Internacional

El Pentágono sí discutió destino de restos humanos del S-11 antes de tirarlos

El tema se discutió en la sede del Departamento de Defensa; militares habían recomendado arrojar los restos sin identificar al mar

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (30/MAR/2012).- El Pentágono mantuvo un debate interno sobre qué hacer con los fragmentos de restos sin identificar de víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos (EU) que finalmente fueron depositados en un vertedero, según documentos difundidos hoy.

El Pentágono, sede del Departamento de Defensa estadounidense, difundió nuevos documentos sobre la investigación abierta al tanatorio militar de la base de la Fuerza Aérea en Dover (Delaware), abierta tras conocer que manipuló indebidamente los restos de algunos militares sin consultar a las familias.

Parte de esta investigación, difundida en febrero, reveló que los restos de algunas víctimas del S-11 fallecidas en el ataque contra el Pentágono, que no pudieron ser identificados, se enviaron a la morgue.

Allí fueron incinerados y arrojados a un vertedero, lo que causó protestas de sus familiares.

No obstante, correos electrónicos que intercambiaron funcionarios del Pentágono y que datan de 2002 muestran que hubo un debate sobre si debían ser arrojados al mar con una ceremonia religiosa o considerarse desechos médicos y ser incinerados, como sucedió.

En uno de los correos electrónicos un coronel defiende la idea de "esparcir las cenizas en el mar, que es un terreno neutral", otro funcionario considera que eso puede dar a entender al público que se están desechando restos humanos en el mar y "ése no es el caso".

En una rueda de prensa en el Pentágono, la subsecretaria adjunta de Personal de Defensa, Jo Ann Rooney, explicó que se trataba de partes de restos biológicos que no pudieron ser identificados, por lo que podían también no ser humanos.

Además estaban mezclados con escombros del edificio y del avión, entre los que tampoco tenían seguridad de que no hubiera restos de los terroristas.

Rooney señaló que el debate se produjo a todos los niveles del estamento militar porque "queríamos hacer lo mejor para respetar los restos con cuidado y dignidad", señaló.

No obstante, desde 2008 todos los restos incinerados en la base de la Fuerza Aérea se colocan en una urna de sal y son depositados en el mar por un barco de la Marina o de la Guardia Costera.

La subsecretaria se reunió antes de la rueda de prensa con los familiares de las víctimas, con quienes abordó el asunto.

"Las víctimas merecen el mayor cuidado, la dignidad y el respeto en cuanto a su tratamiento. Eso es lo que ellos y sus familias recibieron", aseguró.

Dover fue escenario de la polémica el año anterior después de que saliera a la luz el extravío y manipulación indebida de algunos restos de cadáveres de soldados muertos en Afganistán e Irak, tras lo cual el secretario de Defensa, Leon Panetta, ordenó en noviembre pasado investigar la gestión de la morgue militar.
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