Internacional
El Senado aprueba plan de Obama
El paquete de estímulo económico por 838 mil millones de dólares, tiene el objetivo de atajar la peor crisis financiera desde la Gran Depresión
Con 61 votos a favor, uno más de los que necesitaba, y 37 en contra, los senadores aprobaron su versión del plan de estímulo, ideado para atajar la peor crisis económica de Estados Unidos desde la Gran Depresión.
Durante un acto con votantes en Fort Myers (Florida), donde promueve el proyecto, el presidente de la Unión Americana, Barack Obama, calificó su aprobación como “buenas noticias”. Agregó, no obstante, que queda mucho trabajo por hacer para acercar las posiciones de los legisladores en ambas cámaras del Congreso para producir un texto definitivo.
La iniciativa de ley ya pasó su primera prueba de fuego la noche del lunes, cuando los senadores dieron luz verde, con 61 votos a favor y 36 en contra, una moción para proceder a la aprobación definitiva de ayer.
Pese a los esfuerzos de bipartidismo que promueve la Casa Blanca, la votación de ayer tampoco contó con un fuerte apoyo republicano: de los 41 miembros de la oposición en el Senado, sólo tres, todos ellos de corte moderado, se sumaron a la mayoría demócrata para la aprobación del plan.
Ahora el siguiente paso es armonizar este proyecto de ley con el de 819 mil millones de dólares que recibió al aval de la Cámara de Representantes el 28 de enero pasado sin ningún apoyo republicano.
Una vez armonizado, el documento final será sometido de nuevo a votación y será remitido al mandatario para su firma.
El monto de la versión aprobada en el pleno del Senado se vio elevada sobre la cifra inicial, porque la Oficina de Presupuesto del Congreso divulgó un nuevo cálculo sobre el costo del plan de reactivación económica.
El aumento se debe a una enmienda demócrata que limita las bonificaciones de los 25 principales ejecutivos de empresas que se beneficien del plan de rescate financiero aprobado por el Congreso en octubre pasado.
FICHA TÉCNICA
Los elementos principales
• Creación del Fondo de Inversión Público-Privada, que comprará la deuda de mala calidad de los bancos con dinero del Gobierno y de inversionistas. Inicialmente adquirirá títulos por valor de 500 mil millones de dólares y la cartera eventualmente podría llegar a un billón.
• Nuevas inyecciones de capital en los bancos, que se gestionarán a través de una nueva entidad, el Fondo de Estabilidad Financiera. El programa incorpora restricciones para los bancos que reciban el dinero público.
• La obligación de informar cómo los fondos les ayudarán a mantener o aumentar el crédito.
• La obligación de restringir los dividendos y adquisiciones.
• La obligación de limitar la compensación de sus altos ejecutivos a medio millón de dólares por año.
• Todos los bancos grandes deberán someterse a una “prueba de estrés”, que evaluará si son capaces de seguir prestando y resistir si se agrava la crisis.
• Ampliación de un programa de la Reserva Federal que actualmente financia la compra de préstamos automovilísticos, estudiantiles y de tarjetas de crédito para dar liquidez a los mercados de crédito de forma directa, sin pasar por los bancos privados.
• El programa inicialmente iba a dar financiación por valor de 200 mil millones de dólares para esos fines, pero ahora podrá expandirse a un billón de dólares.
• La Reserva Federal comprará, además, créditos hipotecarios de propiedades comerciales.
• El Departamento del Tesoro aportará cien mil millones de dólares al programa.
• Uso de 50 mil millones de dólares para ayudar a propietarios de viviendas a evitar el embargo, con lo que el Gobierno pretende poner freno a la ola de desahucios, que deprimen los valores inmobiliarios. Los detalles de esta parte del plan serán divulgados en las próximas semanas.
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