Internacional
El Congreso rechaza la restitución de Manuel Zelaya
Un total de 104 diputados votaron por mantener el decreto del 28 de junio que separa a “Mel” de la presidencia
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La mayoría del Congreso de Honduras rechazó restituir al derrocado mandatario Manuel Zelaya, tres días después de una polémica elección presidencial rechazada por un amplio número de gobiernos latinoamericanos, pero aprobada por Estados Unidos.
De un total de 126 diputados presentes en una sesión de la Asamblea Legislativa, a las 21:15 horas locales, 104 votaron a favor de mantener un decreto del 28 de junio por el cual destituyeron al mandatario, después de que militares lo expulsaron del país y lo llevaron a Costa Rica.
La votación del Congreso unicameral es uno de los puntos de un acuerdo firmado en octubre entre el Gobierno de facto y Zelaya bajo el auspicio de Estados Unidos para tratar de acabar con la crisis política desatada tras el golpe de Estado.
El opositor Partido Nacional, al que pertenece el ganador de los comicios, Porfirio Lobo, y parte de los diputados del Partido Liberal, del que son miembros Zelaya y el presidente de facto, Roberto Micheletti, rechazaron así el regreso del depuesto líder, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
“Si restituimos a Zelaya sería peor para el país, la crisis probablemente continuaría y estaría en peligro nuevamente la democracia”, dijo el diputado nacionalista Víctor Barnica al justificar su voto.
Zelaya sabía que no se iba a revertir la posición de los diputados, en su mayoría conservadores, que se volvieron en su contra, debido a de que a mitad de su mandato viró a la izquierda y se alió al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
No restituir al mandatario derrocado antes de que asuma el presidente electo Porfirio Lobo, el 27 de enero, podría complicar el reconocimiento internacional para el próximo mandatario, quien dijo el tema estaba en manos del Congreso y que no quería pronunciarse al respecto.
Estados Unidos, así como México y España, han dicho que las elecciones fueron limpias, pero que es necesario el restablecimiento del orden constitucional, roto desde que Zelaya fue expulsado del país por militares el día del golpe.
Una “vergüenza”
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, calificó como una “vergüenza” la decisión del Parlamento de su país de no restituirlo en el poder.
“Su resultado avergüenza a esta nación, históricamente serán juzgados”, expresó Zelaya en alusión a la mayoría de los diputados que ratificaron el decreto mediante el cual lo separaron oficialmente del poder el 28 de junio.
Por su parte, el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, tras reincorporase al cargo del que se apartó una semana por las elecciones generales, declaró que el depuesto Manuel Zelaya “ya es historia, porque ya el pueblo le respondió todas las preguntas que él había exigido”.
El video de una salida sin regreso
Un video con el que el Gobierno de facto y el Congreso dan cuenta de los acontecimientos que precedieron al golpe de Estado de junio era exhibido el miércoles en dos pantallas gigantes del organismo legislativo antes de iniciar el debate sobre la restitución o no de Manuel Zelaya en la presidencia.
El corto, que según la oficina de prensa del Congreso era mostrado a todos quienes querían conocer la versión del Gobierno de facto sobre la expulsión, iniciaba con la pregunta: “¿Qué hace un Estado de derecho cuando el presidente desconoce los poderes del Estado?”.
En el Congreso se demoraba el inicio de la sesión convocada a las 11:00 horas para debatir la eventual reinstalación a Zelaya, una posibilidad que el mismo “Mel” había rechazado. Además, varios organismos de Estado consultados por el Legislativo sobre la viabilidad de devolver al poder al presidente depuesto opinaban que no era posible.
“Estas opiniones no son vinculantes, pero son como el foco amarillo del semáforo que nos dice: 'Tengan cuidado con lo que van a hacer''', señalaba el jefe de la bancada del opositor Partido Nacionalista, Rodolfo Irías, a canal 5 de televisión.
Canal 5 mostró copias de las respuestas que dieron el Procurador de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, todas desfavorables al regreso de Zelaya a la presidencia.
En el noticiero Frente a Frente, de dicho canal, fueron entrevistados Irías y el presidente del Congreso, Alfredo Saavedra, y ninguno desmintió la veracidad de los informes.
En las afueras del Congreso, unos 300 miembros del Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado protestaban frente a un numeroso cordón policial que bloqueó las calles de acceso a la sede parlamentaria.
