Internacional

Detienen en EU a conocido activista de inmigrantes

José Antonio Vargas es detenido cuando intentaba abordar un avión en el aeropuerto de McAllen de Texas

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (15/JUL/2014).- El periodista filipino José Antonio Vargas, quien se hizo célebre por revelar su estatus de indocumentado tras ganar un premio Pulitzer y es hoy símbolo del debate migratorio, fue detenido este martes en Texas.

Vargas, quien emigró de Filipinas a Estados Unidos con su familia cuando  tenía 12 años, estaba en Texas (carca de la frontera con México) dando apoyo a  los refugiados centroamericanos, que son parte de los miles de niños que  emigran solos en un fenómeno calificado por el presidente Barack Obama como una  crisis humanitaria.

En medio de esta crisis en la frontera, que coincide con el estancamiento de la reforma migratoria en el Congreso, Obama se enfrentará al dilema de si debe deportar o no al activista indocumentado más conocido del país, fundador  de la organización proinmigrante Define American.  

Vargas fue detenido cuando intentaba abordar un avión en el aeropuerto de McAllen de Texas en dirección a Los Ángeles, en California, confirmó Joe Gutiérrez, portavoz de la Guardia Fronteriza (CBP).

Ryan Eller, director de campañas de Define American, había dicho que "el  señor Vargas intentó abordar un avión hacia Los Ángeles, pero no pudo pasar por la seguridad del aeropuerto".

Su detención fue criticada por numerosas organizaciones de derechos humanos y el propio Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, ciudad de residencia de  Vargas.

"Me solidarizo con el periodista y activista José Antonio Vargas", escribió  el alcalde. "Es un hombre ejemplar cuyo incansable trabajo ha ayudado a crear  conciencia sobre las vidas de los millones de inmigrantes indocumentados que  viven en suelo estadounidense".

Su detención, prosiguió, "deja en evidencia cómo nuestras autoridades  migratorias fracasan en el uso de su discreción al detener a inmigrantes que no  representan ningún riesgo para nuestra seguridad".

El congresista por el estado de Florida Alan Grayson también se solidarizó  con el activista, quien ganó en 2008 el premio Pulitzer junto a su equipo del  diario Washington Post por la cobertura del tiroteo en Virginia Tech.

"Nadie que se haya criado aquí desde niño debería ser expulsado por no  tener documentos", escribió el representante demócrata.

Ryan Eller pidió a Obama y al secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, su colaboración para que Vargas sea puesto en libertad "de forma  inmediata".

Vargas, quien a pesar de ser filipino ha hecho como suya la causa de los  inmigrantes de todas las nacionalidades, se había desplazado hasta Texas para  ver de primera mano la situación de los cientos de personas que a diario llegan  clandestinamente a Estados Unidos, huyendo de la violencia y la pobreza de su  país.

En los últimos ocho meses, 57 mil niños y adolescentes menores de edad han  emigrado solos desde Centroamérica, enviados por sus padres con la esperanza de  que encuentren una mejor vida.

El lunes un vuelo Estados deportó a unas 40 personas, entre madres y niños, a Honduras. Esta deportación es una "clara señal" de que los inmigrantes  clandestinos no serán recibidos con los "brazos abiertos" en Estados Unidos,  declaró la Casa Blanca.


Sabía que corría un riesgo
 
Con su viaje, que realizó con el fin de llamar la atención sobre esta  tragedia humanitaria en la frontera, Vargas sabía que corría el riesgo de ser  arrestado y ulteriormente deportado a un país que desconoce.

"Las únicas identificaciones que tengo para pasar por seguridad: mi  pasaporte filipino y la Constitución estadounidense", fue su último tuit,  enviado la mañana de este martes junto a una fotografía de ambos documentos.  "No sé lo que va a pasar", había escrito poco antes.  

Define American añadió en un comunicado en Facebook que, cuando el equipo  se encontraba en Texas, "se tornó evidente (...) que el fundador de nuestra  organización, José Antonio Vargas, no sería capaz de dejar McAllen".

Esa situación, añadió el comunicado, "es compartida por miles de  estadounidenses indocumentados que están 'atrapados' en la frontera", donde los  puestos de control fronterizo abundan.

En ese mismo comunicado, Eller reprodujo una declaración de Vargas:  "Nuestro país es mejor que esto -más humano, más compasivo- y estamos luchando  por un Estados Unidos mejor: un país que amamos pero que todavía no nos  reconoce".

Vargas tenía 12 años cuando, en 1993, su madre lo embarcó en un vuelo desde  Manila, Filipinas, para que fuera criado por sus abuelos en California.

Además del Washington Post, Vargas trabajó para otros medios prestigiosos  como The San Francisco Chronicle y The Huffington Post, hasta que, en 2011,  "salió de las sombras" en un sonado artículo en el New York Times.

Su vida y dificultades son también centro del documental "Documented",  producido y dirigido por él mismo, que se estrenó en junio de este año.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando