Internacional

De Querétaro al Vaticano, el premio de su vida fue visitar la Sixtina

Caritina Hernández fue la visitante dos millones en la Sixtina mexicana, por lo que fue acreedora del viaje a Roma donde conoció al Papá Francisco

CIUDAD DEL VATICANO (23/JUN/2017).- A sus 58 años de vida, Caritina Hernández Ramírez cumplió su mayor sueño: conocer la Capilla Sixtina del Vaticano y recorrerla prácticamente en exclusiva, apenas acompañada por su madre, su hija y un puñado de personas, gracias a un premio que ganó por sorpresa.

Este martes, muy temprano por la mañana y antes de la apertura de los Museos Vaticanos, ella atravesó la puerta del histórico complejo cultural para admirar conmovida el recinto donde se eligen los Papas, en el corazón del Palacio Apostólico.

Con ella estaba su mamá, Eugenia Ramírez Hernández (77), y su hija, Nely Loyola Hernández. Fueron ellas dos las responsables de este viaje de ensueño, que incluyó el saludo al Papa Francisco la víspera, durante su audiencia pública semanal en la Plaza de San Pedro.

Hace pocas semanas, Nely acompañó a Eugenia a visitar la Sixtina mexicana, la monumental y precisa réplica de la capilla original vaticana que ya fue montada en la Ciudad de México, en Toluca y en Querétaro.

Cuando estaban ingresando con el boleto preferencial por adulto mayor, se les acercaron los organizadores de la muestra para informarles que la señora era la visitante dos millones y, por eso, se hacía acreedora de un viaje a Roma para conocer la original.

Ni siquiera los familiares y vecinos queretanos creyeron la novedad. "Nos decían no es cierto, no van, decían cómo podía haberse ganado dos millones de pesos, pero no, en realidad se había ganado un boleto para ir a Roma. Muchas personas nos felicitaron, muchas no", contó Caritina.

Al final, las mujeres de tres generaciones de la familia pudieron cumplir el sueño. Poco antes de las 07:00 horas locales (05:00 GMT) de este jueves y con evidente emoción, ellas atravesaron los pasillos de los Museos Vaticanos hasta ingresar a una Capilla Sixtina desierta, sin las multitudes de visitantes que cada día la abarrotan. Mientras les explicaban detalles de las obras maestras, Caritina y Eugenia parecían abstraídas. Sólo atinaban a repetir sin parar, casi balbuceando: "Gracias, gracias, gracias. Es un regalo de Dios, es un regalo de Dios".

Ante el famoso fresco del Juicio Final, de Miguel Ángel Buonarroti, ambas se hicieron la señal de la cruz y rezaron conmovidas. Algunas lágrimas escurrieron por sus mejillas. Sus camisas bordadas con motivos indígenas sobre la manta colorida parecían competir con los diseños de las paredes.

La abuela, Eugenia, preguntaba constantemente cosas a su hija, por su disminuida audición y porque solo habla náhuatl. "Uno no puede creer todo esto, estar viendo aquí que todo es impresionante, nunca imaginé que fuera así. Somos una familia humilde, creemos en Dios, teníamos un sueño, pero verlo aquí hecho realidad es maravilloso", dijo Caritina. Sobre su saludo al Papa Francisco, revelaron que les dijo que son "muy aventadas" como "todos los mexicanos".

 Justo a ellas, que jamás salieron de su país y lo más lejos que viajaron fue a La Paz, en Baja California Sur. "Es una emoción muy grande por estar frente a una persona que representa a Cristo, es maravilloso, se siente una gran emoción que uno tenga la posibilidad de estar ante esas personas tan importantes", indicó.

"Es maravilloso conocer dónde eligen al Papa, yo sólo había visto esto en películas, pero ahora se hizo realidad estar aquí, donde eligieron también al Papa Francisco porque solamente habíamos seguido quién iba a quedar por la televisión", agregó.

Durante su peculiar visita, las queretanas estuvieron acompañadas por el director de los Museos Vaticanos, Paolo Nicolini, quien las abrazó y les dio un trato privilegiado. Él destacó que el premio para ellas es consecuencia de la decisión de los museos papales de permitir, por primera vez en la historia, la confección de una réplica real de la capilla más famosa del mundo. Insistió que la autorización a replicar la capilla es una prueba "del cuidado y el amor" que el Papa, como pastor, tiene por su pueblo.

"Este es el verdadero significado: llevar la belleza y la fe de este lugar al mundo; es la fe de los Papas. No queremos que al mundo lleguen sólo los escándalos que ocurren en el Vaticano, la verdad y la autenticidad de este lugar está en la fe del pueblo y está bien que el pueblo, esté donde esté, se apropie de nuevo de su fe", estableció.

"La presencia de Caritina hoy aquí es este llamado al mundo entero. Este es el lugar de la fe, la Iglesia y el Vaticano es la sede a través de la cual el Papa quiere reforzar en la fe a todos los pueblos, confirmarlos como dice la tradición cristiana y esta es una modalidad", añadió.

Anticipó que la réplica no recorrerá sólo ciudades dentro de México, sino que "probablemente" continuará su gira en otros países de América Latina y algunas ciudades de Estados Unidos. "A nosotros nos interesa el pueblo porque la fe no tiene color, no tiene cuentas en el banco, no tiene sueldos, la fe es la fe y no debe ser juzgada subjetivamente, es un don pero, sobre todo, el hecho que todos nos dejemos abrazar por la misericordia del padre", subrayó.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando