Internacional
Cristina ahondará obra de Kirchner
La embajadora Patricia Vaca Narvaja advierte que un eventual triunfo de la mandataria profundizará el proceso de cambio
Repasa también las históricas relaciones bilaterales, desde Cuauhtémoc Cárdenas a Vicente Fox. Además, la diplomática hace un corte de caja de su administración que inició en mayo de 2010.
— La presidenta Cristina Fernández promete que en los próximos cuatro años habrá “mayor institucionalidad”, ¿a qué se refiere?, ¿habrá reforma de la Constitución?
— No tiene que ver con la Constitución. Tiene que ver con este proyecto político-económico de la Argentina, que se inició en 2003, que recuperó “a la Argentina del infierno”, como muy bien le gustaba decir al (entonces) presidente Néstor Kirchner; él fue quien empezó a poner las bases para un proyecto económico y de desarrollo productivo con inclusión social, totalmente diferente a lo que había venido sucediendo en los últimos años en la política en la Argentina, y la revalorización del rol del Estado y de la política como herramienta de trasformación.
Esto se ha logrado en estos ocho años de crecimiento sostenido con inclusión. Y esto requiere entonces que esas grandes reformas estructurales, las grandes reivindicaciones sociales y banderas que se han llevado a la práctica tengan su marco institucional, sus expresiones e instrumentos institucionales para que queden consolidadas en el tiempo, independientemente de quien gobierne después.
Entonces, cuando se habla de institucionalizar el desarrollo con inclusión social se habla justamente de ese desarrollo económico que significa la reindustrialización, el valor agregado a nuestras exportaciones agrícolas, la participación de los distintos sectores sociales y económicos en este modelo de país.
— ¿Cómo sostiene Cristina una promesa de mayor institucionalidad cuando en cada acto pone el acento en la figura de su esposo fallecido?
— No creo que ponga el acento en la figura del (ex) presidente. Lo que está planteando es justamente cómo se construyó este proyecto político, que es de todos y de quienes abonamos y coincidimos, y participamos y nos identificamos con esta propuesta política que se inició en 2003, pero que se profundiza con Cristina.
Además estamos, justamente, por cumplir un año (27 de octubre) de la desaparición del presidente y muchos de los sueños que ha tenido Néstor Kirchner cuando llegó a la primera magistratura del país se están concretando.
Él llegó, como decía, con mayor porcentaje de desocupación que de votos, llegó con 22% de votos y 26% de desocupación y hoy estamos en 7.2 por ciento.
Con este marco de institucionalidad, el proyecto se va a profundizar y a consolidar en estos próximos cuatro años.
— En las últimas semanas, la presidenta ha mantenido fricciones con dirigentes sindicales, poco simpáticos para la opinión pública argentina, ¿pero es posible concebir en su país un sindicalismo no peronista?
— La histórica pertenencia, reconocimiento al espacio político que logró, recuperó, creó y reconoció derechos de los trabajadores ha sido el peronismo.
Por eso hoy, mayormente los sectores sindicales y de trabajadores se identifican con esta fuerza política.
No es un tema de la presidenta, es un tema del devenir político histórico en la Argentina. Y por otra parte al contrario, justamente los sectores que más se han beneficiado con estas nuevas políticas iniciadas en 2003, la recuperación del empleo, como el eje organizador y ordenador de la sociedad, han sido los trabajadores.
Lógicamente puede haber matices, pero en cuanto a la defensa y la representación de los intereses de los trabajadores, éste es el Gobierno que más los expresa, y entonces he ahí el apoyo mayoritario que tiene la presidenta en los votos y, seguramente, los que van a tener en los sectores vinculados a los trabajadores y sus familias.
—La presidenta pide inteligencia a la oposición para mantener puntos de encuentros. Si logra más de 50% de los votos, ¿qué sentido tendría el diálogo, con o sin oposición inteligente?
—Está planteando la necesidad de que primero pongamos la Patria y después los intereses particulares y no solamente la dirigencia política, sino la dirigencia en todos los sentidos, en todos los órdenes: las dirigencias empresarial, sindical y, por supuesto, la política.
La presidenta ha estado muy por encima de los intereses particulares y sectoriales, y ahora está mostrando la capacidad de poder conducir y trabajar para que, realmente, construyamos un modelo de país que nos incluya a todos, que armonice los intereses, que por primera vez se está pensando ya de aquí a 20, 30 años y que en esa confluencia de pensar la Argentina, en algunos temas podamos encontrar coincidencias básicas entre los distintos sectores políticos, que seguramente será más posible hacer después de las elecciones, ya cuando el clima electoral haya finalizado, y cuando se reflejen en el Congreso la participación de los partidos políticos.
— Qué cambios de modelo económico propone la presidenta?, realmente, ¿hay que esperar que Argentina cambie su histórico modelo agroexportador?
— Ya lo está cambiando. Incluso en los últimos informes de la Cepal (Comisión Económica para América Latina), el único país que no ha reprimarizado su producción ha sido la Argentina, y en este año, en el tercer trimestre, las exportaciones de manufactura de origen industrial superaron a las de origen alimentario.
