Internacional

Exigen frente a la Casa Blanca detener deportaciones

Entre 2009 y 2010 el Gobierno del presidente Barack Obama deportó a cerca de 800 mil indocumentados

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (27/JUL/2011).- Decenas de personas manifestaron frente a la Casa Blanca para pedirle al presidente Barack Obama que  ponga fin a las deportaciones de indocumentados, cuando su Gobierno ha  alcanzado cifras récord.

Defensores de una reforma migratoria y algunos congresistas  hispanos, con pancartas que decían “Detengan la deportación de estudiantes y  sus padres”, se congregaron para denunciar la expulsión masiva de personas sin papeles  por parte de la administración demócrata.

Obama, quien defiende una reforma migratoria que abra un camino para regularizar la situación de los once millones de indocumentados en Estados Unidos, afirma que su Gobierno debe cumplir las leyes migratorias, pero que lo  hace de manera “humana” y prioriza la deportación de criminales.

Según las cifras oficiales, entre 2009 y 2010 la actual administración deportó  a poco menos de 800 mil indocumentados, aunque cerca de la mitad tenían antecedentes criminales.

Pero los activistas afirman que Obama puede hacer más:

“Lo que estamos pidiendo es que paren las deportaciones ahora para que  podamos seguir esperando hasta que el Congreso pase una reforma migratoria”, señaló a periodistas Felipe Matos, un joven indocumentado que llegó a Estados Unidos hace una década cuando tenía 10 años.

Matos fue una de las personas que interrumpieron a Obama cuando daba un  discurso el lunes ante la principal organización hispana, La Raza, para  gritarle “Sí, tú puedes” cuando el mandatario dijo que "algunas personas  quisieran que burlara el Congreso y cambiara las leyes por mí mismo".

“Estoy muy decepcionado” de Obama, dijo Matos, quien defiende el proyecto  de ley conocido como Dream Act, que proporcionaría estatus migratorio condicional a las personas que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16  años y estudien o ingresen al Ejército.

Esa ley fracasó en diciembre pasado en el Congreso, donde también han  quedado paralizados intentos de reforma migratoria. Ahora la mayoría republicana en la Cámara de Representantes fomenta  proyectos de leyes migratorios restrictivos, como uno que busca quitarle la discrecionalidad a Obama para priorizar la deportación de inmigrantes  criminales sobre otros sin antecedentes.

Seguridad nacional
Obama defiende expulsión de criminales

WASHINGTON.-
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que en el año fiscal 2010 (octubre de 2009- septiembre de 2010), casi dos terceras partes de los no criminales expulsados de Estados Unidos fueron personas arrestadas en la frontera o que ya habían sido deportadas e intentaron reingresar al país.

El resto, dijo el mandatario, estaba compuesto por “fugitivos de los tribunales de inmigración”, inmigrantes recién llegados o que no habían sido clasificados por las autoridades migratorias.

En respuesta a quejas de algunos legisladores, Obama señaló que la deportación de quienes amenacen la seguridad pública continuará.

En una carta enviada el lunes al legislador demócrata Luis Gutiérrez quién acuso el alto número de deportaciones, el presidente estadounidense reconoció el descontento de la comunidad latina por el aumento en las deportaciones durante su mandato -que inició en enero de 2009-, pero insistió en que la prioridad de su Gobierno es la “seguridad pública”.

En ese sentido, subrayó el demócrata, “la vasta mayoría de los expulsados del país eran infractores reincidentes o personas llegadas que probablemente no formaban parte de familias que están siendo separadas por nuestros esfuerzos policiales”.

En la carta, el gobernante reiteró que seguirá presionando al Congreso a que apruebe una reforma que le exija cuentas al Gobierno, a los empleadores y a los propios inmigrantes.

FICHA TÉCNICA
La estrategia contra los infractores de la ley


Respecto a 2008, en 2010 aumentó 70% el número de criminales deportados.

En 2008, 69% de los deportados fue gente sin historial delictivo, mientras que 31% eran criminales. El siguiente año los porcentajes fueron de 65% y 35%, respectivamente.

Para el 2010, periodo en que se aplicó plenamente la nueva estrategia del Departamento de Seguridad Nacional, 51% de los deportados eran personas condenadas por delitos y 49% eran no criminales.
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