Internacional

Fracasa intento de desbloquear disputa del programa nuclear iraní

Irán no suspende actividades nucleares, de las que reitera una finalidad civil, como la generación de energía

ESTAMBUL, TURQUÍA (15/MAY/2013).- Los esfuerzos de la comunidad internacional por desbloquear el conflicto provocado por el programa atómico iraní sufrieron hoy un doble revés, en escenarios y con protagonistas distintos.

Por un lado, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) fue incapaz en Viena de cerrar un acuerdo para establecer un plan y un calendario de inspecciones y entrevistas que permitan descartar de una vez por todas que los experimentos nucleares de Teherán no han tenido, ni tienen, un objetivo militar.

Tras una reunión de casi nueves horas en la sede de la misión iraní ante el OIEA, el inspector jefe de controles nucleares de esta agencia de la ONU, el belga Herman Nackaerts, confirmó a los medios que la reunión había terminado sin éxito.

"Hemos tenido discusiones muy intensas, pero no hemos podido finalizar el documento sobre el procedimiento estructurado que hemos estado negociando desde hace un año y medio", anunció con un gesto serio el alto funcionario de la ONU.

Nackaerts aseguró que el OIEA mantiene un compromiso "inquebrantable" de seguir dialogando con Irán, pero tuvo que reconocer que "los mejores esfuerzos no han tenido éxito hasta ahora".

Más sonriente y optimista se mostró el representante iraní ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, quien insistió en que las conversaciones habían sido constructivas y emplazó a una nueva reunión, aún por concretar, como el momento de cerrar un acuerdo.

"Ambas partes han formulado propuestas. Hemos decidido que las dos partes vamos a trabajar con entusiasmo en estas propuestas hechas hoy y entonces, en la próxima reunión, daremos los resultados", aseguró.

El encuentro de hoy es el décimo en 17 meses entre el OIEA e Irán para avanzar en lo que el propio Nackaerts definió, antes de comenzar la reunión, como la resolución de "asuntos pendientes sobre una posible dimensión militar del programa nuclear iraní".

Entre esos asuntos, destacan las sospechas de que en la base militar de Parchín se realizaron experimentos relacionados con un programa militar nuclear.

El OIEA insiste en tener acceso a esa instalación, una inspección que Teherán niega aludiendo razones de seguridad y en el que los tratados internacionales no le obligan a permitir el acceso a una base militar.

Mientras, las imágenes de satélites muestran que Teherán ha llevado a cabo tareas de limpieza en la base, algo que el OIEA ha advertido que dificultará su tarea de encontrar posibles actividades prohibidas si algún día recibe permiso para visitarla.

Si la agencia nuclear de la ONU ha tenido poco éxito en sus negociaciones con Irán hasta el momento, lo mismo se puede decir de los esfuerzos de la grandes potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).

La responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, que negocia en nombre del 5+1, concluyó también sin avances su reunión en Estambul con el negociador nuclear de Irán, Said Jalili, aunque afirmó que seguirán los contactos.

"Tuvimos una discusión útil. No fue una ronda de negociaciones. Hablamos de las propuestas que hemos presentado y ahora vamos a reflexionar sobre cómo pasar a la siguiente etapa del proceso. Estaremos en contacto en breve", indicó Ashton en una breve declaración remitida.

En el encuentro, Irán no respondió a la oferta hecha por las potencias el mes pasado, la cual plantea levantar de forma parcial las sanciones internacionales a Teherán por su programa nuclear si accedía a ralentizar su producción de uranio enriquecido, un material de doble uso, civil y militar.

Analistas y diplomáticos ya habían visto estas dos rondas de contactos con escepticismo debido a la cercanía de las elecciones presidenciales iraníes del próximo mes, que comprometen cualquier acuerdo anterior.

El Consejo de Seguridad ha aplicado varias rondas de sanciones económicas y diplomáticas contra Irán por su programa nuclear, del que se teme que tenga una vertiente militar.

Además, la Unión Europea y Estados Unidos reforzaron en 2012 las sanciones al sector petrolero iraní, lo que ha golpeado con dureza su economía.

Aún así, Irán no ha suspendido sus controvertidas actividades nucleares, de las que ha reiterado que tienen una exclusiva finalidad civil, como la generación de energía.
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