Hay un proceso fuertísimo de industrialización y de sustitución de importaciones. De hecho todo lo que ha sido la inversión del Estado en cuanto a materia de desarrollo tecnológico e innovación a partir del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de la repatriación de más de 850 científicos que se habían ido del país y que ahora han vuelto a hacer en nuestra Argentina los propios proyectos de investigación y desarrollo tecnológico.
El tema de la inversión en la educación donde antes utilizábamos 5.5% para pagar la deuda externa y 2% para educación, la hemos invertido y ahora tenemos 6.5% para educación y 2% para pagar la deuda externa.
La incorporación de más dos millones y medio de jubilados, cinco millones de puestos de trabajo, la asignación universal por hijo, el desendeudamiento.
La verdad que hay un cambio sustancial y estructural de lo que ha sido la Argentina históricamente antes de 2003, cuando seguía los lineamientos de los organismos multilaterales y del Consenso de Washington.
Lo que está plateando la presidenta es, justamente, mayor innovación tecnológica, mayor valor agregado a nuestras exportaciones, lo que habla también de la implicación de la territorialidad agrícola de tal manera que en las provincias muy vinculadas a la producción agropecuaria, se generen las condiciones para darle valor agregado allí mismo a esa producción.
Así que en ese sentido ella es una absolutamente obsesiva de lo que es innovación tecnológica y la incorporación de valor agregado como mecanismo de desarrollo, independencia y de crecimiento con inclusión social en la Argentina.
—Históricamente se asocia al priismo con el peronismo, ¿cómo imagina una eventual relación bilateral entre Enrique Peña Nieto y Cristina Fernández?
—Hemos tenido excelentes relaciones históricas con México.
Si bien recientemente tuvimos un distanciamiento en la discusión sobre el ALCA (en Mar del Plata, noviembre de 2005, cuando Vicente Fox impulsaba un TLC para toda América, incluido Estados Unidos), a partir de la firma del Acuerdo de Asociación Estratégica en 2007 (con el Presidente Felipe Calderón), se ha profundizado la relación bilateral, aún con algunas diferencias en términos de visión económica y de roles del Estado.
También hemos tenido muy buenas relaciones con los partidos, en este caso el PRI, y también con el PRD, con Cuauhtémoc Cárdenas en su momento y todo lo que representó.
Más allá de las miradas, las visiones o las identidades políticas partidarias de México y de la Argentina, nosotros como peronistas y como Frente para la Victoria mantenemos buenas relaciones con los sectores y los partidos que han gobernado México.
—Desde que asumió como embajadora argentina, en mayo de 2010, ¿cuál cree que ha sido su mayor aporte a la relación bilateral?
—Antes que nada hemos cumplido acabadamente un objetivo que nos planteamos que es “más Argentina en México”, más visibilidad de la Argentina y de la Embajada en las distintas actividades culturales, económicas, sociales.
Y por supuesto, uno de los máximos objetivos que uno tiene siempre como embajadora es lograr la vista de la presidenta. Y eso se pudo concretar el 30 de mayo, cuando vino Cristina Fernández. No solamente vino, sino que firmó y concretó una serie de acuerdos importantes para ambos países en el marco del Acuerdo de Asociación Estratégica, que en 2007 firmó el entonces presidente Néstor Kirchner.
Además, vino una delegación de más de 200 empresarios. Las cámaras empresariales tanto de México como Argentina firmaron también acuerdos interinstitucionales para trabajar de manera conjunta y complementaria.
En ese marco, en este año y medio, también hicimos visitas institucionales a numerosos estados como Sinaloa, Jalisco, Yucatán, Veracruz, Morelos, Zacatecas y Guanajuato, entre otros.
P e r f i l
Militancia en el progresismo
Es embajadora de la República Argentina en México, desde mayo de 2010.
A Patricia Vaca Narvaja no sólo la une a la presidenta Cristina Fernández una cuestión de género y su formación en la universidad pública, sino una larga militancia en los sectores de la centroizquierda del peronismo.
Una militancia que obligó a Patricia y su familia exiliarse en México, tras el último golpe de Estado en 1976.
Vaca Narvaja militó en la Juventud Peronista y es graduada de la Universidad Nacional de Córdoba con el título de instrumentista quirúrgica.
Antes de aceptar la encomienda de la Casa Rosada desarrolló una larga trayectoria en la defensa del consumidor, desde diferentes cargos públicos.
Diplomática panamericana
Brinda apoyo a deportistas en la contienda continental
Patricia Vaca Narvaja estuvo en la Villa Olímpica para apoyar a los 486 atletas de su país que compiten en estos días en los Juegos Panamericanos. El objetivo de máxima de la delegación argentina es cosechar 100 medallas, 60% más de las que obtuvo en Beijing.
La diplomática presidió también la inauguración del stand de su país, en avenida Chapultepec casi esquina José Guadalupe Zuno, en donde además de escuchar tango y folclore, se puede degustar comidas y dulces típicos, además de los tradicionales vinos.
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