Internacional
Consejo de Seguridad de la ONU, inadecuado para su función: AI
La Amnistía denunció la incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU ante la violenta represión de las protestas contra el régimen de Bashar al Asad
LONDRES, INGLATERRA (23/MAY/2012).- El Consejo de Seguridad no estuvo a la altura de los manifestantes que como en Siria salieron a las calles y parece "cada vez menos adecuado" para desempeñar su labor, denunció el jueves Amnistía Internacional, lamentando el silencio de potencias emergentes como Brasil.
"Por un lado hay gente levantándose, poniendo sus vidas en peligro. Pero desafortunadamente se han encontrado con un liderazgo totalmente fallido tanto a nivel nacional como internacional", estimó el secretario general de Amnistía, Salil Shetty, en la presentación del 50º informe anual de la organización sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
Amnistía denunció la incapacidad del Consejo de Seguridad, el órgano de la ONU encargado de mantener la paz y la seguridad entre las naciones, ante la violenta represión de las protestas contra el régimen de Bashar al Asad que dejaron más de 12 mil muertos, en su mayoría civiles, en Siria en los últimos 14 meses, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La organización condena especialmente la actitud de Rusia y China, los dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad con intereses en Siria, que vetaron en 2011 las dos resoluciones presentadas en la ONU contra ese país, pero indica también que "las superpotencias emergentes de Brasil, India y Sudáfrica han sido a menudo cómplices con su silencio", tras haberse abstenido en octubre en la votación del texto que pedía "medidas concretas" contra el régimen de Asad.
"Los miembros del Consejo de Seguridad siguen haciendo primar intereses políticos y comerciales sobre los derechos de la gente", agregó Shetty.
Amnistía denunció que, además de esta "traición" al pueblo Siria, la comunidad internacional abandonó a su suerte a los manifestantes en otros países como Bahréin y Yemen, claro contraste por ejemplo con la decidida intervención diplomática y militar en Libia que culminó con derrocamiento de Muamar Gadafi.
La organización recordó por otra parte que el respaldo expresado a otras revueltas de la primavera árabe, tampoco se materializó con hechos, como en Egipto, donde se celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
"Cada vez parece más evidente que se están desperdiciando las oportunidades para el cambio que crearon los manifestantes", señala el informe.
Esta situación evidenció, según Amnistía, los límites del Consejo de Seguridad. Su pasividad demuestra que "no está capacitado para desempeñar su función" en este siglo XXI, afirmó Shetty. "Si no cambia su manera de actuar creo que va a haber cada vez más interrogantes sobre la relevancia de este órgano", agregó.
La organización nacida en Londres en 1961 cree sin embargo que la comunidad internacional tiene en los próximos meses una oportunidad para demostrar que está dispuesta a aceptar grandes desafíos, y le instó a adoptar un tratado sólido sobre el comercio de armas.
Las negociaciones para este tratado destinado a reglamentar el comercio de armas en el mundo se llevarán a cabo en la sede de la ONU en julio, aunque quedan todavía muchos obstáculos por superar, como los tipos de armas incluidos o sus modalidades de cumplimiento y de revisión.
"Sin un tratado sólido, la función del Consejo de Seguridad de la ONU como guardián de la paz y la seguridad mundiales parece abocado al fracaso, con sus miembros permanentes ejerciendo un veto absoluto sobre cualquier resolución a pesar de ser los mayores proveedores de armas del mundo", señaló Amnistía.
"Por un lado hay gente levantándose, poniendo sus vidas en peligro. Pero desafortunadamente se han encontrado con un liderazgo totalmente fallido tanto a nivel nacional como internacional", estimó el secretario general de Amnistía, Salil Shetty, en la presentación del 50º informe anual de la organización sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
Amnistía denunció la incapacidad del Consejo de Seguridad, el órgano de la ONU encargado de mantener la paz y la seguridad entre las naciones, ante la violenta represión de las protestas contra el régimen de Bashar al Asad que dejaron más de 12 mil muertos, en su mayoría civiles, en Siria en los últimos 14 meses, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La organización condena especialmente la actitud de Rusia y China, los dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad con intereses en Siria, que vetaron en 2011 las dos resoluciones presentadas en la ONU contra ese país, pero indica también que "las superpotencias emergentes de Brasil, India y Sudáfrica han sido a menudo cómplices con su silencio", tras haberse abstenido en octubre en la votación del texto que pedía "medidas concretas" contra el régimen de Asad.
"Los miembros del Consejo de Seguridad siguen haciendo primar intereses políticos y comerciales sobre los derechos de la gente", agregó Shetty.
Amnistía denunció que, además de esta "traición" al pueblo Siria, la comunidad internacional abandonó a su suerte a los manifestantes en otros países como Bahréin y Yemen, claro contraste por ejemplo con la decidida intervención diplomática y militar en Libia que culminó con derrocamiento de Muamar Gadafi.
La organización recordó por otra parte que el respaldo expresado a otras revueltas de la primavera árabe, tampoco se materializó con hechos, como en Egipto, donde se celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
"Cada vez parece más evidente que se están desperdiciando las oportunidades para el cambio que crearon los manifestantes", señala el informe.
Esta situación evidenció, según Amnistía, los límites del Consejo de Seguridad. Su pasividad demuestra que "no está capacitado para desempeñar su función" en este siglo XXI, afirmó Shetty. "Si no cambia su manera de actuar creo que va a haber cada vez más interrogantes sobre la relevancia de este órgano", agregó.
La organización nacida en Londres en 1961 cree sin embargo que la comunidad internacional tiene en los próximos meses una oportunidad para demostrar que está dispuesta a aceptar grandes desafíos, y le instó a adoptar un tratado sólido sobre el comercio de armas.
Las negociaciones para este tratado destinado a reglamentar el comercio de armas en el mundo se llevarán a cabo en la sede de la ONU en julio, aunque quedan todavía muchos obstáculos por superar, como los tipos de armas incluidos o sus modalidades de cumplimiento y de revisión.
"Sin un tratado sólido, la función del Consejo de Seguridad de la ONU como guardián de la paz y la seguridad mundiales parece abocado al fracaso, con sus miembros permanentes ejerciendo un veto absoluto sobre cualquier resolución a pesar de ser los mayores proveedores de armas del mundo", señaló Amnistía.
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