Internacional
El Papa lava los pies de 12 reclusos en cárcel romana
La comitiva de Bergoglio llega al centro penitenciario poco después de las 17:00 hora local
Papa cumplió el tradicional rito del lavado de los pies a 12 reclusos, seis mujeres y seis hombres, durante la misa del Jueves Santo que celebró en la capilla de la cárcel romana de Rebbibia.
El momento más conmovedor de ese gesto tuvo lugar cuando Francisco se acercó a una mujer de origen africano que tenía a su pequeño hijo sobre sus faldas y al cual el pontífice también lavó, mientras ella no podía parar de llorar.
La comitiva de Bergoglio llegó al centro penitenciario poco después de las 17:00 hora local (16:00 GMT) y en el ingreso del lugar lo esperaba un numeroso grupo de detenidos, mezclados con guardias y otras personas.
A cada uno, el líder católico saludó de mano o de beso. Después agradeció a todos la calurosa acogida e ingresó a la Capilla "Padre Nuestro".
Cuando el Papa se dirigía hacia el altar del templo, los detenidos no pudieron contener la emoción y se abalanzaron sobre él para abrazarlo, besarlo y tocarlo.
En su sermón, pronunciado en italiano, Francisco recordó que la frase evangélica "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el final". Entonces dijo: "Jesús nos amó, Jesús nos ama sin límites, siempre, hasta el final. El amor de Jesús por nosotros no tiene límites".
En primera fila estaban las 12 personas elegidas para el rito del lavado de los pies, que recuerda el gesto cumplido con Jesús durante la última cena con los apóstoles.
El pontífice recordó que los discípulos no comprendieron el gesto de Cristo de lavarles los pies porque, en ese tiempo, era costumbre que los esclavos lavasen a las personas que llegaban a las casas con los pies sucios por el polvo del camino.
CIUDAD DEL VATICANO (02/ABR/2015).- El
El momento más conmovedor de ese gesto tuvo lugar cuando Francisco se acercó a una mujer de origen africano que tenía a su pequeño hijo sobre sus faldas y al cual el pontífice también lavó, mientras ella no podía parar de llorar.
La comitiva de Bergoglio llegó al centro penitenciario poco después de las 17:00 hora local (16:00 GMT) y en el ingreso del lugar lo esperaba un numeroso grupo de detenidos, mezclados con guardias y otras personas.
A cada uno, el líder católico saludó de mano o de beso. Después agradeció a todos la calurosa acogida e ingresó a la Capilla "Padre Nuestro".
Cuando el Papa se dirigía hacia el altar del templo, los detenidos no pudieron contener la emoción y se abalanzaron sobre él para abrazarlo, besarlo y tocarlo.
En su sermón, pronunciado en italiano, Francisco recordó que la frase evangélica "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el final". Entonces dijo: "Jesús nos amó, Jesús nos ama sin límites, siempre, hasta el final. El amor de Jesús por nosotros no tiene límites".
En primera fila estaban las 12 personas elegidas para el rito del lavado de los pies, que recuerda el gesto cumplido con Jesús durante la última cena con los apóstoles.
El pontífice recordó que los discípulos no comprendieron el gesto de Cristo de lavarles los pies porque, en ese tiempo, era costumbre que los esclavos lavasen a las personas que llegaban a las casas con los pies sucios por el polvo del camino.
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