Internacional
Garzón propone gesto papal para víctimas de la represión
El ex juez español señala en Buenos Aires que el Vaticano tiene información sobre los atropellos de la junta militar
BUENOS AIRES, ARGENTINA (23/MAR/2013).- Puso la propuesta sobre la mesa. En visita a Buenos Aires, el ex juez español Baltasar Garzón dijo que “sería bueno que se hiciera una investigación por iniciativa del Papa (Francisco), sobre los desaparecidos durante la dictadura en Argentina (1976-1983). Según un estudio del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, un centenar de religiosos, la mayoría católicos, fueron secuestrados sin que se sepa su paradero o asesinados.
Desde que el argentino Jorge Mario Bergoglio fue designado Papa, el tema de la represión militar se catapultó a los primeros planos. Como arzobispo tuvo que declarar en dos ocasiones en los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante el gobierno de facto, pero en ambos sólo fue como testigo.
Garzón, asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina, señaló que el nuevo Pontífice “puede abrir los archivos del Vaticano para conocer la información de la época de la dictadura (…). Sería una forma de cooperar con las víctimas”.
Cabe recordar que Baltasar Garzón promovió una orden de arresto contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato, basándose en el informe de la Comisión chilena de la verdad (1990-1991).
Un cura jesuita que murió en 2000, Orlando Yorio, responsabilizó siempre a Bergoglio del secuestro que sufrió junto a otro religioso de la misma orden, Francisco Jalics, entre mayo y octubre de 1976, apenas iniciada la dictadura. En los últimos días, Jalics comunicó desde Alemania, en donde reside, para aclarar que al principio tuvo sospechas sobre la actuación de Bergoglio, pero luego las eliminó y se reconcilió con él, convencido de que nada tuvo que ver.
Con respecto al Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que señala que centenar de religiosos, precisa que de esa lista, 40 eran ordenados (27 desaparecidos y 13 asesinados), y los restantes tenían militancia social en organismos religiosos (ex sacerdotes y seminaristas).
Unas 10 mil personas desaparecieron en aquella etapa, según los organismos humanitarios.
El sacerdote español José Caravias, radicado en Paraguay, salió en defensa del Pontífice. “Cuando el provincial, que era Bergoglio, me dijo: ‘tengo noticias de que la ‘Triple A’ decretó tu muerte y de (el húngaro Francisco) Jalics, yo consideré que no valía la pena hacerse el héroe”.
> BERGOGLIO VA A CASTEL GANDOLFO
Histórica reunión entre papas
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco se traslada hoy a la residencia apostólica de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, para visitar y almorzar con Benedicto XVI, hoy Papa Emérito, en lo que supone un acto inédito en la historia de la Iglesia Católica.
Esta será la primera vez que se verán desde que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, fue elegido Papa el 13 de marzo.
Francisco le llamó por teléfono justo después de ser elegido por los cardenales en el Cónclave y también el pasado día 19 festividad de San José. El nombre de pila de Benedicto XVI es Joseph (José).
En todos los discursos pronunciados, siempre ha tenido palabras de afecto para Ratzinger al que siempre llama “mi predecesor, el querido y venerado Papa Benedicto XVI”.
EFE
Desde que el argentino Jorge Mario Bergoglio fue designado Papa, el tema de la represión militar se catapultó a los primeros planos. Como arzobispo tuvo que declarar en dos ocasiones en los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante el gobierno de facto, pero en ambos sólo fue como testigo.
Garzón, asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina, señaló que el nuevo Pontífice “puede abrir los archivos del Vaticano para conocer la información de la época de la dictadura (…). Sería una forma de cooperar con las víctimas”.
Cabe recordar que Baltasar Garzón promovió una orden de arresto contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato, basándose en el informe de la Comisión chilena de la verdad (1990-1991).
Un cura jesuita que murió en 2000, Orlando Yorio, responsabilizó siempre a Bergoglio del secuestro que sufrió junto a otro religioso de la misma orden, Francisco Jalics, entre mayo y octubre de 1976, apenas iniciada la dictadura. En los últimos días, Jalics comunicó desde Alemania, en donde reside, para aclarar que al principio tuvo sospechas sobre la actuación de Bergoglio, pero luego las eliminó y se reconcilió con él, convencido de que nada tuvo que ver.
Con respecto al Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que señala que centenar de religiosos, precisa que de esa lista, 40 eran ordenados (27 desaparecidos y 13 asesinados), y los restantes tenían militancia social en organismos religiosos (ex sacerdotes y seminaristas).
Unas 10 mil personas desaparecieron en aquella etapa, según los organismos humanitarios.
El sacerdote español José Caravias, radicado en Paraguay, salió en defensa del Pontífice. “Cuando el provincial, que era Bergoglio, me dijo: ‘tengo noticias de que la ‘Triple A’ decretó tu muerte y de (el húngaro Francisco) Jalics, yo consideré que no valía la pena hacerse el héroe”.
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Histórica reunión entre papas
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco se traslada hoy a la residencia apostólica de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, para visitar y almorzar con Benedicto XVI, hoy Papa Emérito, en lo que supone un acto inédito en la historia de la Iglesia Católica.
Esta será la primera vez que se verán desde que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, fue elegido Papa el 13 de marzo.
Francisco le llamó por teléfono justo después de ser elegido por los cardenales en el Cónclave y también el pasado día 19 festividad de San José. El nombre de pila de Benedicto XVI es Joseph (José).
En todos los discursos pronunciados, siempre ha tenido palabras de afecto para Ratzinger al que siempre llama “mi predecesor, el querido y venerado Papa Benedicto XVI”.
EFE
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