Internacional

Cumbre Iberoamericana encara el reto de redefinir su papel

Concluye la edición número 22 del evento, cuestionando la función del foro en un momento de pujanza económica en América mientras que Europa atraviesa crisis

CÁDIZ, ESPAÑA (17/NOV/2012).- Concluida su XXII Cumbre, Iberoamérica encara ahora el reto de redefinir el papel de este foro en un momento de pujanza económica en América mientras que Europa trata de superar su crisis.

"La Comunidad Iberoamericana es una firme realidad" y ahora "debemos mirar con nuevos ojos lo mucho que hemos recorrido y lo mucho también que nos queda todavía por hacer", dijo el rey Juan Carlos en la ceremonia de clausura de la Cumbre de Cádiz.

Corresponderá ahora a Panamá, que acogerá la cumbre de 2013, dirigir a toda la comunidad de naciones en esa responsabilidad.

El presidente panameño, Ricardo Martinelli, afirmó que la próxima cumbre se centrará en "el papel económico, político, social y cultural de la comunidad iberoamericana en el contexto mundial" y que se celebrará el 18 y 19 de octubre de 2013.

La próxima cita podría ser la última con el actual formato ya que los líderes iberoamericanos han encargado hoy al expresidente chileno Ricardo Lagos, al secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y a la canciller mexicana, Patricia Espinosa, presentar una propuesta formal para reformar las cumbres, que previsiblemente pasarán a ser bienales.

Este equipo deberá entregar su informe en la próxima cumbre de Panamá y cuenta como base para su trabajo con una propuesta, presentada por España, para "redefinir" por completo este foro.

España, que ahora asume más del 60 % de la financiación de la Secretaría General Iberoamericana, organizadora de las cumbres, propone por ejemplo diseñar "una estructura más equitativa en cuanto a cargas y responsabilidades".

En una rueda de prensa al término de la cumbre, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que en la edición de este año ha llegado el momento de dar un paso adelante, de iniciar una nueva etapa.

Rajoy recalcó el mensaje de que Latinoamérica desea ayudar a que Europa cambie su tendencia económica.

Antes de la ceremonia de clausura, los participantes en la cumbre posaron para la tradicional "foto de familia" y tuvieron un almuerzo conocido como "retiro" en el que, según Rajoy, el diálogo entre los mandatarios a solas fue fructífero y activo.

La Declaración de Cádiz y el Programa de Acción aglutinan los temas y decisiones de esta cita, que ha tenido un marcado acento económico.

A estos documentos, suscritos hoy por los jefes de Estado y de Gobierno, se añaden una docena de comunicados especiales, que abordan temas variados, como el rechazo del bloqueo de EU a Cuba, las Malvinas, la hoja de coca, el cambio climático, el femicidio, la inclusión de los discapacitados en el mercado laboral y la declaración de 2013 como Año Internacional de la Quinua.

La Declaración se centra en seis ejes, entre los que destaca el desarrollo de infraestructuras, la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, y políticas de crecimiento y empleo.

El texto recoge también el fortalecimiento de "reglas claras, estables y previsibles que ayuden a promover las inversiones productivas nacionales y extranjeras".

En la Declaración se recoge también el respaldo de los mandatarios iberoamericanos a la celebración de una sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre el problema mundial de la droga.

También se ha aceptado a Haití como país observador en las cumbres.

España ha recibido además de los presidente de Chile, México, Perú y Colombia la carta en la que España es aceptada como país observador de la Alianza del Pacífico.

La cumbre también respaldó la candidatura de España a ocupar un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

A la cumbre no acudieron siete mandatarios, los de Nicaragua, Argentina, Uruguay, Guatemala, Paraguay, Venezuela y Cuba, y tanto el presidente de Bolivia, Evo Morales, como el de Honduras, Porfirio Lobo, anticiparon su salida de Cádiz alegando compromisos en sus países.

La Cumbre de Cádiz puso el broche de oro a la conmemoración del bicentenario de la primera Constitución liberal de España, conocida como "La Pepa".
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