Internacional
Estados Unidos y China rivalizan en Alemania
El estado estadounidense y el país chino se enfrentaron por cómo reanudar las negociaciones globales sobre medio ambiente en 2010
El fracaso de la cumbre de diciembre en la capital danesa para elaborar un nuevo tratado climático se debió en gran parte a que el proceso de negociación iniciado hace más de dos años fue seriamente criticado. Después de eso, ha reinado la incertidumbre sobre cómo avanzar.
Pocos delegados creen que un tratado pueda completarse este año y probablemente esperarán hasta finales del 2011.
Varios delegados en la sesión de Bonn (9 al 11 de abril), donde participan 175 naciones, pidieron restaurar la confianza entre países ricos y pobres, pero pocos tenían esperanza de ver un acuerdo vinculante en la lucha contra el calentamiento global en la Cumbre de Cancún, México, prevista a fin de año.
En una división entre los dos mayores emisores de gases invernadero del mundo, Estados Unidos dijo que quería que las negociaciones en 2010 estén basadas en el acuerdo no vinculante de Copenhague para limitar el calentamiento global, alcanzado durante la cumbre en diciembre pasado.
China insistió en que los diálogos deberían estar guiados por otros borradores de Naciones Unidas y dijo que, por momentos, el primer ministro Wen Jiabao estuvo “desconcertado” por la forma en que se organizaron las reuniones en grupos pequeños.
“Consideramos a Copenhague como un hecho significativo”, informó a los delegados el negociador estadounidense Jonathan Pershing. “Creemos que el acuerdo debería influenciar a nuevas negociaciones. Este no fue un acuerdo casual”, manifestó.
El pacto, respaldado por cerca de 120 naciones, establece la meta de limitar el aumento global de temperatura a menos de dos grados centígrados, pero no dice cómo. También mantiene el prospecto de entregar 100 mil millones de dólares al año en asistencia a las naciones en desarrollo, a fin de que puedan adaptarse los peores efectos del cambio climático.
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