Internacional

Embajadores de OEA no logran acuerdo para reincorporar a Cuba

Fracasaron intentos por acordar un proyecto de resolución que buscaba revocar la suspensión de Cuba de la OEA hace 47 años

WASHINGTON, EU.- Los embajadores de la OEA no fracasaron en sus intentos por acordar un proyecto de resolución que buscaba revocar la suspensión de Cuba de la organización hace 47 años, pero el debate mostró un Estados Unidos que no sólo cambió su posición previa de no apoyar ese tipo de medidas, sino incluso de presentar un proyecto propio.

En su sesión final antes de la asamblea de cancilleres en San Pedro Sula, Honduras, a partir de este fin de semana, los embajadores de Honduras, Nicaragua y Estados Unidos presentaron sus proyectos respectivos, al término de un debate colegiado en Washington que ha dividido la organización.

El embajador de Canadá, Graeme C. Clark, presidente de la sesión del Consejo Permanente de embajadores de la OEA, sugirió que se forme un grupo de trabajo entre todas las delegaciones y se reúna a partir del jueves y hasta el debate de la resolución, posiblemente el 2 de junio, a fin de acordar un texto.

Dijo que el grupo debería informar de sus conclusiones a los cancilleres en su reunión de San Pedro Sula.

Todos los gobiernos estaban ahora de acuerdo en que se revoque la resolución de 1962, que suspendió a Cuba por incompatibilidad de su régimen marxista-leninista con los principios de la OEA. El desacuerdo se centra en lo que diría un segundo o hasta tercer artículo después del primero que decreta la revocación y que se refieren básicamente a qué hacer con Cuba desde la OEA.

El proyecto de Honduras, que es el más moderado, propone que las futuras relaciones entre Cuba y la OEA sigan dependiendo de ``la voluntad manifiesta'' del gobierno de La Habana.

El proyecto de Estados Unidos pide un diálogo del Consejo Permanente con Cuba ``en torno a su posible reintegración al sistema interamericano'' si se daba en Cuba el respeto pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales con miras a su retorno al sistema interamericano.

El embajador de Nicaragua Denis Ronaldo Moncada dijo que su gobierno consideraba que ``no le corresponde a la OEA dictar para el futuro los procedimiento de un hipotético retorno de Cuba'', y propone que la OEA reconozca más bien que la exclusión cubana fue ``un acto de injusticia'' hacia el pueblo cubano.

El debate en la OEA ocurrió luego que en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago se sentaran las bases de un acuerdo para trabajar por la revocación de la resolución de cancilleres aprobada en Punta del Este, Uruguay, en 1962.

La declaración final de esa cumbre no incluyó, sin embargo, mención alguna de Cuba. Igualmente, la agenda de la reunión ministerial de Honduras tampoco tiene ese tópico, por lo que el embajador ecuatoriano Efren A. Cocíos pidió incluirlo, respaldado más tarde por Nicaragua.

El embajador hondureño Carlos Sosa dijo que era ``natural'' que se incluyera el tema cubano en la agenda, pero alertó sobre el riesgo de que ``no 'cubanicemos' la asamblea'' de cancilleres.

``El punto central es construir un acuerdo que nos represente a todos'', dijo el embajador chileno Pedro Oyarce. ``Chile hará en el grupo de trabajo todos los esfuerzos para evitar que el tema de Cuba nos divida, nos tensione, nos polarice, porque ello sería grave para el trabajo de la próxima asamblea (ministerial)''.

Venezuela, que como los demás países del ALBA apoya el proyecto de Nicaragua, indicó que la resolución final que se logre en Honduras no debería ser presentada ``como un acto de indulto a Cuba, sino un desagravio''.

El embajador mexicano Gustavo Albín afirmó que su país ``siempre ha considerado que la exclusión y aislamiento no son el mejor camino para promover el diálogo y entendimiento''.

``Se cometió un error que hoy a casi 50 años por su ineficacia estamos empeñados en corregir'', declaró.
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