Internacional
Dos mujeres tibetanas se prendieron fuego
El incidente ocurrió en el oeste de China en un momento especialmente sensible para las autoridades, ya que se conmemoran los aniversarios de las revueltas de 1959 y 2008
En uno de los casos, del que informó el grupo londinense Free Tibet, una mujer de 32 años, madre de cuatro hijos, falleció al quemarse a lo bonzo en la prefectura de Aba (provincia de Sichuan), lugar en el que han ocurrido la mayoría de las inmolaciones del último año (más de una veintena, y muchos de ellos monjes).
La mujer, llamada Rinchen, se suicidó este domingo cerca del monasterio de Kirti, donde en los últimos 12 meses se han producido fuertes tensiones entre las autoridades y los monjes, muchos de ellos obligados a pasar temporadas en campos de reeducación por protagonizar protestas.
Al parecer, antes de fallecer Rinchen coreó consignas a favor de la "libertad para el Tíbet" y pidiendo el regreso del Dalai Lama, como hicieron anteriormente otros suicidas en circunstancias parecidas en Aba.
El otro incidente, del que informaron fuentes tibetanas en el exilio a la emisora Radio Free Asia (patrocinada por el Gobierno de Estados Unidos.), una joven de 16 años murió al inmolarse el sábado, 3 de marzo, en un mercado de Maqu en la provincia noroccidental china de Gansu, que como la de Sichuan marca el límite entre las áreas pobladas por tibetanos y las dominadas por la mayoría china han.
Los sucesos se producen en un mes altamente sensible para las autoridades chinas, ya que el 10 de marzo es el 53 aniversario de las revueltas tibetanas que, tras fracasar, obligaron al Dalai Lama, líder religioso de la etnia, a exiliarse en la India.
El 14 de marzo, además, se cumplen cuatro años de otra ola de protestas en el Tíbet que causó la muerte de una veintena de personas en Lhasa, y que comenzaron precisamente con la conmemoración de las revueltas de medio siglo antes.
Por otra parte, Pekín celebra este mes el plenario anual de su Asamblea Nacional Popular (ANP), la reunión política más importante del año en el país, unas fechas en las que el régimen teme cualquier incidente que dé una imagen de inestabilidad a la segunda economía mundial.
Pekín acusa al Dalai Lama y a los grupos de apoyo al independentismo tibetano en el exilio de aplaudir y animar estas inmolaciones, pese a que el líder espiritual y premio Nobel 1989 ha pedido el cese de estas protestas suicidas.
China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951, si bien Pekín considera ese hecho una "liberación" de la "teocracia".
Pekín no permite el acceso de periodistas extranjeros al Tíbet, salvo en viajes organizados por las autoridades, y en épocas sensibles como la actual limita o incluso detiene la entrada de turistas de otros países en la región.
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