Internacional
En Kirguistán sopesan si abandonan al presidente
Los residentes se congregaron en las calles, para discutir si es conveniente obedecer a las figuras de la oposición que dicen haber constituido un nuevo gobierno
JALAL-ABAD, KIRGUISTÁN.- En el baluarte del presidente depuesto de
Kirguistán, los residentes se congregaron el sábado en las calles, para discutir acaloradamente si es conveniente obedecer a las figuras de la oposición que dicen haber constituido un nuevo gobierno.
Algunos dijeron que el derrocado Kurmanbev Bakiyev hizo mucho bien al país, y rechazaron las quejas de los opositores que lo sacaron del palacio presidencial. Pero muchos otros parecían temerosos de la tensión en el país y estaban dispuestos a apoyar a cualquiera que pudiera aportar estabilidad.
Bakiyev huyó el miércoles de la capital, Biskek, luego de una protesta multitudinaria contra la corrupción, el aumento en los precios de los servicios públicos y las violaciones a los derechos humanos. Durante la protesta, la policía abrió fuego, con lo que estalló el caos que dejó al menos 79 muertos y que llevó a los manifestantes a atacar los edificios del gobierno.
Según algunos reportes, Bakiyev se encontraba el sábado en su casa en la región de Jalal-Abad.
“El construyó la economía, construyó escuelas y carreteras. Los manifestantes eran sólo una minoría, consideró Aizat Zupujarova, trabajadora de salud en Jalal-abad.
Sin embargo, añadió que “la gente tiene miedo de salir de sus casas''.
“Bakiyev hizo algunas cosas buenas, pero su familia ocasionó que se extraviara'', dijo otro residente, Sapar Umonov, en referencia a las denuncias de que los parientes de Bakiyev se beneficiaron indebidamente de la permanencia del mandatario en el poder, durante más de cinco años. Esas acusaciones se asemejan a las esgrimidas contra el antecesor de Bakiyev, Askar Akayev, quien fue derrocado en medio de protestas masivas en el 2005.
Los gobernantes de facto dicen que han ofrecido a Bakiyev seguridad para abandonar el país si dimite. Sin embargo, el presidente no ha dado indicios de estar dispuesto a irse.
Ese estancamiento deja en vilo la estabilidad de Kirguistán en el corto plazo, lo que constituye una preocupación para Occidente, debido a la base aeronáutica estadounidense que se ubica en el país y que representa una instalación crucial para la campaña militar internacional contra el Talibán en Afganistán.
Desde esa base salen aeronaves de reabastecimiento de combustible para aviones que sobrevuelan Afganistán. Además, la base es un punto importante para el tránsito de las fuerzas militares.
El vocero del Mando Central Estadounidense, mayor John Redfeld, dijo que aunque las operaciones normales de vuelos en la base se reanudaron el viernes, los vuelos de pasajeros militares eran desviados temporalmente.
Algunos dijeron que el derrocado Kurmanbev Bakiyev hizo mucho bien al país, y rechazaron las quejas de los opositores que lo sacaron del palacio presidencial. Pero muchos otros parecían temerosos de la tensión en el país y estaban dispuestos a apoyar a cualquiera que pudiera aportar estabilidad.
Bakiyev huyó el miércoles de la capital, Biskek, luego de una protesta multitudinaria contra la corrupción, el aumento en los precios de los servicios públicos y las violaciones a los derechos humanos. Durante la protesta, la policía abrió fuego, con lo que estalló el caos que dejó al menos 79 muertos y que llevó a los manifestantes a atacar los edificios del gobierno.
Según algunos reportes, Bakiyev se encontraba el sábado en su casa en la región de Jalal-Abad.
“El construyó la economía, construyó escuelas y carreteras. Los manifestantes eran sólo una minoría, consideró Aizat Zupujarova, trabajadora de salud en Jalal-abad.
Sin embargo, añadió que “la gente tiene miedo de salir de sus casas''.
“Bakiyev hizo algunas cosas buenas, pero su familia ocasionó que se extraviara'', dijo otro residente, Sapar Umonov, en referencia a las denuncias de que los parientes de Bakiyev se beneficiaron indebidamente de la permanencia del mandatario en el poder, durante más de cinco años. Esas acusaciones se asemejan a las esgrimidas contra el antecesor de Bakiyev, Askar Akayev, quien fue derrocado en medio de protestas masivas en el 2005.
Los gobernantes de facto dicen que han ofrecido a Bakiyev seguridad para abandonar el país si dimite. Sin embargo, el presidente no ha dado indicios de estar dispuesto a irse.
Ese estancamiento deja en vilo la estabilidad de Kirguistán en el corto plazo, lo que constituye una preocupación para Occidente, debido a la base aeronáutica estadounidense que se ubica en el país y que representa una instalación crucial para la campaña militar internacional contra el Talibán en Afganistán.
Desde esa base salen aeronaves de reabastecimiento de combustible para aviones que sobrevuelan Afganistán. Además, la base es un punto importante para el tránsito de las fuerzas militares.
El vocero del Mando Central Estadounidense, mayor John Redfeld, dijo que aunque las operaciones normales de vuelos en la base se reanudaron el viernes, los vuelos de pasajeros militares eran desviados temporalmente.
Síguenos en