Internacional
Estado de emergencia tras sismo de magnitud siete en Nueva Zelanda
El Alcalde, Parker, Declaró en estado de emergencia al país europeo
Nueva Zelanda, tras un fuerte
sismo de magnitud 7.0 que causó grandes daños materiales y dos heridos graves, indicaron el alcalde Bob Parker y responsables.
"Hemos decidido declarar el estado de emergencia en la ciudad. Así nos será un poco más fácil evacuar a la gente de los edificios si hace falta, y cortar las calles", anunció Parker en la radio nacional.
El alcalde se dijo "horrorizado por los daños" causados por el temblor.
Algunas vías quedaron bloqueadas a causa del derrumbe de las fachadas de algunos edificios. El suministro de electricidad fue cortado, varios puentes resultaron dañados y numerosas calles quedaron sembradas de cristales de ventanas rotas.
La mitad de la ciudad estaba sin electricidad.
Sólo dos personas, dos hombres de unos cincuenta años, resultaron heridas de gravedad, según la defensa civil. Uno resultó herido por la caída de una chimenea y el otro por un cristal roto.
Los responsables de la defensa civil atribuyeron el escaso número de víctimas a la hora --04H35 (16H35 GMT del viernes)-- en que se produjo el sismo, a unos 45 km al oeste de Christchurch.
El aeropuerto internacional de Christchurch, principal acceso al sur de la isla, fue cerrado y la circulación de los trenes detenida, a la espera de verificar el estado de las vías.
Christchurch, que cuenta 340.000 habitantes, es la mayor ciudad de la Isla del Sur, que junto con la del Norte constituye Nueva Zelanda.
En Wellington, el ministerio de Defensa Civil decretó el estado de crisis nacional. "Hemos recibido informaciones que daban parte de daños importantes", indicó un portavoz.
La policía acordonó el centro de la ciudad, tras ser informada de los primeros saqueos, indicó el inspector Mike Coleman, que pidió a la población quedarse en casa.
"Hay daños considerables y ya tenemos informaciones sobre saqueos. Los escaparates de las tiendas están rotos y, lógicamente, es fácil robar", declaró.
"Hay fugas de gas, cañerías de agua dañadas, alcantarillas que se desbordan en las casas y muchos cables y postes eléctricos rotos. Es muy peligroso salir a la calle", añadió.
Kevin O'Hanlon, de Mairehau, un barrio de Christchurch, declaró al diario local The Post: "es increíble, me desperté para ir al trabajo y escuché un ruido enorme y un ¡bum!, era como si hubieran golpeado la casa. Empezó a temblar. Nunca he sentido nada así en mi vida".
CHRISTCHURCH, NUEVA ZELANDA, (04/SEP/2010).- El estado de emergencia fue declarado este sábado en Christchurch, segunda ciudad de
"Hemos decidido declarar el estado de emergencia en la ciudad. Así nos será un poco más fácil evacuar a la gente de los edificios si hace falta, y cortar las calles", anunció Parker en la radio nacional.
El alcalde se dijo "horrorizado por los daños" causados por el temblor.
Algunas vías quedaron bloqueadas a causa del derrumbe de las fachadas de algunos edificios. El suministro de electricidad fue cortado, varios puentes resultaron dañados y numerosas calles quedaron sembradas de cristales de ventanas rotas.
La mitad de la ciudad estaba sin electricidad.
Sólo dos personas, dos hombres de unos cincuenta años, resultaron heridas de gravedad, según la defensa civil. Uno resultó herido por la caída de una chimenea y el otro por un cristal roto.
Los responsables de la defensa civil atribuyeron el escaso número de víctimas a la hora --04H35 (16H35 GMT del viernes)-- en que se produjo el sismo, a unos 45 km al oeste de Christchurch.
El aeropuerto internacional de Christchurch, principal acceso al sur de la isla, fue cerrado y la circulación de los trenes detenida, a la espera de verificar el estado de las vías.
Christchurch, que cuenta 340.000 habitantes, es la mayor ciudad de la Isla del Sur, que junto con la del Norte constituye Nueva Zelanda.
En Wellington, el ministerio de Defensa Civil decretó el estado de crisis nacional. "Hemos recibido informaciones que daban parte de daños importantes", indicó un portavoz.
La policía acordonó el centro de la ciudad, tras ser informada de los primeros saqueos, indicó el inspector Mike Coleman, que pidió a la población quedarse en casa.
"Hay daños considerables y ya tenemos informaciones sobre saqueos. Los escaparates de las tiendas están rotos y, lógicamente, es fácil robar", declaró.
"Hay fugas de gas, cañerías de agua dañadas, alcantarillas que se desbordan en las casas y muchos cables y postes eléctricos rotos. Es muy peligroso salir a la calle", añadió.
Kevin O'Hanlon, de Mairehau, un barrio de Christchurch, declaró al diario local The Post: "es increíble, me desperté para ir al trabajo y escuché un ruido enorme y un ¡bum!, era como si hubieran golpeado la casa. Empezó a temblar. Nunca he sentido nada así en mi vida".
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