Internacional
Confirman tres muertos tras toma de rehenes en Sídney
La policía anuncia que en el asalto de las fuerzas especiales mueren el secuestrador, abatido a disparos, y dos rehenes, un hombre de 34 años y una mujer de 38
toma de rehenes en un café del centro de Sídney, que se saldó con tres muertos, entre ellos el secuestrador, un "islamista radical" que actuó en solitario.
"El asalto de Sídney ha terminado", anunció la policía en Twitter poco antes de las tres de la mañana hora local (16H00 GMT de este lunes), más de 16 horas después de que comenzara la toma de 17 rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
Más tarde, la policía anunció que en el asalto de las fuerzas especiales murieron el secuestrador, abatido a disparos, y dos rehenes, un hombre de 34 años y una mujer de 38.
Además resultaron heridas seis personas. En total, fueron tomados 17 rehenes.
Según la policía, el secuestrador, de 50 años, actuó solo, y en el interior del café no se encontraron explosivos.
Las fuerzas especiales de la policía asaltaron el local sobre las 02H00 (15H00 GMT), dando lugar a un estruendo de detonaciones, mientras algunos rehenes salían corriendo.
Durante la jornada, cinco rehenes habían conseguido escapar del local.
Tras el desenlace del secuestro, la policía dijo que sabe quién es el sospechoso, pero no lo identificó oficialmente. Varios medios de prensa lo identificaron como Man Haron Monis, un religioso nacido en Irán.
Según el diario The Australian, el hombre envió cartas ofensivas a familias de soldados muertos. Además estaba en libertad condicional, acusado de haber sido cómplice del asesinato de su ex mujer.
Un 'islamista radical'
El diario añadió que el sospechoso llegó en 1996 a Australia con estatus de refugiado, vivía en la periferia de Sídney y era un "islamista radical".
Su exabogado Manny Conditsis descartó que la toma de rehenes haya sido un acto organizado.
"Es un individuo perturbado, que ha cometido un acto escandaloso", declaró al canal de televisión ABC.
Las motivaciones del atacante no se conocían claramente. En cualquier caso obligó a varios de los rehenes a mantener pegada a una ventana una bandera negra con un lema en árabe.
La bandera exhibida es la empleada a menudo por grupos yihadistas. En ella se lee la "shahada" o profesión de fe del islam: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su enviado".
Tras los hechos, más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización de la confesión de fe del islam.
También Irán expresó su "condena a la toma de rehenes", según declaró la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Marzieh Afkham, a la agencia estatal IRNA.
"El recurrir a tales actos inhumanos y provocar pánico en nombre del islam no es justificable bajo ninguna condición", sostuvo la portavoz.
Un país en alerta
Australia ha estado en alerta en las últimas semanas por el temor del gobierno a que algunos de sus ciudadanos que luchan junto a los yihadistas del grupo Estado Islámico en Iraq y Siria puedan cometer ataques a su regreso al país.
Tras convocar al comité de seguridad nacional, el primer ministro australiano, Tony Abbott, mencionó la existencia de "elementos que apuntan" a un acto "con motivaciones políticas".
En ese sentido, el lugar elegido para la toma de rehenes no sería fruto del azar.
Martin Place, el barrio donde está situado el café, es un centro financiero y alberga varios edificios públicos como el Parlamento de Nueva Gales del Sur y el Banco Central, y sedes diplomáticas, como la embajada de Estados Unidos.
El incidente coincide con el arresto en Sídney de un hombre de 25 años que según las autoridades podría formar parte de un plan para cometer atentados en territorio australiano.
El jefe de la policía del estado de Nueva Gales del Sur dijo que no le parece que ambos casos estén vinculados.
En septiembre, el gobierno decidió aumentar el nivel de alerta por amenazas terroristas y la policía llevó a cabo operaciones antiterroristas en todo el país, en las que sólo se acusó a dos personas.
SÍDNEY, AUSTRALIA (15/DIC/2014).- La policía australiana puso fin este martes a la
"El asalto de Sídney ha terminado", anunció la policía en Twitter poco antes de las tres de la mañana hora local (16H00 GMT de este lunes), más de 16 horas después de que comenzara la toma de 17 rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
Más tarde, la policía anunció que en el asalto de las fuerzas especiales murieron el secuestrador, abatido a disparos, y dos rehenes, un hombre de 34 años y una mujer de 38.
Además resultaron heridas seis personas. En total, fueron tomados 17 rehenes.
Según la policía, el secuestrador, de 50 años, actuó solo, y en el interior del café no se encontraron explosivos.
Las fuerzas especiales de la policía asaltaron el local sobre las 02H00 (15H00 GMT), dando lugar a un estruendo de detonaciones, mientras algunos rehenes salían corriendo.
Durante la jornada, cinco rehenes habían conseguido escapar del local.
Tras el desenlace del secuestro, la policía dijo que sabe quién es el sospechoso, pero no lo identificó oficialmente. Varios medios de prensa lo identificaron como Man Haron Monis, un religioso nacido en Irán.
Según el diario The Australian, el hombre envió cartas ofensivas a familias de soldados muertos. Además estaba en libertad condicional, acusado de haber sido cómplice del asesinato de su ex mujer.
Un 'islamista radical'
El diario añadió que el sospechoso llegó en 1996 a Australia con estatus de refugiado, vivía en la periferia de Sídney y era un "islamista radical".
Su exabogado Manny Conditsis descartó que la toma de rehenes haya sido un acto organizado.
"Es un individuo perturbado, que ha cometido un acto escandaloso", declaró al canal de televisión ABC.
Las motivaciones del atacante no se conocían claramente. En cualquier caso obligó a varios de los rehenes a mantener pegada a una ventana una bandera negra con un lema en árabe.
La bandera exhibida es la empleada a menudo por grupos yihadistas. En ella se lee la "shahada" o profesión de fe del islam: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su enviado".
Tras los hechos, más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización de la confesión de fe del islam.
También Irán expresó su "condena a la toma de rehenes", según declaró la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Marzieh Afkham, a la agencia estatal IRNA.
"El recurrir a tales actos inhumanos y provocar pánico en nombre del islam no es justificable bajo ninguna condición", sostuvo la portavoz.
Un país en alerta
Australia ha estado en alerta en las últimas semanas por el temor del gobierno a que algunos de sus ciudadanos que luchan junto a los yihadistas del grupo Estado Islámico en Iraq y Siria puedan cometer ataques a su regreso al país.
Tras convocar al comité de seguridad nacional, el primer ministro australiano, Tony Abbott, mencionó la existencia de "elementos que apuntan" a un acto "con motivaciones políticas".
En ese sentido, el lugar elegido para la toma de rehenes no sería fruto del azar.
Martin Place, el barrio donde está situado el café, es un centro financiero y alberga varios edificios públicos como el Parlamento de Nueva Gales del Sur y el Banco Central, y sedes diplomáticas, como la embajada de Estados Unidos.
El incidente coincide con el arresto en Sídney de un hombre de 25 años que según las autoridades podría formar parte de un plan para cometer atentados en territorio australiano.
El jefe de la policía del estado de Nueva Gales del Sur dijo que no le parece que ambos casos estén vinculados.
En septiembre, el gobierno decidió aumentar el nivel de alerta por amenazas terroristas y la policía llevó a cabo operaciones antiterroristas en todo el país, en las que sólo se acusó a dos personas.
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