Internacional
Continúa la protesta de tamiles ante la ONU por el cese de hostilidades en Sri Lanka
La manifestación fue convocada por el Fórum Tamil de Suiza y participaron 20 mil personas según los organizadores
La manifestación fue convocada por el Fórum Tamil de Suiza y participaron 20 mil personas según los organizadores, y 14 milsegún la gendarmería de Ginebra.
El acto se realizó en el mismo lugar, la plaza de las Naciones, donde hace una semana, el joven Murukathasan, de 26 años y residente en Gran Bretaña, se quemó a lo bonzo.
"Cómo puedo expresar el sufrimiento del pueblo tamil? No puedo. No tengo palabras, sólo cuento con mi preciosa vida que sacrifico ante la comunidad internacional", reza el comunicado que el suicida dejó.
Los manifestantes -muchos de ellos pintados o ataviados con los colores de su etnia, el rojo y amarillo- solicitan a Naciones Unidas y a la comunidad internacional que actúe para parar lo que ellos llaman el genocidio de la comunidad tamil a manos del gobierno central de Sri Lanka.
Por ello muchos portaban carteles con las imágenes del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y de los presidentes de Alemania, Angela Merkel; de Estados Unidos, Barack Obama; de Gran Bretaña, Gordon Brown; de Italia, Silvio Berlusconi; y de la Comisión Europea, Durao Barroso, en los que se les pide que actúen.
"Pedimos a la comunidad internacional que se movilice, que actúe, que haga algo para parar el genocidio, la muerte diaria de civiles tamiles", afirmó Maximila Robert Clive, una francesa de origen tamil, estudiante de Ciencias Económicas.
"El gobierno de Sri Lanka ha dejado los tamiles en la supuesta zona de protección, que lo que es realmente, es un campo de concentración, no podemos dejar que esa situación continúe", agregó Robert Clive.
Ella es una de los miles de manifestantes que se movilizaron hoy, entre ellos muchos jóvenes, pero también decenas de familias.
De hecho había varios niños correteando por la plaza portando banderas con el símbolo de los tamiles, el tigre.
La manifestación se desarrolló con calma, y en un ambiente de contenida indignación.
El único acto a destacar fue la quema de un muñeco que representaba al presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse.
En el lugar donde Murukathasan se inmoló se ha erigido un altar, tipo palio, con una foto gigante del chico, a la que miles de personas rindieron homenaje lanzándole flores a su imagen.
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