Internacional
El Atlantis despega por última vez hacia la EEI
El transbordador será enviado al museo de la NASA a finales de año, junto con el Discovery y el Endeavour
Tras este vuelo solo quedarán dos lanzamientos de transbordador, el del Discovery a mediados de septiembre y el Endeavour, a fines de noviembre. Luego los tres transbordadores serán enviados al museo, coronando tres décadas de servicio que permitieron construir la EEI.
Atlantis despegó desde el Centro Espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral (Florida, sudeste) para su misión número 32.
La nave alcanzó la órbita terrestre en ocho minutos y 29 segundos, a 225 kilómetros de altitud, a una velocidad superior a los 28 mil km/h para iniciar su viaje hacia la EEI, a la que debe acoplarse mañana. La estación se encuentra a 350 kilómetros de altitud.
Durante esta misión de 12 días, de los cuales siete el transbordador pasará acoplado a la EEI, el Atlantis y su tripulación trasladarán más de 12 toneladas de materiales, seis baterías para las antenas solares de la estación, víveres y materiales para experimentos científicos.
El módulo ruso Rassvet (“Aurora” en ruso) o MRM-1 es el elemento más grande de los transportados por el Atlantis.
Este pequeño módulo presurizado de cinco toneladas vacío, que mide seis metros de largo por un diámetro de 2.23 metros, servirá para el acoplamiento de las naves rusas Soyuz y Progress, así como para el acopio.
Rassvet será adjuntado al módulo ruso Zarya de la Estación con el brazo robotizado de la EEI, Canadarm2. Transportará importantes piezas de recambio para la ISS, entre ellas un radiador, una cámara de descompresión y un brazo robotizado europeo.
Además del MRM-1, el Atlantis transporta también una plataforma de transporte destinada a cargas no presurizadas llamada “Integrated Cargo Carrier” de 2.2 metros de largo por cuatro de ancho.
Tres salidas extra vehiculares de seis horas y media cada una por un equipo de dos astronautas, están previstas durante esta misión para instalar nuevas baterías y una antena de banda Ku de recambio sobre la estación, cuya construcción está casi terminada.
El presidente Barack Obama decidió en febrero mantener la estación hasta al menos 2020.
Luego del fin de los transbordadores, Estados Unidos dependerá de los Soyuz rusos para encaminar sus astronautas a la estación, hasta que un lanzador estadounidense esté listo a tomar el relevo hacia 2015.
Para ello, la Casa Blanca apuesta al sector privado, al que se ofrece un importante apoyo, en un proyecto muy controvertido en el Congreso, al igual que la decisión de Obama de anular el programa “Constellation” lanzado por su predecesor y que preveía un retorno de los estadounidenses a la Luna hacia 2020.
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