Internacional
Europa prevé normalizar hoy 50% de vuelos
Aerolíneas realizan viajes sin pasajeros para demostrar que el espacio aéreo es seguro; los ministros europeos discutirán levantar la restricción
BRUSELAS, BÉLGICA.- Tras un fin de semana caótico para la aviación del Viejo Continente,
Europa anunció que el tránsito aéreo podría regresar a 50% de su nivel normal, si los informes meteorológicos confirman que los cielos empiezan a clarear de las cenizas arrojadas por el volcán Eyjafjallajokull.
El cierre de la mayoría de las vías aéreas, excepto en el Este y Sur, ha costado a las aerolíneas y aeropuertos cientos de millones de dólares, situación que llevó a una revisión de las restricciones.
El problema llegó a tal grado que aerolíneas como KLM, Air France, Lufthansa y Austrian Airlines hicieron vuelos de prueba sin pasajeros, para determinar si es seguro transitar en estas condiciones.
Aunque aún no está claro cómo afectaría el polvo a las turbinas, ayer 80% del espacio aéreo permanecía cerrado por cuarto día.
Aerolíneas presionan para poder volar
Tras cuatro días de parálisis debido a las cenizas arrojadas por el volcán islandés Eyjafjallajokull, diversas aerolíneas realizaron vuelos de prueba sin pasajeros para presionar a las autoridades para que reabran el espacio aéreo.
La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) sección europea, hicieron lo propio al pedir una “reevaluación inmediata” de las restricciones a los vuelos.
Los ministros de Transporte europeos realizarán hoy una videoconferencia para hablar sobre el tema.
Por lo pronto la primera respuesta a las presiones provino del secretario de Estado español para los Asuntos europeos, Diego López Garrido, quien afirmó que la mitad de los vuelos previstos para hoy “podrían efectuarse”.
Desde el jueves pasado, unos 30 países europeos cerraron total o parcialmente sus actividades como medida de seguridad, debido a que las cenizas volcánicas pueden dañar los reactores de los aviones.
Las compañías alemanas Lufthansa y Air Berlín realizaron vuelos sin pasajeros y observaron que “ningún daño” fue registrado en los aviones. “Aparentemente hasta los ocho mil metros no hay cenizas volcánicas”, dijo un portavoz de Lufthansa.
Las dos compañías criticaron fuertemente a las autoridades debido a la medida, pero el ministro alemán de Transporte, Peter Ramsauer, estimó que el no imponer restricciones hubiera significado algo “irresponsable”.
La francesa Air France también realizó vuelos e informaron que no detectaron “ninguna anomalía”.
Luego de efectuar una serie de pruebas, la compañía holandesa KLM estimó por su parte que el espacio aéreo europeo es “seguro”. La inglesa British Airways también procedió a vuelos de prueba.
Doblan las manos
Algunos países europeos han suavizado las restricciones, en España todos los aeropuertos reabrieron sus puertas, al igual que en Croacia, Alemania y en el Sur de Francia. Noruega reabrió prácticamente todo su espacio aéreo, mientras que Austria y Polonia lo hicieron parcialmente.
Desde el jueves pasado se han cancelado unos 63 mil vuelos de acuerdo con un balance del organismo europeo de control aéreo, Eurocontrol.
El sábado pasado la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estimó que las pérdidas por el paro superan las sufridas tras los atentados del 11 de septiembre.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas han perdido más de 200 millones de dólares diarios y unas 750 mil personas han perdido sus vuelos.
Islandia
Granjeros temen envenenamiento de sus animales
Granjeros de Skogar están luchando por evitar que sus animales ingieran o inhalen las cenizas volcánicas, que podrían ocasionar sangrado interno, lesiones en los huesos y pérdida de dientes.
Skogar se encuentra al sur del volcán Eyjafjallajokull, que el miércoles hizo erupción dejando un escenario totalmente gris.
