Internacional
Gesto histórico de Merkel en relación franco-alemana
El acudir a París marca una nueva etapa en la política entre dos de las naciones vecinas más fuertes de Europa
PARÍS, FRANCIA.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se unieron por primera vez en el Día del Armisticio para recordar a sus muertos en la Primera Guerra Mundial y se comprometieron a trabajar más estrechamente en Europa.
Es la primera vez que un canciller alemán acude al Día del Armisticio en Francia, que marca el final de las hostilidades en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918.
Este acto marca un nuevo gesto político en el segundo mandato de Angela Merkel, quien recién el lunes 9 comenzó otro periodo al frente de la nación germana.
El coro del ejército francés entonó después de la Marsellesa el himno nacional alemán, ante los soldados de la brigada franco-alemana y los alumnos oficiales que rodeaban el Arco de Triunfo. Minutos despues Merkel y Sarkozy colocaron una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido.
“Uno debe saber superar su propia historia”, destacó Merkel en un discurso. “Lo que sucedió no se puede olvidar, pero hay una fuerza que nos puede ayudar... la fuerza de la reconciliación’’.
“Para nosotros, el 11 de noviembre es un día de paz en Europa y la caída del Muro es un día de libertad’’, agregó la canciller, quien estuvo entre miles de alemanes orientales que pasaron al lado occidental después de la caída del Muro que marcaba la Guerra Fría.
Por su lado, el presidente francés comenzó su discurso con tono conciliador: “Nos reunimos este noviembre para conmemorar no la victoria de un pueblo sobre otro, sino las adversidades que fueron terribles tanto para un lado como para otros. Los huérfanos alemanes lloraron la muerte en combate de sus padres igual que los huérfanos franceses”.
Y después recordó: “Hace casi medio siglo que construimos juntos el futuro, cada uno de nosotros (...) negándose, sin embargo, a confundir el amor por su patria con el odio hacia el otro”.
El sufrimiento alemán fue un tabú durante mucho tiempo, dado que sus dirigentes comenzaron las dos guerras mundiales.
Sólo en los últimos años ha salido a la luz pública, a medida que una nueva generación encuentra su modo de recordar la brutalidad y la pérdida de millones de vidas.
Una Merkel visiblemente emocionada estrechó las manos de los frágiles veteranos supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.
Los buenos amigos
Francia y Alemania son probablemente los dos aliados más próximos de Europa y llevan décadas actuando como locomotoras de la Unión Europea.
Dirigen un batallón militar conjunto, proponen candidatos conjuntos a los altos cargos de la Unión Europea.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1914 y 1918 y que produjo más de 10 millones de muertos y fue, en su momento, el conflicto más sangriento de la historia. Más de 60 millones de soldados europeos fueron movilizados.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta conflagración solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras.
El conflicto bélico comenzó como un enfrentamiento entre Austria-Hungría y Serbia. Rusia se unió a la lucha, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de Austria-Hungría en los Balcanes.
Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto con la monarquía de los Habsburgo, y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados “Aliados”: Francia, Gran Bretaña, Rusia, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos (desde 1917), así como Italia, que había abandonado la Triple Alianza.
Este grupo se enfrentó a la coalición de las “Potencias Centrales”, integrada por los imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Bulgaria.
Es la primera vez que un canciller alemán acude al Día del Armisticio en Francia, que marca el final de las hostilidades en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918.
Este acto marca un nuevo gesto político en el segundo mandato de Angela Merkel, quien recién el lunes 9 comenzó otro periodo al frente de la nación germana.
El coro del ejército francés entonó después de la Marsellesa el himno nacional alemán, ante los soldados de la brigada franco-alemana y los alumnos oficiales que rodeaban el Arco de Triunfo. Minutos despues Merkel y Sarkozy colocaron una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido.
“Uno debe saber superar su propia historia”, destacó Merkel en un discurso. “Lo que sucedió no se puede olvidar, pero hay una fuerza que nos puede ayudar... la fuerza de la reconciliación’’.
“Para nosotros, el 11 de noviembre es un día de paz en Europa y la caída del Muro es un día de libertad’’, agregó la canciller, quien estuvo entre miles de alemanes orientales que pasaron al lado occidental después de la caída del Muro que marcaba la Guerra Fría.
Por su lado, el presidente francés comenzó su discurso con tono conciliador: “Nos reunimos este noviembre para conmemorar no la victoria de un pueblo sobre otro, sino las adversidades que fueron terribles tanto para un lado como para otros. Los huérfanos alemanes lloraron la muerte en combate de sus padres igual que los huérfanos franceses”.
Y después recordó: “Hace casi medio siglo que construimos juntos el futuro, cada uno de nosotros (...) negándose, sin embargo, a confundir el amor por su patria con el odio hacia el otro”.
El sufrimiento alemán fue un tabú durante mucho tiempo, dado que sus dirigentes comenzaron las dos guerras mundiales.
Sólo en los últimos años ha salido a la luz pública, a medida que una nueva generación encuentra su modo de recordar la brutalidad y la pérdida de millones de vidas.
Una Merkel visiblemente emocionada estrechó las manos de los frágiles veteranos supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.
Los buenos amigos
Francia y Alemania son probablemente los dos aliados más próximos de Europa y llevan décadas actuando como locomotoras de la Unión Europea.
Dirigen un batallón militar conjunto, proponen candidatos conjuntos a los altos cargos de la Unión Europea.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1914 y 1918 y que produjo más de 10 millones de muertos y fue, en su momento, el conflicto más sangriento de la historia. Más de 60 millones de soldados europeos fueron movilizados.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta conflagración solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras.
El conflicto bélico comenzó como un enfrentamiento entre Austria-Hungría y Serbia. Rusia se unió a la lucha, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de Austria-Hungría en los Balcanes.
Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto con la monarquía de los Habsburgo, y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados “Aliados”: Francia, Gran Bretaña, Rusia, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos (desde 1917), así como Italia, que había abandonado la Triple Alianza.
Este grupo se enfrentó a la coalición de las “Potencias Centrales”, integrada por los imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Bulgaria.
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