Internacional

Cruz Roja cierra sus instalaciones en Gaza tras invasión

Manifestantes irrumpen en la sede para pedir ayuda para preso en huelga de hambre

GAZA, PALESTINA (07/FEB/2016).- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este domingo su decisión de cerrar de forma temporal su sede en Gaza después de que un grupo de manifestantes en solidaridad con un preso en huelga de hambre tratara de irrumpir en ella.

Decenas de personas se concentraron este domingo ante la sede de la CICR en la ciudad de Gaza, donde se dieron cita asimismo periodistas y reporteros locales, para expresar solidaridad con el preso palestino Mohamad Al Qeiq, en huelga de hambre desde hace 76 días en protesta por su arresto sin cargos ni juicio por Israel.

La decisión de la organización se produce después de que varios de los participantes en la protesta trataran de irrumpir en el inmueble principal, lo que obligó al personal de la CICR a pedir protección policial.

Los manifestantes se concentraron frente al cuartel general de la CICR debido a lo que consideraron el rechazo de la organización a intervenir para salvar a Al Qeiq, de 33 años y periodista de Ramala, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital israelí.

El jefe de la Corporación de Presos Palestinos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Isa Qaraqe, dijo la noche del domingo que la situación de Al Qeiq es "crítica".

Qaraque expresó su profunda preocupación por el estado de salud del preso y manifestó que se "desarrollan contactos de alto nivel entre todas las partes involucradas a fin de salvarle la vida".

Por su parte, la abogada palestina de la corporación Heba Masalha, que actualmente sigue el caso desde el hospital de Afula, en el norte de Israel, donde se encuentra ingresado Al Qeiq, corroboró que en las últimas horas su situación era crítica y se teme por su vida.

El pasado jueves el preso decidió mantener la huelga de hambre después de que el Tribunal Supremo israelí resolviera suspender su detención administrativa con la condición de que permaneciera en el centro médico bajo tratamiento y recibiera allí las visitas de su familia.

De acuerdo al Centro Palestino por los Derechos Humanos (CPDH) con sede en Gaza y que condena en un comunicado la decisión de la corte israelí, Al Qeiq rechazó la decisión al considerarla una estratagema para que desista de mantener "su derecho legítimo a resistir la decisión ilegal, inhumana e inmoral de permanecer bajo detención administrativa".

Se trata de una figura legal que Israel usa para mantener en prisión en su inmensa mayoría a palestinos, sin que medie la presentación de cargos ni la celebración de juicio, durante períodos de seis meses renovables indefinidamente.

Según datos de la ONU, Israel mantiene en prisión a 527 palestinos bajo esta práctica.

Representantes de la ONU, de la Unión Europea y diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos han mostrado su preocupación por el estado de salud del prisionero y pedido su liberación antes de que se produjeran daños irreversibles en su organismo, y pedido su puesta en libertad. 
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