Internacional

El candidato opositor afgano renuncia a una segunda vuelta

El ex ministro de Relaciones Exteriores tira la toalla al denunciar que no existen condiciones justas para una votación justa

El candidato opositor afgano renuncia a una segunda vuelta
KABUL, AFGANISTÁN.- La incertidumbre reina en Afganistán tras la decisión del candidato opositor Abdulá Abdulá de retirarse de la segunda vuelta electoral del próximo sábado por considerar que no existen garantías para su “transparencia”.

La incertidumbre no sólo es porque el futuro Gobierno afgano queda en un vilo, sino porque incluso la realización de los comicios queda en el aire, ya que ni la Constitución ni las leyes electorales fijan qué se debe hacer en caso del retiro de los candidatos.

Funcionarios electorales anunciaron horas más tarde que las votaciones del 7 de noviembre seguirían adelante con ambos nombres en las papeletas, pero con el candidato Hamid Karzai como candidato único.
El líder opositor anunció que no se presentará a la segunda jornada electoral por considerar que no existen las condiciones políticas en el país para garantizar la limpieza del proceso electoral.

“No voy a participar en las elecciones del 7 de noviembre”, afirmó el ex ministro afgano de Relaciones Exteriores, tras denunciar que hay actos “inapropiados” de la Comisión Electoral Independiente (IEC) para la nueva elección, según la agencia afgana de noticias PAN.

Ante este desfavorable panorama, el jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Afganistán, Kai Eide, pidió que las elecciones presidenciales terminen de forma “legal y oportuna”, pese al retiro de Abdulá.

Eide indicó que es respetable la decisión del ex canciller afgano de no contender a la segunda votación por cualquier motivo que haya tenido, pero afirmó que la conclusión del proceso debe ser legal y en la fecha prevista.
En el mismo sentido se pronunció el portavoz del mandatario afgano, Waheed Omar, quien pese a que consideró lamentable el retiro de Abdulá, dijo que el proceso debe continuar y completarse.

Omar dijo que las elecciones deben continuar, sin embargo, aclaró que el presidente —y candidato— Hamid Karzai respetará la decisión de las autoridades electorales y de otras instituciones legales del país sobre la segunda jornada electoral.

El equipo de campaña del mandatario afgano también lamentó la decisión de Abdulá e igualmente consideró en que la votación debe continuar, aun cuando haya un solo candidato.

Pero Abdulá dejó claro que se retiraba porque el Gobierno no cumple con sus exigencias para garantizar una votación justa y poner en duda la legitimidad del próximo Gobierno.

Un debilitado Gobierno afgano bajo el actual presidente podría ser también un golpe para el mandatario estadounidense, Barack Obama, quien evalúa si enviar o no más de 40 mil soldados estadounidenses adicionales a combatir el resurgimiento Talibán en Afganistán.

Las elecciones presidenciales, realizadas el 20 de agosto pasado, se fueron a una segunda vuelta, después de que una comisión avalada por las Naciones Unidas determinó un masivo fraude a favor de Karzai, que le hizo perder 50.0 mínimo requerido para evitar otra votación.

telón de fondo

Fracaso para la Casa Blanca


Tras el fracaso de una segunda vuelta en Kabul, en América, el presidente estadounidense Barack Obama se tendrá que conformar con apoyar a Hamid Karzai como presidente de Afganistán, a pesar de su liderazgo débil, un Gobierno corrupto y manejo fraudulento en las elecciones.

Karzai no es el aliado capaz y fuerte que Washington esperaba que surgiera del reciente proceso electoral y que otros países de Occidente soñaban con tener en el país. Muchos esperaban que las elecciones estabilizarían a Afganistán y lo unirían en un frente ante los insurgentes talibanes.

El proceso electoral acabó mal cuando el principal rival de Karzai, Abdulá Abdulá, se retiró de la segunda vuelta a tan sólo seis días de la segunda ronda de desempate, argumentado que no era posible lograr unas elecciones justas.

Afganistán ha vivido sumido en la incertidumbre política durante semanas y la seguridad es otra gran preocupación, debido a que los insurgentes talibanes prometieron hacer fracasar la elección.

Para los talibanes, el retiro de Abdulá no hace ninguna diferencia. “No habrá cambio de política en lo que respecta a nosotros”, dijo Qari Mohammad, un portavoz talibán, desde una ubicación reservada.
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