Berglind Hilmarsdottir, un granjero de productos lácteos reunió unas 120 cabezas en total, e intentó llevarlos a un lugar seguro, pero algunos animales se perdieron entre la neblina de ceniza. “Existe el riesgo de envenenamiento por fluoruro si respiran o comen mucha ceniza”.
El fluoruro en las cenizas produce ácidos en los estómagos de los animales, corroyendo los intestinos y causando hemorragias. También se pega al calcio en la sangre, lo cual, luego de una alta exposición durante días, puede causar daños a largo plazo en los huesos e incluso hacer que se partan los dientes.
Telón de fondo
Cenizas, amenaza latente
“Señoras y señores, les habla el comandante. Tenemos un pequeño problema. Los cuatro motores se han parado. Confío en que no se angustien demasiado”.
El anuncio era del comandante Eric Moody, quien pasó a la historia de la aviación por aterrizar el Boeing 747 de British Airways con 247 pasajeros después de que las cenizas del monte Galunggung, en Indonesia, averiaron los motores.
El incidente ocurrió el 24 de junio de 1982, a 20 mil pies de altura. Tras descender siete mil pies llegó a una zona con aire limpio, ahí logró recuperar un motor, y después, otros dos. Fueron 16 minutos de pánico.
A partir de ese incidente la Organización de Aviación Civil Internacional introdujo sistemas de alerta y creó un organismo dedicado específicamente a ello, el Grupo de Operaciones para la Vigilancia de Volcanes en las Aerovías Internacionales (Iavwopsg, en inglés).
Años después, el 15 de diciembre de 1989, los cuatro motores de un Jumbo de la empresa holandesa KLM se detuvieron durante un vuelo Amsterdam-Anchorage, Alaska. Al igual que el Boeing 747, el Jumbo recuperó sus motores y pudo aterrizar sin mayores incidentes.
Otros dos casos más se registraron esta década, el primero en 2001 en las Indias Británicas Occidentales y otro en 2006 en Papúa, Nueva Guinea. Ninguno dejó víctimas.
El Iavwopsg realiza simulacros de vez en vez para coordinar los diversos servicios implicados (vigilancia vulcanológica y meteorológica, aerolíneas, navegación aérea) con el fin de evitar accidentes por ceniza volcánica.
El cierre de la mayoría de las vías aéreas, excepto en el Este y Sur, ha costado a las aerolíneas y aeropuertos cientos de millones de dólares, situación que llevó a una revisión de las restricciones.
El problema llegó a tal grado que aerolíneas como KLM, Air France, Lufthansa y Austrian Airlines hicieron vuelos de prueba sin pasajeros, para determinar si es seguro transitar en estas condiciones.
Aunque aún no está claro cómo afectaría el polvo a las turbinas, ayer 80% del espacio aéreo permanecía cerrado por cuarto día.
Aerolíneas presionan para poder volar
Tras cuatro días de parálisis debido a las cenizas arrojadas por el volcán islandés Eyjafjallajokull, diversas aerolíneas realizaron vuelos de prueba sin pasajeros para presionar a las autoridades para que reabran el espacio aéreo.
La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) sección europea, hicieron lo propio al pedir una “reevaluación inmediata” de las restricciones a los vuelos.
Los ministros de Transporte europeos realizarán hoy una videoconferencia para hablar sobre el tema.
Por lo pronto la primera respuesta a las presiones provino del secretario de Estado español para los Asuntos europeos, Diego López Garrido, quien afirmó que la mitad de los vuelos previstos para hoy “podrían efectuarse”.
Desde el jueves pasado, unos 30 países europeos cerraron total o parcialmente sus actividades como medida de seguridad, debido a que las cenizas volcánicas pueden dañar los reactores de los aviones.
Las compañías alemanas Lufthansa y Air Berlín realizaron vuelos sin pasajeros y observaron que “ningún daño” fue registrado en los aviones. “Aparentemente hasta los ocho mil metros no hay cenizas volcánicas”, dijo un portavoz de Lufthansa.
