Internacional
El Papa Francisco celebra misa en tumba de Juan Pablo II
Francisco cambió el lugar de su misa cotidiana a la Capilla de San Sebastián donde se encuentra la tumba del beato Juan Pablo II
Juan Pablo II.
En ese altar cada jueves la comunidad polaca participa en la celebración eucarística. Con el pontífice concelebraron unos 120 sacerdotes, en su mayoría polacos, mientras los fieles eran numerosos.
Por esta ocasión Francisco cambió el lugar de su misa cotidiana, que cada día a las 7:00 horas (06:00 GMT), tiene lugar en la capilla de su residencia vaticana, la Casa de Santa Marta.
Desde el 1 de mayo de 2011, fecha de su ceremonia de beatificación, los restos de Juan Pablo II yacen en el altar de San Sebastián, ubicado en la nave derecha de la basílica, a unos pasos de la imagen de la Piedad de Miguel Angel.
Durante el sermón de la misa de este día el Papa Francisco advirtió que sin el amor de Cristo, sin reconocerlo y sin nutrirse de ese amor, no se puede ser cristiano.
"Sí, Dios me ama, pero es una cosa abstracta, es una cosa que no me toca el corazón y yo me arreglo en la vida como puedo. No hay fidelidad ahí", dijo.
CIUDAD DEL VATICANO, ITALIA (31/OCT/2013).- El Papa Francisco celebró hoy su misa diaria en la Capilla de San Sebastián ubicada en la Basílica, donde se encuentra la tumba del beato
En ese altar cada jueves la comunidad polaca participa en la celebración eucarística. Con el pontífice concelebraron unos 120 sacerdotes, en su mayoría polacos, mientras los fieles eran numerosos.
Por esta ocasión Francisco cambió el lugar de su misa cotidiana, que cada día a las 7:00 horas (06:00 GMT), tiene lugar en la capilla de su residencia vaticana, la Casa de Santa Marta.
Desde el 1 de mayo de 2011, fecha de su ceremonia de beatificación, los restos de Juan Pablo II yacen en el altar de San Sebastián, ubicado en la nave derecha de la basílica, a unos pasos de la imagen de la Piedad de Miguel Angel.
Durante el sermón de la misa de este día el Papa Francisco advirtió que sin el amor de Cristo, sin reconocerlo y sin nutrirse de ese amor, no se puede ser cristiano.
"Sí, Dios me ama, pero es una cosa abstracta, es una cosa que no me toca el corazón y yo me arreglo en la vida como puedo. No hay fidelidad ahí", dijo.
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