Internacional

Estados Unidos insta a investigación internacional en Kirguistán

Robert Blake, secretario estadounidense, describió la situación como una crisis humanitaria. Su país tiene bases militares en Kirguistán

ANDIZHAN, UZBEKISTAN (18/JUN/2010).- Estados Unidos instó el viernes a abrir una investigación internacional sobre la violencia étnica en Kirguistán, mientras su líder decía que el balance de muertos podría ser 10 veces mayor que la cifra oficial de 190.

El gobierno interino de Roza Otunbayeva y Naciones Unidas dicen que el derramamiento de sangre por los enfrentamientos entre las etnias kirguisas y uzbekas, que ha llevado a cientos de miles de personas a huir de sus casas, comenzó con ataques planeados y orquestados.

El secretario de Estado Adjunto estadounidense Robert Blake describió la situación como una crisis humanitaria e instó al gobierno provisional del país del centro de Asia, que alberga bases militares de Estados Unidos y Rusia, a actuar inmediatamente para detener los asesinatos.

Blake visitó los campos de refugiados en el vecino Uzbekistán, mientras Otunbayeva viajaba al sur devastado por el conflicto y prometió reconstruir la región para permitir que los refugiados abandonen los miserables campos y vuelvan a sus casas.

El Gobierno, que asumió el poder después de que el presidente fuera derrocado en abril, ha intentado restablecer el orden tras los enfrentamientos entre uzbekos y kirguisos alrededor de la ciudad de Osh, en la antigua Ruta de la Seda, los peores incidentes de violencia en Kirguistán en dos décadas.

Desplazados

Alrededor de 400 mil refugiados, en su mayoría mujeres y niños, están apiñados en chozas y campamentos improvisados en ambas partes de la frontera kirguisa-uzbeka en planicies del valle de Ferghana, muchos quedándose sin comida y agua.

Funcionarios de la ONU dijeron que un estimado de un millón de personas han sido afectadas por la crisis.

“Instamos al Gobierno provisional de Kirguistán a adoptar medidas inmediatas para detener la violencia", dijo Blake a periodistas en el lado uzbeko de la frontera. "Una investigación kirguisa debería completarse con una investigación internacional", agregó.

Otunbayeva aterrizó en Osh, cuyas calles están llenas de edificios calcinados, en un helicóptero militar para reunirse con líderes locales. "Reconstruiremos la ciudad de Osh a cualquier precio, para que la gente pueda volver a sus casas", dijo el gobierno interino.

La ex república soviética se ha visto sacudida por los disturbios desde que la revuelta en abril derrocó a su presidente, Kurmanbek Bakiyev.

Estados Unidos y Rusia están preocupados por el hecho de que los disturbios en Kirguistán, situado en una ruta de narcotráfico del vecino Afganistán, ofrezcan un caldo de cultivo para la militancia islamista en el centro de Asia.

Blake elogió a las autoridades uzbekas por su rápida reacción a la crisis de refugiados. Unas 100 mil personas están alojadas en campamentos en el lado uzbeko de la frontera, que son más ordenados y reciben más ayuda que los situados en el lado kirguiso.

En uno de los campos, donde se encuentran alineadas carpas marcadas con el logo de la ONU, decenas de mujeres, muchas entre lágrimas, rodearon a Blake, quien más tarde debía volar a Kirguistán.

"Es importante establecer la paz para que ustedes puedan regresar a salvo", les dijo a través de un intérprete.
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