Internacional
El jefe de la CIA aceptó destruir videos polémicos
Técnicas de tortura como el submarino eran aplicadas en el terrorista Abu Zubaydah responsable del atentado del 11 de septiembre
CIA avaló una decisión del 2005 para destruir videos sobre una polémica técnica de interrogatorio, sin informar a la abogada de la Casa Blanca, Harriet Miers, quien se puso "furiosa'' al enterarse después, según correos electrónicos internos de la agencia de espionaje.
Los documentos, divulgados el jueves, muestran que, pese a la aparente aceptación del director Porter Goss, las autoridades casi de inmediato comenzaron a preocuparse de que estaban haciendo algo impropio, anticipando una controversia que ha persistido por años y aún es investigada por el FBI.
Los videos mostraban cuando interrogadores de la CIA utilizaban el "submarino'', una técnica de asfixia simulada que de manera general es considerada como tortura. El mecanismo era aplicado a un presunto terrorista, Abu Zubaydah.
Según los documentos, los interrogadores no acataban en los videos los procedimientos del "submarino'' autorizados por el gobierno del presidente George W. Bush.
Un prominente funcionario de la CIA, José Rodríguez, estaba preocupado de que los 92 videos serían "devastadores'' para la agencia si salieran a la luz pública, según los documentos. Rodríguez aprobó la destrucción de los videos.
Rodríguez dijo a Goss y otros que "consideraba que era sumamente importante destruir los videos y que si hubiera algún alboroto, él lo asumiría'', de acuerdo con un correo electrónico de noviembre del 2005.
Goss, según esa correspondencia, se rió y dijo que él sería quien asumiría el alboroto.
El correo electrónico puntualiza luego: "Sin embargo, PG estuvo de acuerdo con la decisión''.
WASHINGTON, EU.- El entonces director de la
Los documentos, divulgados el jueves, muestran que, pese a la aparente aceptación del director Porter Goss, las autoridades casi de inmediato comenzaron a preocuparse de que estaban haciendo algo impropio, anticipando una controversia que ha persistido por años y aún es investigada por el FBI.
Los videos mostraban cuando interrogadores de la CIA utilizaban el "submarino'', una técnica de asfixia simulada que de manera general es considerada como tortura. El mecanismo era aplicado a un presunto terrorista, Abu Zubaydah.
Según los documentos, los interrogadores no acataban en los videos los procedimientos del "submarino'' autorizados por el gobierno del presidente George W. Bush.
Un prominente funcionario de la CIA, José Rodríguez, estaba preocupado de que los 92 videos serían "devastadores'' para la agencia si salieran a la luz pública, según los documentos. Rodríguez aprobó la destrucción de los videos.
Rodríguez dijo a Goss y otros que "consideraba que era sumamente importante destruir los videos y que si hubiera algún alboroto, él lo asumiría'', de acuerdo con un correo electrónico de noviembre del 2005.
Goss, según esa correspondencia, se rió y dijo que él sería quien asumiría el alboroto.
El correo electrónico puntualiza luego: "Sin embargo, PG estuvo de acuerdo con la decisión''.
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