Internacional

Diez muertos en nuevos enfrentamientos en Birmania

El incidente ocurrió cuando un grupo de soldados patrullaba la zona de Rakhine

BANGKOK, TAILANDIA (12/OCT/2016).- Diez personas murieron en un nuevo enfrentamiento en el oeste de Birmania (Myanmar) entre grupos de hombres armados y el ejército, desplegado tras el asalto de tres puestos de la policía fronteriza, informó la prensa estatal.

El incidente ocurrió ayer en el distrito de Maungtaw cuando un grupo de soldados fue atacado mientras patrullaba esta zona del estado Rakhine, la misma donde el domingo hubo los tres ataques en la frontera con Bangladesh.

Los soldados abrieron fuego para repeler el ataque y mataron a diez de los asaltantes, antes de iniciar la persecución del resto que siguió defendiéndose con pistolas y armas blancas mientras huían, según el diario "The New Light of Myanmar".

En otra zona del distrito, otro grupo de cinco atacantes disparó contra otro puesto fronterizo y quemó 25 casas de la barriada en la que se escondían antes de huir, añadió el periódico.

Con los últimos diez, los disturbios en Maungtaw han causado ya unos 40 muertos entre policías, militares, asaltantes y vecinos.

El Gobierno birmano envió una delegación para evitar una escalada de la tensión en Rakhine, donde en los últimos años ha habido varios brotes de violencia sectaria entre la perseguida minoría musulmana rohingya y la mayoría budista.

La líder del gobierno, la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, evitó señalar a ningún responsable por este estallido de violencia y aseguró que las autoridades intentan hace todo lo posible "de acuerdo con la ley" para poner fin a la violencia.

"El Gobierno aborda la cuestión en Rakhine ejerciendo de acuerdo con la ley para así poder alcanzar la solución mejor y más justa", dijo Suu Kyi en declaraciones recogidas por la prensa estatal.

Las autoridades han detenidos a seis personas, dos el lunes y cuatro el martes, en relación con los ataques a los controles fronterizos del domingo.

Más de un millón de rohingya viven en Rakhine, una minoría que reside en Birmania desde hace siglos, pero cuyos miembros no son reconocidos como ciudadanos birmanos sino como inmigrantes bengalíes.

Unos 120 mil de ellos viven confinados en 67 campos en ese estado y sufren todo tipo de restricciones desde el brote de violencia sectaria en 2012 que causó al menos 160 muertos.

El de los rohingya es un asunto sensible en la política birmana, condicionada por grupos radicales budistas que llevaron al anterior Ejecutivo a adoptar múltiples medidas discriminatorias contra este colectivo, incluida la privación de movimientos.

El Gobierno birmano creó en agosto una comisión encabezada por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que elaborará un informe con recomendaciones para solucionar el conflicto sectario.

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