Así, comenzaría una sesión legislativa que, horas después, confirmaba una sentencia anunciada: la salida de Manuel Zelaya no tenía retorno.
De un total de 126 diputados presentes en una sesión de la Asamblea Legislativa, a las 21:15 horas locales, 104 votaron a favor de mantener un decreto del 28 de junio por el cual destituyeron al mandatario, después de que militares lo expulsaron del país y lo llevaron a Costa Rica.
La votación del Congreso unicameral es uno de los puntos de un acuerdo firmado en octubre entre el Gobierno de facto y Zelaya bajo el auspicio de Estados Unidos para tratar de acabar con la crisis política desatada tras el golpe de Estado.
El opositor Partido Nacional, al que pertenece el ganador de los comicios, Porfirio Lobo, y parte de los diputados del Partido Liberal, del que son miembros Zelaya y el presidente de facto, Roberto Micheletti, rechazaron así el regreso del depuesto líder, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
“Si restituimos a Zelaya sería peor para el país, la crisis probablemente continuaría y estaría en peligro nuevamente la democracia”, dijo el diputado nacionalista Víctor Barnica al justificar su voto.
Zelaya sabía que no se iba a revertir la posición de los diputados, en su mayoría conservadores, que se volvieron en su contra, debido a de que a mitad de su mandato viró a la izquierda y se alió al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
No restituir al mandatario derrocado antes de que asuma el presidente electo Porfirio Lobo, el 27 de enero, podría complicar el reconocimiento internacional para el próximo mandatario, quien dijo el tema estaba en manos del Congreso y que no quería pronunciarse al respecto.
Estados Unidos, así como México y España, han dicho que las elecciones fueron limpias, pero que es necesario el restablecimiento del orden constitucional, roto desde que Zelaya fue expulsado del país por militares el día del golpe.
Una “vergüenza”
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, calificó como una “vergüenza” la decisión del Parlamento de su país de no restituirlo en el poder.
“Su resultado avergüenza a esta nación, históricamente serán juzgados”, expresó Zelaya en alusión a la mayoría de los diputados que ratificaron el decreto mediante el cual lo separaron oficialmente del poder el 28 de junio.
Por su parte, el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, tras reincorporase al cargo del que se apartó una semana por las elecciones generales, declaró que el depuesto Manuel Zelaya “ya es historia, porque ya el pueblo le respondió todas las preguntas que él había exigido”.
El video de una salida sin regreso
Un video con el que el Gobierno de facto y el Congreso dan cuenta de los acontecimientos que precedieron al golpe de Estado de junio era exhibido el miércoles en dos pantallas gigantes del organismo legislativo antes de iniciar el debate sobre la restitución o no de Manuel Zelaya en la presidencia.
El corto, que según la oficina de prensa del Congreso era mostrado a todos quienes querían conocer la versión del Gobierno de facto sobre la expulsión, iniciaba con la pregunta: “¿Qué hace un Estado de derecho cuando el presidente desconoce los poderes del Estado?”.
En el Congreso se demoraba el inicio de la sesión convocada a las 11:00 horas para debatir la eventual reinstalación a Zelaya, una posibilidad que el mismo “Mel” había rechazado. Además, varios organismos de Estado consultados por el Legislativo sobre la viabilidad de devolver al poder al presidente depuesto opinaban que no era posible.
“Estas opiniones no son vinculantes, pero son como el foco amarillo del semáforo que nos dice: 'Tengan cuidado con lo que van a hacer''', señalaba el jefe de la bancada del opositor Partido Nacionalista, Rodolfo Irías, a canal 5 de televisión.
Canal 5 mostró copias de las respuestas que dieron el Procurador de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, todas desfavorables al regreso de Zelaya a la presidencia.
En el noticiero Frente a Frente, de dicho canal, fueron entrevistados Irías y el presidente del Congreso, Alfredo Saavedra, y ninguno desmintió la veracidad de los informes.
En las afueras del Congreso, unos 300 miembros del Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado protestaban frente a un numeroso cordón policial que bloqueó las calles de acceso a la sede parlamentaria.
Así, comenzaría una sesión legislativa que, horas después, confirmaba una sentencia anunciada: la salida de Manuel Zelaya no tenía retorno.
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