Las dos compañías criticaron fuertemente a las autoridades debido a la medida, pero el ministro alemán de Transporte, Peter Ramsauer, estimó que el no imponer restricciones hubiera significado algo “irresponsable”.
La francesa Air France también realizó vuelos e informaron que no detectaron “ninguna anomalía”.
Luego de efectuar una serie de pruebas, la compañía holandesa KLM estimó por su parte que el espacio aéreo europeo es “seguro”. La inglesa British Airways también procedió a vuelos de prueba.
Doblan las manos
Algunos países europeos han suavizado las restricciones, en España todos los aeropuertos reabrieron sus puertas, al igual que en Croacia, Alemania y en el Sur de Francia. Noruega reabrió prácticamente todo su espacio aéreo, mientras que Austria y Polonia lo hicieron parcialmente.
Desde el jueves pasado se han cancelado unos 63 mil vuelos de acuerdo con un balance del organismo europeo de control aéreo, Eurocontrol.
El sábado pasado la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estimó que las pérdidas por el paro superan las sufridas tras los atentados del 11 de septiembre.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas han perdido más de 200 millones de dólares diarios y unas 750 mil personas han perdido sus vuelos.
Islandia
Granjeros temen envenenamiento de sus animales
Granjeros de Skogar están luchando por evitar que sus animales ingieran o inhalen las cenizas volcánicas, que podrían ocasionar sangrado interno, lesiones en los huesos y pérdida de dientes.
Skogar se encuentra al sur del volcán Eyjafjallajokull, que el miércoles hizo erupción dejando un escenario totalmente gris.
Berglind Hilmarsdottir, un granjero de productos lácteos reunió unas 120 cabezas en total, e intentó llevarlos a un lugar seguro, pero algunos animales se perdieron entre la neblina de ceniza. “Existe el riesgo de envenenamiento por fluoruro si respiran o comen mucha ceniza”.
El fluoruro en las cenizas produce ácidos en los estómagos de los animales, corroyendo los intestinos y causando hemorragias. También se pega al calcio en la sangre, lo cual, luego de una alta exposición durante días, puede causar daños a largo plazo en los huesos e incluso hacer que se partan los dientes.
Telón de fondo
Cenizas, amenaza latente
“Señoras y señores, les habla el comandante. Tenemos un pequeño problema. Los cuatro motores se han parado. Confío en que no se angustien demasiado”.
El anuncio era del comandante Eric Moody, quien pasó a la historia de la aviación por aterrizar el Boeing 747 de British Airways con 247 pasajeros después de que las cenizas del monte Galunggung, en Indonesia, averiaron los motores.
El incidente ocurrió el 24 de junio de 1982, a 20 mil pies de altura. Tras descender siete mil pies llegó a una zona con aire limpio, ahí logró recuperar un motor, y después, otros dos. Fueron 16 minutos de pánico.
A partir de ese incidente la Organización de Aviación Civil Internacional introdujo sistemas de alerta y creó un organismo dedicado específicamente a ello, el Grupo de Operaciones para la Vigilancia de Volcanes en las Aerovías Internacionales (Iavwopsg, en inglés).
Años después, el 15 de diciembre de 1989, los cuatro motores de un Jumbo de la empresa holandesa KLM se detuvieron durante un vuelo Amsterdam-Anchorage, Alaska. Al igual que el Boeing 747, el Jumbo recuperó sus motores y pudo aterrizar sin mayores incidentes.
Otros dos casos más se registraron esta década, el primero en 2001 en las Indias Británicas Occidentales y otro en 2006 en Papúa, Nueva Guinea. Ninguno dejó víctimas.
El Iavwopsg realiza simulacros de vez en vez para coordinar los diversos servicios implicados (vigilancia vulcanológica y meteorológica, aerolíneas, navegación aérea) con el fin de evitar accidentes por ceniza volcánica.
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