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EU, historia de una elección

Se registró la mayor afluencia de votantes desde que se autorizó el voto de las mujeres en 1920

EU, historia de una elección
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El triunfo histórico de Barack Obama fue la  culminación de unas elecciones sin par en la historia reciente de Estados  Unidos, lleno de sobresaltos y récords que cautivaron y pusieron a prueba los  nervios de los votantes.

En torno al 66% de los estadounidenses registrados acudieron a las urnas,  según datos provisionales del sitio de internet especializado  realclearpolitics.com divulgados en la madrugada del miércoles.

Se trata de la mayor afluencia registrada desde que se autorizó el voto de  las mujeres en 1920, según el diario The Washington Post. En términos  absolutos, hay que remontarse 100 años atrás, en 1908, para presenciar un  récord parecido.

"Tan sólo por el puro esfuerzo, los demócratas construyeron esta elección",  resumió Jerry Hagstrom, editor del National Journal.

El éxito avasallador del senador demócrata por Illinois empezó a gestarse  hace veintidós meses, cuando decidió presentarse como candidato, sin esperanzas  aparentes, contra la favorita de su partido, Hillary Clinton.

Obama ganó la candidatura tras una larga y exhaustiva serie de primarias.  En el lado republicano, un héroe de la guerra de Vietnam y senador con una  larga carrera a sus espaldas, John McCain, se convirtió a los 72 años en el  candidato inesperado y más veterano a la Casa Blanca.

El "rebelde" McCain escogió además a la primera mujer candidata a la  vicepresidencia de Estados Unidos, la gobernadora de Alaska, Sarah Palin.

Empezaba una pelea que los comentaristas destacaron rápidamente como la más  brillante en términos políticos desde la década de los años 1960, a pesar de  ciertos golpes bajos y acusaciones personales.

Obama y McCain estaban empatados al arrancar la campaña, con una intención  de voto en torno al 43%-45% respectivamente. Sin embargo, Obama movilizó  recursos y voluntarios que cambiaron totalmente la manera de abordar una  campaña electoral en una democracia occidental.

Llegó a tener tres millones de donantes que aportaron 640 millones de  dólares hasta el 15 de octubre, según los datos oficiales. Un nuevo récord.

La campaña demócrata "ha reescrito las reglas del juego" electoral, según  Peter Brown, experto en sondeos de la universidad de Quinnipiac (Connecticut).

Pero el momento más dramático estaba por llegar, cuando a finales de  septiembre estalló una crisis económica comparable a la de los años 1930.

La bolsa se derrumbó, y en un gesto sin precedentes, el 24 de septiembre  John McCain decidió suspender su campaña para apoyar un paquete legislativo de  emergencia en el Congreso.

Obama se negó a seguirle el paso, pero un mes después también causó  sensación, aunque por razones personales. Faltando quince días para el final de  la campaña decidió suspenderla para acudir al lecho de su abuela, cuya vida se  extinguía por un cáncer.

La abuela de Obama, quien prácticamente lo crió, acabó muriendo un día  antes de la victoria electoral de su nieto.

Los tres debates televisados entre Obama y McCain también lograron grandes  niveles de audiencia, y como dato curioso, hasta la aparición de la candidata  Palin en el show "Saturday Night Live", le supuso un récord de audiencia en 14  años al popular programa de humor televisivo.

Los estadounidenses acudían con un entusiasmo desconocido a las  convocatorias de los candidatos. Obama consiguió congregar a más de 100.000  personas en Denver (Colorado) el 26 de octubre, al aceptar su candidatura en la  Convención Demócrata.

En cuanto se abrieron las urnas en una treintena de estados que permitían  el voto anticipado, la afluencia fue constante y extraordinaria. Más de 31  millones de personas desfilaron por las urnas antes del día de la votación, de  nuevo un récord.

En un último y desesperado gesto, McCain hizo campaña el mismo día de la  elección, algo que no se recuerda en este país. Pero de poco le sirvió: Obama  se alzó con un triunfo inapelable.

Los demócratas ganaron una mayoría holgada en el Senado, y fortalecieron su  ventaja en la Cámara de Representantes.

Es algo solamente comparable "al periodo de mayoría republicana de 1994",  cuando empezó una larga década conservadora en el Congreso, remató John  Fortier, del American Enterprise Institute.
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