Internacional
Decidirá Japón si cambia el orden político del último medio siglo
Las urnas abrieron a las 07:00 horas locales (22:00 GMT del sábado) para elejir a a su nuevo primer ministro
PEKÍN, CHINA.- Unos 103 millones de electores podrán acudir este domingo a las urnas en
Japón para participar en unas históricas elecciones legislativas que podrían cambiar el rumbo político mantenido por el país en los últimos 50 años.
Las urnas abrieron a las 07:00 horas locales (22:00 GMT del sábado) para que la segunda economía del mundo elija a su nuevo primer ministro.
El candidato opositor Yukio Hatoyama, del Partido Democrático de Japón (PDJ), se ubica como el gran favorito frente al jefe de gobierno saliente Taro Aso, del Partido Liberal Demócrata (PLD).
Según las últimas encuestas publicadas antes del inicio de los comicios, el PLD obtendría 320 de los 480 escaños, una cifra muy por encima de la mayoría absoluta -241- necesaria para gobernar en solitario.
Por primera vez en medio siglo, estas elecciones apuntan a un descalabro del gobernante Partido Liberal Demócrata.
Apenas salido de la peor recesión desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la elección de este domingo es percibida en el país como una dicotomía entre el continuismo del PLD o el cambio estructural prometido por el PDJ.
Hatoyama ha basado su programa político en el fin de la hegemonía del PLD en todas las esferas del Estado, sobre todo en la burocracia, verdadero punto de apoyo de la formación gobernante a la hora de ejercer el poder.
El candidato de la oposición ha presentado su proyecto de gobierno como 'una política al servicio de la vida de la gente'.
En tanto el jefe de gobierno saliente, un ferviente nacionalista y amante de la cultura manga, se erige como defensor de un Japón fuerte que, pese a la pujante influencia de China, ejerza un papel dominante en Asia.
Su tono populista y sus discursos pronunciados sobre furgonetas en los barrios más modernos de Tokio, con los que intentó atraer a los jóvenes, no lograron impedir que la popularidad de Aso se hundiera a causa del gran impacto de la crisis económica en Japón.
Pese a los planes de estímulo por una cifra equivalente al 5.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, Japón no logró esquivar el impacto de la crisis económica internacional.
La crisis ha dañado a grandes compañías japonesas como Toyota, Sony y Toshiba, además de que ha situado el desempleo en la cifra histórica de 5.7 por ciento.
Las urnas abrieron a las 07:00 horas locales (22:00 GMT del sábado) para que la segunda economía del mundo elija a su nuevo primer ministro.
El candidato opositor Yukio Hatoyama, del Partido Democrático de Japón (PDJ), se ubica como el gran favorito frente al jefe de gobierno saliente Taro Aso, del Partido Liberal Demócrata (PLD).
Según las últimas encuestas publicadas antes del inicio de los comicios, el PLD obtendría 320 de los 480 escaños, una cifra muy por encima de la mayoría absoluta -241- necesaria para gobernar en solitario.
Por primera vez en medio siglo, estas elecciones apuntan a un descalabro del gobernante Partido Liberal Demócrata.
Apenas salido de la peor recesión desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la elección de este domingo es percibida en el país como una dicotomía entre el continuismo del PLD o el cambio estructural prometido por el PDJ.
Hatoyama ha basado su programa político en el fin de la hegemonía del PLD en todas las esferas del Estado, sobre todo en la burocracia, verdadero punto de apoyo de la formación gobernante a la hora de ejercer el poder.
El candidato de la oposición ha presentado su proyecto de gobierno como 'una política al servicio de la vida de la gente'.
En tanto el jefe de gobierno saliente, un ferviente nacionalista y amante de la cultura manga, se erige como defensor de un Japón fuerte que, pese a la pujante influencia de China, ejerza un papel dominante en Asia.
Su tono populista y sus discursos pronunciados sobre furgonetas en los barrios más modernos de Tokio, con los que intentó atraer a los jóvenes, no lograron impedir que la popularidad de Aso se hundiera a causa del gran impacto de la crisis económica en Japón.
Pese a los planes de estímulo por una cifra equivalente al 5.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, Japón no logró esquivar el impacto de la crisis económica internacional.
La crisis ha dañado a grandes compañías japonesas como Toyota, Sony y Toshiba, además de que ha situado el desempleo en la cifra histórica de 5.7 por ciento.
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