Internacional
Enrico Letta jura como primer ministro italiano el sábado
El lunes pide el voto de confianza del Parlamento
Indicaron que aunque Letta del centroizquiedista Partido Democrático (PD) y el derechista Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi mantienen una dura negociación sobre los ministros que integrarían el gabinete, existe el compromiso de no obstaculizar al Ejecutivo de coalición.
El propio Berlusconi, que según la prensa habría puesto varias condiciones a Letta, declaró este viernes que no hay verdaderos problemas para formar el gobierno.
Sin embargo, la única certeza es que el nuevo Ejecutivo estará integrado por figuras "políticas", con representantes de ambos partidos.
Letta fue designado por el presidente de la república, Giorgio Napolitano, como primer ministro encargado para formar el gobierno, luego que durante más de dos meses las fuerzas políticas no llegaran a ningún acuerdo que permitiera dar vida al nuevo Ejecutivo.
En las elecciones de febrero, la centroizquierda ganó por estrecho margen, pero no logró el control del Senado, indispensable para gobernar.
Los partidos tampoco llegaron a un acuerdo sobre el candidato para sustituir a Napolitano, que es electo por el Parlamento y cuyo primer mandato concluía en mayo, y al final convinieron reelegirlo, un hecho inédito en la historia de la República italiana.
En su discurso de investidura, Napolitano acusó de irresponsables a las fuerzas políticas, asumió la prerrogativa de designar al primer ministro y amenazó con renunciar en caso de que fuera obstaculizado.
La creación de un nuevo Ejecutivo, sin embargo, es visto con escepticismo, sobre todo por las diferencias profundas entre el PD y el PDL, que durante años se han combatido ferozmente.
"El problema que tiene ante sí el primer ministro encargado, y con él todo el país, es que los programas de esas dos fuerzas políticas son muy distantes entre sí", opinó la periodista Lucia Annunziata.
Según la prensa, Berlusconi exigiría a toda costa que fueran puestos hombres de su confianza en ministerios clave, como el del Interior, el de Economía y el de Justicia.
Berlusconi, quien debió renunciar en noviembre de 2011 asediado por la crisis económica y el descrédito internacional, todavía puede condicionar la política italiana y considera clave el Ministerio de Justicia debido a los procesos en los que es imputado.
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