Internacional
Ex número dos de ONU en Afganistán califica a presidente Karzai de chiflado
Galbraith, pidió este lunes impedir la celebración de las elecciones legislativas afganas este año pues el presidente Hamid Karzai, podría comenzar una guerra civil
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (17/MAY/2010).- El ex enviado de la
ONU a Afganistán, Peter Galbraith, pidió este lunes impedir la celebración de las elecciones legislativas afganas este año, pues el presidente Hamid Karzai, a quien calificó de "chiflado", podría comenzar una guerra civil.
"No sé como presentar esto diplomáticamente, así que no lo haré. Karzai es un chiflado", afirmó Galbraith, ex representante adjunto de la ONU, en una rueda de prensa en Washington, donde aseguró que los fraudes electorales del gobernante afgano podrían derivar en disturbios en los comicios de septiembre.
"La situación en Afganistán va a deteriorarse enormemente en setiembre salvo que se haga algo para evitar las elecciones legislativas (...) Un resultado muy probable es la guerra civil entre pashtunes y demás grupos", aseguró el diplomático estadounidense, despedido el año pasado por la ONU después de acusar a las fuerzas de Karzai de fraude electoral. Poco después, un observador de la ONU reportó similares conclusiones.
Galbraith cuestionó recientemente el "equilibrio mental" del presidente afgano y sugirió que podría ser toxicómano.
"No sé como presentar esto diplomáticamente, así que no lo haré. Karzai es un chiflado", afirmó Galbraith, ex representante adjunto de la ONU, en una rueda de prensa en Washington, donde aseguró que los fraudes electorales del gobernante afgano podrían derivar en disturbios en los comicios de septiembre.
"La situación en Afganistán va a deteriorarse enormemente en setiembre salvo que se haga algo para evitar las elecciones legislativas (...) Un resultado muy probable es la guerra civil entre pashtunes y demás grupos", aseguró el diplomático estadounidense, despedido el año pasado por la ONU después de acusar a las fuerzas de Karzai de fraude electoral. Poco después, un observador de la ONU reportó similares conclusiones.
Galbraith cuestionó recientemente el "equilibrio mental" del presidente afgano y sugirió que podría ser toxicómano.
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