Internacional
Fariñas lleva 100 días en ayuno
El disidente cubano continúa escéptico sobre el proceder de La Habana
LA HABANA, CUBA (04/JUN/2010).- El disidente cubano Guillermo Fariñas cumplió 100 días en huelga de hambre y expresó escepticismo ante la posibilidad de liberación de los presos políticos en la Isla, cuyo Gobierno comunista comenzó a trasladarlos a cárceles más cercanas a sus familiares.
Fariñas, un psicólogo y periodista de 48 años, inició su ayuno después del fallecimiento el 23 de febrero del preso político Orlando Zapata tras 85 días de huelga de hambre, un hecho que avivó las críticas de Estados Unidos y Europa sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.
“El Gobierno se toma todo su tiempo para cualquier cosa. Está jugando con los sentimientos y la ansiedad de las familias. Estoy escéptico pues hay que ver para creer sobre posibles liberaciones”.
El opositor, a quien el Gobierno comunista considera un “vendepatria”, sigue hospitalizado y recibe hidratación por vía intravenosa en un centro médico de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, ciudad donde reside.
La situación de los reos políticos en la Isla fue uno de los temas de un inédito encuentro que el mandatario cubano, Raúl Castro, sostuvo en mayo con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
Las autoridades y la Iglesia dieron el martes un primer paso tras el diálogo, reubicando a seis presos de una lista de disidentes que forman parte de los 75 condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en una cruzada del Gobierno contra la oposición en marzo de 2003.
Fariñas, un psicólogo y periodista de 48 años, inició su ayuno después del fallecimiento el 23 de febrero del preso político Orlando Zapata tras 85 días de huelga de hambre, un hecho que avivó las críticas de Estados Unidos y Europa sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.
“El Gobierno se toma todo su tiempo para cualquier cosa. Está jugando con los sentimientos y la ansiedad de las familias. Estoy escéptico pues hay que ver para creer sobre posibles liberaciones”.
El opositor, a quien el Gobierno comunista considera un “vendepatria”, sigue hospitalizado y recibe hidratación por vía intravenosa en un centro médico de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, ciudad donde reside.
La situación de los reos políticos en la Isla fue uno de los temas de un inédito encuentro que el mandatario cubano, Raúl Castro, sostuvo en mayo con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
Las autoridades y la Iglesia dieron el martes un primer paso tras el diálogo, reubicando a seis presos de una lista de disidentes que forman parte de los 75 condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en una cruzada del Gobierno contra la oposición en marzo de 2003.
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