Internacional
Decretarán 'Estado de calamidad' por desastres en El Salvador
Sigfrido Reyes, confirmó que los diputados de los diferentes partidos políticos se reunirán de emergencia mañana lunes para discutir la situación que se vive
SAN SALVADOR, EL SALVADOR.- La Asamblea legislativa de
El Salvador declarará
'estado de calamidad' y duelo nacional por los desastres ocasionados por el huracán Ida, que ha dejado de manera preliminar 91 muertos, 60 desaparecidos y destrucción vial.
El vicepresidente del congreso, Sigfrido Reyes, confirmó que los diputados de los diferentes partidos políticos se reunirán de emergencia mañana lunes para discutir la situación que se vive y que amenaza con lluvias por 24 horas más.
El político explicó que se evaluará la situación para respaldar a la población que quedó damnificada, con el fin de aprovisionarla de víveres, abrigo, medicamentos, construcción de viviendas, calles y puentes destruidos.
'Este es un asunto de unidad nacional y yo espero que los diputados olvidemos los tintes partidarios y cristalicemos eso con la unanimidad mañana', dijo Reyes.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, se encuentra al mando de toda la emergencia que vive este país, confirmaron varios ministros y gobernadores departamentales.
La tragedia que sorprendió a los salvadoreños desde la noche del sábado -ya que el fenómeno Ida se degradó en el Caribe de Honduras ese mismo día- ha dejado pueblos completamente dañados y al menos cinco puentes destruidos en su totalidad, así como inundaciones por todo el territorio.
El central departamento de San Vicente se ha convertido en el símbolo de la tragedia provocada por el fenómeno Ida y una baja presión que se ubica en el Pacífico.
En esa región, situada a unos 40 kilómetros de la capital, al menos 23 personas han perdido la vida y 60 más están desaparecidas.
En las poblaciones de Verapaz, Guadalupe, Tepetitán y en la ciudad de San Vicente, entre otras localidades, se vive una verdadera tragedia y los socorristas de Protección Civil intentan rescatar vidas y recuperar cadáveres.
El imponente río Jíboa, uno de los más importantes del país y que tiene su nacimiento original en el lago de Ilopango, se desbordó y un aluvión de tierra se desprendió del volcán de Chinchontepec, lo que causó un colapso en todo San Vicente.
Pero las emergencias también se viven en cuatro departamentos más del país, Cuscatlán, La Paz, La Libertad y San Salvador, las cinco regiones con declaración de alerta naranja desde este domingo y la verde en el resto del país.
La costa salvadoreña ha sido muy afectada y es difícil estimar daños al momento por la gravedad, ya que por ahora la misión de las autoridades es rescatar vidas, evacuar y llevar alimentos y abrigo a los damnificados, dijo el gobernador de La Libertad, Joaquín Aguilar.
Pese a que la lluvia cesó en algunas horas del día y se observaron rayos del sol, los aguaceros han vuelto a amenazar sobre todo San Vicente, y otras regiones anegadas por las lluvias.
El Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET), previó otras 24 horas de lluvias, por lo que el sistema de Protección Civil se mantiene concentrado en 10 por ciento.
El informe preliminar señala más de siete mil evacuados, aunque la cifra tanto de muertos y damnificados tienden a aumentar y se está a la espera de un nuevo reporte oficial.
El vicepresidente del congreso, Sigfrido Reyes, confirmó que los diputados de los diferentes partidos políticos se reunirán de emergencia mañana lunes para discutir la situación que se vive y que amenaza con lluvias por 24 horas más.
El político explicó que se evaluará la situación para respaldar a la población que quedó damnificada, con el fin de aprovisionarla de víveres, abrigo, medicamentos, construcción de viviendas, calles y puentes destruidos.
'Este es un asunto de unidad nacional y yo espero que los diputados olvidemos los tintes partidarios y cristalicemos eso con la unanimidad mañana', dijo Reyes.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, se encuentra al mando de toda la emergencia que vive este país, confirmaron varios ministros y gobernadores departamentales.
La tragedia que sorprendió a los salvadoreños desde la noche del sábado -ya que el fenómeno Ida se degradó en el Caribe de Honduras ese mismo día- ha dejado pueblos completamente dañados y al menos cinco puentes destruidos en su totalidad, así como inundaciones por todo el territorio.
El central departamento de San Vicente se ha convertido en el símbolo de la tragedia provocada por el fenómeno Ida y una baja presión que se ubica en el Pacífico.
En esa región, situada a unos 40 kilómetros de la capital, al menos 23 personas han perdido la vida y 60 más están desaparecidas.
En las poblaciones de Verapaz, Guadalupe, Tepetitán y en la ciudad de San Vicente, entre otras localidades, se vive una verdadera tragedia y los socorristas de Protección Civil intentan rescatar vidas y recuperar cadáveres.
El imponente río Jíboa, uno de los más importantes del país y que tiene su nacimiento original en el lago de Ilopango, se desbordó y un aluvión de tierra se desprendió del volcán de Chinchontepec, lo que causó un colapso en todo San Vicente.
Pero las emergencias también se viven en cuatro departamentos más del país, Cuscatlán, La Paz, La Libertad y San Salvador, las cinco regiones con declaración de alerta naranja desde este domingo y la verde en el resto del país.
La costa salvadoreña ha sido muy afectada y es difícil estimar daños al momento por la gravedad, ya que por ahora la misión de las autoridades es rescatar vidas, evacuar y llevar alimentos y abrigo a los damnificados, dijo el gobernador de La Libertad, Joaquín Aguilar.
Pese a que la lluvia cesó en algunas horas del día y se observaron rayos del sol, los aguaceros han vuelto a amenazar sobre todo San Vicente, y otras regiones anegadas por las lluvias.
El Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET), previó otras 24 horas de lluvias, por lo que el sistema de Protección Civil se mantiene concentrado en 10 por ciento.
El informe preliminar señala más de siete mil evacuados, aunque la cifra tanto de muertos y damnificados tienden a aumentar y se está a la espera de un nuevo reporte oficial.