel (Manuel Zelaya)...”.

“Mel” confía en regresar

El viernes fracasó un nuevo intento de la comunidad internacional, encabezada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos  (OEA), José Miguel Insulza, por restituir a Zelaya. El Gobierno de Micheletti volvió sobre su negativa.

“Pero vamos a seguir luchando por la restitución de la institucionalidad, vamos a seguir en las calles como podamos”, aseguró Barahona, quien admitió que las manifestaciones se frustraron por los cordones militares que les impidieron la salida.

Zelaya manifestó su confianza en que será restituido en el cargo, pese a reconocer que el diálogo que auspició la OEA “quedó concluido, no suspendido”.

“Hay una crisis, ¿cómo salir de la crisis?, con un acuerdo; ese acuerdo va a llegar, hay que tener fe que va a llegar, no le puedo dar detalles cómo, pero el acuerdo va a llegar porque Honduras no puede vivir en una tribulación”, dijo Zelaya a radio Globo.

Posibles salidas a la crisis hondureña

Un tercer mandatario


Esta opción consiste en que Zelaya desista de su pretensión de volver al poder para terminar su mandato y que Micheletti renuncie a la presidencia, de manera que una tercera persona asuma el Gobierno hasta que en enero llegue al poder el nuevo mandatario que gane las elecciones.

El enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Honduras, John Biehl, ha citado un sondeo diciendo que ésta opción es apoyada mayoritariamente por los hondureños, al tiempo que también contaría con el respaldo de algunos Gobiernos extranjeros.

Sin embargo, a poco más de un mes de las elecciones, el tiempo juega en contra para que esta opción pueda concretarse. Además, Zelaya la ha rechazado.

Esta alternativa podría incluir una amnistía para Zelaya, lo que le permitiría salir de su refugio en la embajada de Brasil sin correr el riesgo de ser detenido por las causas que se le abrieron tras el golpe.

La eventual salida daría algo de legitimidad a las elecciones de fines de noviembre, con las que el Gobierno de facto espera entregar el poder y poner fin a la crisis.

Boicot electoral


Los seguidores de Zelaya amenazan con boicotear las elecciones si su líder no regresa antes al poder.

Si no se alcanza un acuerdo para zanjar la crisis antes de noviembre, los observadores internacionales podrían negarse a visitar el país y el Gobierno de facto podría aumentar la persecución contra los opositores, en uno de los peores escenarios posibles.

El riesgo es una elección carente de legitimidad, lo que sería un problema para el candidato que resulte ganador y para sus intentos de ser reconocido internacionalmente.

Intervienen los candidatos

Hasta ahora, los dos candidatos principales, el nacionalista Porfirio Lobo y el liberal Elvin Santos, han tomado distancia del conflicto y siguen adelante con sus campañas en un aparente marco de normalidad.

Pero a ambos les conviene que el conflicto esté resuelto para cuando el que resulte ganador asuma la presidencia en enero, por lo que podrían verse presionados a intervenir.

Analistas afirman que el ganador de los comicios podría ofrecer una amnistía tanto para Zelaya como para Micheletti, en un intento por pasar página a la crisis.
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