Internacional
Egipto disuelve la fuerza de seguridad interior
El director fue detenido, enfrenta una investigación por ordenar la muerte de manifestantes durante el levantamiento contra Hosni Mubarak, otros 47 miembros también han sido arrestados
Egipto disolvió el martes una agencia de seguridad interna y espionaje cuya reputación de brutalidad ayudó a encender la mecha de la revolución que derrocó a
Hosni Mubarak el mes pasado.
La disolución de la seguridad estatal supone otro logro para el movimiento de protesta egipcio que obligó a Mubarak a dejar el cargo que había ocupado durante tres décadas, en una demostración de fuerza del pueblo que continúa reverberando en toda la región.
Equivalente a la Stasi en Egipto, la seguridad estatal era un símbolo odiado del Gobierno de Mubarak y fue usado por el Ejecutivo para aplastar a la oposición política. Los reformistas temían que su supervivencia fuera un riesgo a sus esperanzas de establecer un gobierno responsable.
El Ministerio del Interior sustituyó la seguridad estatal por una nueva Fuerza de Seguridad Nacional, que serviría "a la nación sin interferir en las vidas de los ciudadanos en su derecho a expresar sus derechos políticos", dijo la agencia estatal de noticias.
Este mes había aumentado la presión para que se adoptaran medidas después de que unos manifestantes entraran en las oficinas de la seguridad estatal, hallando numerosos documentos destruidos, evidencias de torturas e informes que mostraban el verdadero alcance del espionaje interno de la agencia.
Su director fue detenido y se enfrenta a una investigación por ordenar la muerte de manifestantes durante el levantamiento contra Mubarak. Otros 47 miembros de su personal han sido arrestados bajo la sospecha de destrucción de documentos.
Los grupos opositores y reformistas dijeron que los agentes de la seguridad estatal deben rendir cuentas para que Egipto pueda pasar página.
Un portavoz de los Hermanos Musulmanes, grupo prohibido por Mubarak, describió la disolución de la seguridad estatal como "un paso en la dirección correcta".
EL CAIRO, EGIPTO (15/MAR/2011).-
La disolución de la seguridad estatal supone otro logro para el movimiento de protesta egipcio que obligó a Mubarak a dejar el cargo que había ocupado durante tres décadas, en una demostración de fuerza del pueblo que continúa reverberando en toda la región.
Equivalente a la Stasi en Egipto, la seguridad estatal era un símbolo odiado del Gobierno de Mubarak y fue usado por el Ejecutivo para aplastar a la oposición política. Los reformistas temían que su supervivencia fuera un riesgo a sus esperanzas de establecer un gobierno responsable.
El Ministerio del Interior sustituyó la seguridad estatal por una nueva Fuerza de Seguridad Nacional, que serviría "a la nación sin interferir en las vidas de los ciudadanos en su derecho a expresar sus derechos políticos", dijo la agencia estatal de noticias.
Este mes había aumentado la presión para que se adoptaran medidas después de que unos manifestantes entraran en las oficinas de la seguridad estatal, hallando numerosos documentos destruidos, evidencias de torturas e informes que mostraban el verdadero alcance del espionaje interno de la agencia.
Su director fue detenido y se enfrenta a una investigación por ordenar la muerte de manifestantes durante el levantamiento contra Mubarak. Otros 47 miembros de su personal han sido arrestados bajo la sospecha de destrucción de documentos.
Los grupos opositores y reformistas dijeron que los agentes de la seguridad estatal deben rendir cuentas para que Egipto pueda pasar página.
Un portavoz de los Hermanos Musulmanes, grupo prohibido por Mubarak, describió la disolución de la seguridad estatal como "un paso en la dirección correcta".
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