Internacional
Firman histórico pacto sobre desarme nuclear
El nuevo START, suscrito en Praga, permitirá reducir en 30% sus respectivos arsenales en un plazo de siete años
Al poner su firma en lo que oficialmente se denomina el Nuevo START, un tratado que permitirá la eliminación en siete años de , los mandatarios Barack Obama y Dmitry Medvedev estaban enviando al mundo la señal más clara posible de que su rivalidad, nacida de la división de Europa tras la Segunda Guerra Mundial y reproducida en los recientes años por diversos episodios de tensión, está en camino de ser superada.
Estados Unidos y Rusia mantienen algunos intereses contrapuestos y áreas de influencia internacional de las que no quieren ser relegados. Poseen 90% de las armas nucleares y, aún después de este tratado, tienen suficiente poder destructivo como para acabar con la vida sobre la Tierra. Los conflictos entre ambos siguen siendo, por tanto, motivo de la alarma máxima mundial.
Las tensiones ruso-norteamericanas en los años más recientes (escudo antimisiles europeo, Georgia o la extensión de la OTAN hacia el Este), no sólo dificultaron los progresos en graves conflictos regionales, como Oriente Próximo o Afganistán, sino que crearon un escenario internacional más hostil con políticas más unilaterales y agresivas tanto de parte Washington como de Moscú.
“Esta es la piedra angular para la seguridad nuclear, para la no proliferación y para las relaciones ruso-norteamericanas”, aseguró Obama.
Muchas cosas, ciertamente, dependen de lo que se escenificó en Praga, una ciudad simbólica en la lucha de los pueblos por su libertad. Depende la estabilidad en algunos países del antiguo bloque soviético que necesitan a una Rusia mejor integrada en la comunidad internacional. Depende la evolución de algunas crisis, especialmente Irán y Afganistán, en las que Estados Unidos tiene en juego su credibilidad como superpotencia. Y depende, principalmente, la probabilidad de una guerra nuclear.
Tanto Obama como Medvedev recalcaron tras la firma del acuerdo que éste da a los países una mayor legitimidad para combatir la dispersión y la proliferación de las armas atómicas. “Es una clara indicación de que Estados Unidos y Rusia estamos dispuestos a asumir de nuevo el liderazgo” en esa batalla, dijo el mandatario estadounidense.
Obama, Premio Nobel de la Paz, firmó ese tratado 48 horas después de haber revelado una nueva doctrina nuclear según la cual Estados Unidos sólo recurriría al arma atómica “en circunstancias extremas”, para defender sus intereses vitales y los de sus aliados.
La Agencia Internacional de Energía Atómica aseguró que el nuevo acuerdo START es un “paso hacia un mundo desnuclearizado que puede apoyar positivamente los esfuerzos contra la proliferación”, según palabras de su director general Yukiya Amano.
Washington espera la ratificación del Senado
La Casa Blanca confía que el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, firmado ayer con Rusia, tendrá suficiente apoyo bipartidista en el Senado para su ratificación.
El vocero presidencial, Robert Gibbs, dijo que, debido al respaldo a tratados previos, “estamos esperanzados de que reducir la amenaza nuclear permanezca como una prioridad para los dos partidos (Demócrata y Republicano)”.
Al conversar con reporteros a bordo del avión presidencial, Gibbs recordó que el anterior STAR firmado en 1991 “gozó de una amplia mayoría bipartidista”.
El asesor en seguridad nacional, Ben Rhodes, se refirió al respaldo ofrecido por el senador republicano Richard Lugar como una temprana señal que hace anticipar apoyo bipartidista a la ratificación del START.
Frases
“Cuando Estados Unidos y Rusia no son capaces de trabajar juntos, no es bueno para nuestros dos países ni es bueno para el resto del mundo”
B arack Obama, presidente de Estados Unidos
“Este es un acontecimiento histórico que abre una nueva página en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia; el mundo entero ha ganado”
Dmitry Medvedev, presidente de Rusia
Washington y Moscú cierran filas contra Irán
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Dmitry Medvedev, expresaron su compromiso con la imposición de sanciones contra el programa nuclear iraní.
En una rueda de prensa junto al presidente ruso, Dmitry Medvedev, Obama indicó: “Es mi expectativa que obtendremos sanciones firmes y duras esta primavera” en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Medvedev se mostró favorable a la imposición de sanciones “inteligentes” contra la proliferación nuclear en la República Islámica y que induzcan “el comportamiento apropiado” por parte iraní.
“Necesitamos sanciones para promover que un Estado se comporte de la forma apropiada. Que se comporte dentro de los márgenes de la legalidad internacional”, indicó Medvedev.
El presidente ruso indicó que es “lamentable” que Irán no haya contestado de manera positiva a las muchas propuestas constructivas que le ha planteado la comunidad internacional para que renuncie a su actual programa nuclear, pero pueda contar con energía atómica para fines pacíficos.
Obama tiene previsto abordar el asunto también la semana próxima en la bilateral que mantendrá con el presidente chino, Hu Jintao, quien visitará Washington para participar en la cumbre sobre seguridad nuclear que se celebrará los próximos lunes y martes, en la que intervendrán 47 países.
Mientras que en Nueva York, seis potencias mundiales (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania) abrieron conversaciones para discutir la imposición de sanciones a Irán por su programa nuclear, una negociación que el representante chino ante la ONU calificó como “muy importante”.
Ahmadinejad contraataca
En Teherán, el mandatario iraní, Mahmoud Ahmadinejad, sostuvo que el presidente estadounidense, Barcak Obama, habla “el idioma de las bombas y las balas”, informó la agencia iraní Fars.
Estados Unidos “mató a más de 300 mil personas en Afganistán y en Irak”, afirmó Ahmadinejad, quien agregó que “esas acciones son contrarias a las enseñanzas de Dios”.
Principales compromisos
1 Reducción de 74% de la cantidad de ojivas nucleares que poseen ambos países (con relación al límite definido por el tratado START I de 1993), a mil 550 respectivamente. Esta cifra corresponde a una baja de 30% de la cantidad de ojivas con relación al Tratado de Reducción de los Arsenales Nucleares Estratégicos (SORT, o tratado de Moscú), firmado en 2002.
2 Limitación a 800, la cantidad de vectores (misiles intercontinentales, a bordo de submarinos y bombarderos) desplegados o no por ambos países.
3 El nuevo tratado retoma los elementos de START I y los adapta a los nuevos límites. Prevé verificaciones en el sitio de las instalaciones nucleares, intercambio de datos y notificaciones recíprocas de los armamentos ofensivos y de los sitios nucleares.
4 El tratado tiene una vigencia de 10 años a partir de la fecha de su entrada en vigor y podrá ser renovado para una duración máxima de cinco años. Una cláusula prevé que cada parte pueda retirarse del tratado.
5 El nuevo tratado surtirá efecto luego de la ratificación por los parlamentos de ambos países. El tratado SORT de 2002 será automáticamente abolido desde la vigencia del nuevo texto.
Síguenos en