Internacional
Edwards se declara inocente de delitos financieros en Estados Unidos
Jhon Edwards solicitó y gastó en secreto más de 925 mil dólares para ocultar a su amante y al bebé de ambos durante su campaña
John Edwards se declaró inocente el viernes de cargos según los cuales solicitó y gastó en secreto más de 925 mil dólares para ocultar de la atención pública a su amante y al bebé de ambos durante su campaña en busca de la
Casa Blanca, en el 2008.
En una declaración de 30 segundos ante decenas de reporteros y cámaras de televisión que lo rodearon frente a la corte, Edwards dijo que nunca pensó que estuviera infringiendo la ley.
"No hay duda de que he hecho algo malo", reconoció. "Y asumo toda la responsabilidad por haberlo hecho. Y lamentaré por el resto de mi vida el dolor y el daño que causé a otros. Pero no infringí la ley".
El también ex candidato a la vicepresidencia no tuvo que depositar una fianza, pero sí debió entregar su pasaporte y no tiene permiso de abandonar el territorio continental de Estados Unidos. Tampoco puede tener contacto con uno de los acaudalados benefactores que le dio el dinero que según los fiscales fue utilizado para ocultar la relación extramarital.
La acusación contiene seis cargos graves, incluido el de complot, cuatro cargos de recibir contribuciones ilegales de campaña y uno de hacer declaraciones falsas para evitar que esos gastos se incluyeran en los reportes de finanzas de campaña.
Más temprano, un jurado investigador acusó a Edwards.
En el acta acusatoria se afirma que los pagos fueron una confabulación para proteger las ambiciones presidenciales de Johnny Reid Edwards. "Un punto central de la campaña de Edwards era su imagen pública como un hombre dedicado a su familia", se dijo en la acusación.
"Edwards sabía que cualquier revelación pública de su amorío y del embarazo destruiría sus aspiraciones debido a que, entre otras cosas, se socavaría su imagen de hombre de familia y obligaría a su campaña a desviar personal y recursos de otras actividades para responder a las críticas y al escrutinio de la prensa en torno al amorío y embarazo", según el documento.
La acusación principal y la solicitud de orden de arresto fueron presentadas en Greensboro, Carolina del Norte, el distrito donde Edwards tenía instaladas las oficinas centrales de su campaña.
Edwards, de 58 años, compareció ante el juez magistrado federal Patrick Auld.
Los abogados de Edwards y los fiscales federales habían mantenido el jueves intensas negociaciones en torno a una acusación de la que el indiciado estaba dispuesto a declararse culpable. Las negociaciones no fructificaron, según personas enteradas de las mismas.
Los fiscales insisten en que Edwards se declare culpable de un delito grave, pero tal situación pondría en peligro su licencia de abogado.
Si es declarado culpable, Edwards afronta una pena máxima de cinco años de cárcel y una multa de 250 mil dólares por cada uno de los seis cargos.
Los burócratas infractores por lo general no reciben sentencias de prisión en las cortes federales, pero del Departamento de Justicia solicita de manera ordinaria para ellos al menos una condena corta de cárcel.
Aunque Edwards era civil cuando aspiraba a las candidaturas, recibió dinero de los contribuyentes cuando se embarcó en la campaña presidencial.
CAROLINA DEL NORTE, ESTADOS UNIDOS (03/JUN/2011).-El ex aspirante a la candidatura presidencial
En una declaración de 30 segundos ante decenas de reporteros y cámaras de televisión que lo rodearon frente a la corte, Edwards dijo que nunca pensó que estuviera infringiendo la ley.
"No hay duda de que he hecho algo malo", reconoció. "Y asumo toda la responsabilidad por haberlo hecho. Y lamentaré por el resto de mi vida el dolor y el daño que causé a otros. Pero no infringí la ley".
El también ex candidato a la vicepresidencia no tuvo que depositar una fianza, pero sí debió entregar su pasaporte y no tiene permiso de abandonar el territorio continental de Estados Unidos. Tampoco puede tener contacto con uno de los acaudalados benefactores que le dio el dinero que según los fiscales fue utilizado para ocultar la relación extramarital.
La acusación contiene seis cargos graves, incluido el de complot, cuatro cargos de recibir contribuciones ilegales de campaña y uno de hacer declaraciones falsas para evitar que esos gastos se incluyeran en los reportes de finanzas de campaña.
Más temprano, un jurado investigador acusó a Edwards.
En el acta acusatoria se afirma que los pagos fueron una confabulación para proteger las ambiciones presidenciales de Johnny Reid Edwards. "Un punto central de la campaña de Edwards era su imagen pública como un hombre dedicado a su familia", se dijo en la acusación.
"Edwards sabía que cualquier revelación pública de su amorío y del embarazo destruiría sus aspiraciones debido a que, entre otras cosas, se socavaría su imagen de hombre de familia y obligaría a su campaña a desviar personal y recursos de otras actividades para responder a las críticas y al escrutinio de la prensa en torno al amorío y embarazo", según el documento.
La acusación principal y la solicitud de orden de arresto fueron presentadas en Greensboro, Carolina del Norte, el distrito donde Edwards tenía instaladas las oficinas centrales de su campaña.
Edwards, de 58 años, compareció ante el juez magistrado federal Patrick Auld.
Los abogados de Edwards y los fiscales federales habían mantenido el jueves intensas negociaciones en torno a una acusación de la que el indiciado estaba dispuesto a declararse culpable. Las negociaciones no fructificaron, según personas enteradas de las mismas.
Los fiscales insisten en que Edwards se declare culpable de un delito grave, pero tal situación pondría en peligro su licencia de abogado.
Si es declarado culpable, Edwards afronta una pena máxima de cinco años de cárcel y una multa de 250 mil dólares por cada uno de los seis cargos.
Los burócratas infractores por lo general no reciben sentencias de prisión en las cortes federales, pero del Departamento de Justicia solicita de manera ordinaria para ellos al menos una condena corta de cárcel.
Aunque Edwards era civil cuando aspiraba a las candidaturas, recibió dinero de los contribuyentes cuando se embarcó en la campaña presidencial.
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