Internacional

El G-7 solicita cancelación de deuda bancaria de Haití

El bloque gestionará ante el Banco Mundial y el BID un perdón de los pasivos que contrajo el devastado país caribeño

IQALUIT, CANADÁ.- Los países del G7 “van a anular toda la deuda bilateral de Haití”, devastado por el sismo del 12 de enero, declaró el ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty.

La deuda de Haití con este grupo de siete de los países más ricos del  planeta --Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y  Japón-- ya era relativamente baja.

La deuda externa total de Haití se eleva a unos 890 millones de dólares, 41% ante el Banco Interamericano de Desarrollo y 27% ante el Banco Mundial.

Por su parte, la comunidad iberoamericana y la Unión Europea (UE) reafirmaron su respaldo a las autoridades de Haití en las labores de reconstrucción del país con el compromiso de fondos y la apertura de una puerta para una mayor inclusión regional.

Las manifestaciones de solidaridad con Haití no cesan. Una misión de la UE, otra de la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom); el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, pasaron por los despachos del Gobierno haitiano.

Con una cara de cansancio evidente, el presidente haitiano, René Préval, agradeció a todos ellos la solidaridad, especialmente a la vecina República Dominicana, que también mandó a Puerto Príncipe una delegación encabezada por su vicepresidente, Rafael Alburquerque, para acompañar a iglesias y reiterar el compromiso con el vecino país.

Los países de la UE con representación en Haití (Francia, Alemania y España) pasaron balance de la ayuda entregada hasta el momento tras el devastador sismo y los planes futuros, una asistencia que superará los 681 millones de dólares.

EU permanecerá en Haití “cuanto sea necesario”


Los militares estadounidenses anunciaron que se quedarán “el tiempo que sea necesario” en Haití para ayudar a la reconstrucción del país y los países del G7 se comprometieron a “anular toda  la deuda bilateral” de la isla, mientras continuaban los esfuerzos para destrabar la entrega de ayuda humanitaria.

“Estaremos en Haití el tiempo que sea necesario”, dijo el coronel Gregory Kane, director de la Fuerza Conjunta de Operaciones estadounidenses en ese país.

En un principio el “componente militar” podría permanecer activado “de 45 a 50 días”, aunque “esta es una decisión política” que tomará la Casa Blanca.

Estados Unidos desplegó unos 20 mil soldados por tierra y mar en el marco del operativo humanitario que diseñó tras el sismo.

Mientras tanto, los problemas en la distribución de asistencia humanitaria  continúan preocupando a las autoridades.  

“Lamento que esto hubiera tomado tanto tiempo”, dijo el ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001), enviado especial de la ONU en el devastado país caribeño.

Crónica

“¡Que hagan algo por mi hija, que la despierten!”


Abigail Charlot, una bebé de 14 meses, sobrevivió al terremoto de Haití, pero no pudo resistir las secuelas de la destrucción.

Dos médicos suizos trabajaron en un hospital universitario para mantener viva a la bebé, gravemente deshidratada. Hicieron todo lo posible para cuidarla entre dos carpas que funcionaban como pabellón pediátrico. Un médico la hacía respirar con una máquina manual y el otro le introdujo una aguja en su pequeña pantorrilla derecha para hidratarla.

Media hora después todo había terminado. El corazón de Abigail dejó de latir a las 13:30 horas del día de ayer.

“A veces llegan demasiado tarde”, dijo el jefe de pediatría del hospital, el doctor Adrien Colimon con una mirada triste al tiempo que los doctores le colocaban un chaleco azul a la pequeña.

La madre de la bebé la llevó el pasado viernes con fiebre y diarrea. Tenía una semana enferma.

Cuando supo la noticia, Simone Bess, de 20 años, gritó amargamente y cayó sobre el piso de piedras.

“Por favor déme a mi hija. Mi única hija”, repetía la madre desconsolada.

A pocos metros de ahí, el padre de la pequeña, James Charlot, se encogió contra la pared en medio del dolor.

La segunda crisis médica ha llegado. Los doctores luchan contra la desnutrición severa y las enfermedades como la que mató a Abigail. Un respirador artificial la podría haber salvado, dijo Colimon, pero el hospital no tiene ninguno, ni máquinas para electrocardiogramas.

El calor dentro de las carpas de pediatría y maternidad a pleno sol y sin ventiladores podría haber sido otro factor para esa muerte.

“Esta carpa está completa, todos los niños dentro de ella están deshidratados porque hace mucho calor”, dijo Willow Walsh Hughes, una enfermera estadounidense que trató de consolar a la madre de Abigail cuando murió su hija.

Salubridad, un tema de alerta en Puerto Príncipe

Tres semanas después del terremoto, que ha dejado más de 200 mil muertos, las calles de la capital haitiana son un festival de olores de imposible descripción a medida que la actividad recupera paulatinamente su ritmo en una ciudad contaminada por los vehículos y el polvo que se levanta de las casas derruidas.

De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en Puerto Príncipe hay 591 asentamientos improvisados de refugiados y al menos 700 mil personas necesitan atención primaria y vigilancia epidemiológica.

En su último reporte, Unicef coincide en la alarma y advierte que están incrementando los casos de niños con diarrea en esos asentamientos.

Por las noches, la capital haitiana se convierte en una ciudad llena de fogatas y hogueras, que no buscan calentar ni iluminar a nadie sino incinerar la basura que se ha ido acumulando durante la jornada. De acuerdo con la OCHA, el tema de salud se ha vuelto un tema de prioridad y preocupación en el país.

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