Internacional
Entrenamientos con morteros, suspendidos tras accidente en Nevada
Por lo general durante el uso de un mortero hay entre dos y cuatro efectivos alrededor del arma con un cañón, pero por tratarse de una práctica habían hasta 14 efectivos
SAN DIEGO, ESTADOS UNIDOS (20/MAR/2013).- El Departamento de Defensa de Estados Unidos suspendió los entrenamientos con morteros luego de que un ejercicio dejó siete infantes de marina muertos y siete heridos en Nevada.
El brigadier general James Lukeman, jefe de la segunda brigada expedicionaria de marines, dijo que el accidente registrado el lunes por la noche en las inmediaciones de la base en Hawthorne ocurrió con el uso de un mortero.
La tropa realizaba un ejercicio de "fuego vivo", es decir con municiones reales, en una zona desértica al sureste de Reno.
Por lo general durante el uso de un mortero hay entre dos y cuatro efectivos alrededor del arma con un cañón de aproximadamente 60 centímetros, pero por tratarse de una práctica habían hasta 14 efectivos cerca del mortero.
Lo que sucedió fue que el proyectil no se accionó al caer a la base del arma para salir disparado en la dirección que apuntaba el cañón, sino que al caer se activó, lo que equivalió a haber recibido a muy corta distancia el impacto de un disparo de mortero enemigo.
Al estallar, el proyectil se convierte en múltiples pequeños fragmentos incandescentes disparados en todas direcciones.
Las siete víctimas fatales murieron en el acto, hay tres sobrevivientes en condiciones graves y tres internados aunque con daños menos severos y sólo uno ha sido dado de alta este miércoles.
El brigadier general James Lukeman, jefe de la segunda brigada expedicionaria de marines, dijo que el accidente registrado el lunes por la noche en las inmediaciones de la base en Hawthorne ocurrió con el uso de un mortero.
La tropa realizaba un ejercicio de "fuego vivo", es decir con municiones reales, en una zona desértica al sureste de Reno.
Por lo general durante el uso de un mortero hay entre dos y cuatro efectivos alrededor del arma con un cañón de aproximadamente 60 centímetros, pero por tratarse de una práctica habían hasta 14 efectivos cerca del mortero.
Lo que sucedió fue que el proyectil no se accionó al caer a la base del arma para salir disparado en la dirección que apuntaba el cañón, sino que al caer se activó, lo que equivalió a haber recibido a muy corta distancia el impacto de un disparo de mortero enemigo.
Al estallar, el proyectil se convierte en múltiples pequeños fragmentos incandescentes disparados en todas direcciones.
Las siete víctimas fatales murieron en el acto, hay tres sobrevivientes en condiciones graves y tres internados aunque con daños menos severos y sólo uno ha sido dado de alta este miércoles.
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