Internacional
Empieza el adiós de verdad a Nelson Mandela
Jefes de estados y el pueblo sudafricano despiden a 'Madiba'
Decenas de miles de personas arrancaron de madrugada su camino, bajo la lluvia, hacia el estadio Soccer City en el que Mandela, muerto el jueves a los 95 años, hizo su gran última aparición pública el 11 de julio de 2010, en la final del Mundial de fútbol que ganó España.
Casi un centenar de líderes mundiales participarán de una ceremonia que se presume festiva y bulliciosa y en la que dos enemigos compartirán amistosamente estrado para rendir homenaje a "Madiba", el apodo de Mandela.
Se trata de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, dos de los seis dignatarios extranjeros que pronunciarán discursos.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff --que canceló recientemente una visita a Washington porque Estados Unidos la espió--, el vicepresidente chino Li Yuanchao, el presidente indio Pranab Mukherjee, y su homólogo namibio Hifikpunye Pohamba, son los otros líderes designados.
Cuatro nietos de Mandela --Mbuso, Andile, Zozuko Dlamini y Phumla-- intervendrán también.
El estadio debía abrir sus puertas a las 06H00 (04H00 GMT) y la ceremonia comenzará a las 11H00 (09H00 GMT).
"El mundo está literalmente viniendo a Sudáfrica", dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Clayson Monyela.
"Noventa y un jefes de Estado y de gobierno en ejercicio, 10 exdirigentes, 86 responsables de delegación y 75 ilustres personalidades confirmaron su asistencia", detalló.
La ceremonia del martes será retransmitida en medio mundo y hay 1.500 periodistas acreditados, según cifras del gobierno.
Simultáneamente, se realizará un pequeño homenaje en la prisión de Robben Island, donde Mandela pasó 27 años encarcelado antes de salir en 1990, ser elegido presidente en 1994 y guiar a Sudáfrica a una transición pacífica del régimen racista del apartheid a la democracia.
Además, en la celda de 2,5 por 2,1 metros en la que pasó 18 años de su vida arde desde el lunes una vela que "simboliza el triunfo del espíritu humano", dijo a la AFP un director del museo, Sibongiseni Mkhize, quien explicó que "en Robben Island las condiciones eran muy duras, pero él y los otros presos políticos triunfaron sobre la adversidad".
El personal de la isla, entre los que se encuentran ex presos políticos que ahora ejercen de guías turísticos, recuerdan cada día la pena que sienten por esta pérdida, ante visitantes que quieren conocer a lo que se enfrentó el icono de la lucha contra el apartheid.
"Todo el mundo está muy triste, casi todos mis compañeros tenían una relación personal o vínculos con él, porque de vez en cuando solía visitar Robben Island cuando todavía tenía energía para ello", cuenta uno de ellos.
La asistencia masiva de dirigentes políticos, de ilustres personalidades a nivel mundial y de personas anónimas prevista el martes en Johannesburgo para rendir un histórico homenaje a Nelson Mandela recuerda a otros grandiosos funerales de los últimos sesenta años, como el del papa Juan Pablo II en 2005, el del padre de la independencia india Mahatma Gandhi en 1948 o el del primer ministro israelí Yitzhak Rabin en 1995.
Los actos se sucederán hasta el domingo, cuando Mandela será enterrado en el pueblito de Qunu, en el que pasó una infancia feliz y del que se fue cuando murió su padre.
"Qunu era todo lo que conocía, y lo amé de la manera incondicional en que un niño ama su primer hogar", explicó en sus memorias, "El largo camino a la libertad".
Uno de sus contemporáneos en el pueblo, Geledwana Kekana, de 92 años, explicó que echará de menos las conversaciones que mantuvo con él en los últimos años en torno a una botella de brandy.
"Mi corazón sangra. Perdimos un hombre muy comprensivo, nadie podrá sustituirle", aseguró el jueves.
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